La tarde era tranquila, el sol se filtraba por las ventanas de la mansión, creando un ambiente cálido y acogedor. Estaba en la cocina, preparando algo de té, cuando escuché un ruido en la sala. Me acerqué y vi a Jungkook, con las fotos en la mano, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y enojo.
— ¿Qué es esto? — preguntó, su voz temblando de rabia. — ¿Por qué no me dijiste nada? — Cuestionó con indignación.
Sentí que el mundo se desmoronaba a mi alrededor.
— Jungkook, yo… yo solo quería protegerte — dije, sintiendo como mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas.
— ¡Protegerme de qué? — gritó, sus ojos estaban llenos de dolor. — ¡De mi propio pasado? ¡Necesito saber la verdad! — Agrego.
Su rostro, que siempre había sido un refugio de serenidad, ahora reflejaba una tormenta de emociones.
Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.
— Está bien — susurré, mi voz quebrándose. — Te lo contaré todo — Solté un suspiro.
Le conté sobre su madre, sus abuelos, y cómo había sido criado por su abuelo hasta que murió. Le hablé del nuevo hombre con el que su madre había regresado, su padrastro, y de cómo este hombre abusaba de él, tanto física como verbalmente. Jungkook soportaba todo esto solo por estar cerca de su madre.
Un día, Jungkook presenció algo que lo marcó para siempre. Vio cómo su padrastro golpeaba brutalmente a su madre. En un arrebato de furia y desesperación, buscó un cuchillo para matarlo. Sin embargo, durante el forcejeo en las escaleras, su padrastro lo empujó, haciendo que Jungkook cayera y quedara inconsciente.
La madre, horrorizada, trató de ayudar a su hijo, pero el hombre la sujetó por los cabellos y la arrastró hasta el cuarto. Allí, en un acto de crueldad inimaginable, la mató. La desmembró, cortándola en pedazos, y conservó su mano en un frasco. Esa misma noche, la policía llegó y descubrió toda la escena mientras el hombre intentaba limpiar todo.
— No puedo creerlo... Todo este tiempo... todo este dolor... — Se desmoronó al escuchar la verdad, recordando todo el dolor de aquel momento.
Lo abracé, sintiendo su cuerpo temblar contra el mío.
— Lo siento tanto, Jungkook — lloré. —No quería que sufrieras más. Te amo, y por eso no te lo dije — Agregué arrepentida.
Él se quedó en silencio por un momento, y luego, lentamente, comenzó a desvanecerse.
— Myeongsuk— susurró, su voz llena de tristeza y resignación.
— No, por favor, no te vayas — rogué, sintiendo el pánico apoderarse de mí. — Te amo, Jungkook. No puedo perderte —
Él me miró con una tristeza infinita y, en un último acto de amor, me besó. Fue un beso lleno de todas las emociones que habíamos compartido, de todo el amor y el dolor. Cuando nos separamos, él sonrió débilmente.
— Gracias por todo, Myeongsuk— dijo, su voz apenas audible. — Por amarme, por cuidarme. Siempre estaré contigo —
Con lágrimas corriendo por mi rostro, lo vi desaparecer lentamente.
En ese momento, el piano comenzó a tocar. Era Jungkook, tocando para mí por última vez. La melodía era triste y hermosa, llena de todas las emociones que habíamos compartido. Me senté junto al piano, dejando que la música llenara la habitación y mi corazón.
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🍁Sombra de amor🍁 » JJK ️© «
Fiksi PenggemarAl graduarse de la universidad, Myeongsuk decide invertir sus ahorros en una encantadora y antigua casa situada en las afueras de la ciudad, con la esperanza de comenzar una nueva etapa en su vida. Sin embargo, antes de cerrar el trato, los antiguos...