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—En la heladería.

—¿Heladería "el futuro"? -Me pregunto

Encontrémoslas raro que el conociera una heladería que esta básicamente escondida en la cuidad, y que por cierto, es demasiado pequeña como para que un magnate este yendo por allí. Pero me reserve las preguntas y enfoque en lo importante.

—Sí.-me limite a responder.

—Ok, ¿entonces que esperamos?

El viaje a la heladería fue rápido, ya que se encontraba a pocas calles de mi casa. Al caminar hacia la entrada de la heladería, rogaba a los cielos porque mi hermana estuviese ahi.

Me quede parada en la puerta.

Sino estaba aquí me iba a dar algo.

—Vamos, entra. -Me animo Ethan.

Tome el coraje para entrar, y sentí cómo mi corazón caia en mis pies.

No estaba en ninguna mesa.

Me acerque a donde estaba en señor y su esposa tomando ordenes.

—¿Señores, no han visto a mi hermana? ¿No ha venido por aquí?–Pregunte directamente, porque ellos nos conocían desde hace ya mucho.

—Vicky, ven por aquí. - Me respondió la señora, señalándome la puerta para entrar atrás del estante de donde atendían.

Sin pensarlo lo hice con mi acompañante haciendo lo mismo, nos llevaron en donde tenían los almacenes y pude ver a mi hermana sentada encima de una mesa mientras comía helado con su mochila al lado, dibujando en un papel.

Sentí como mis ojos se cristalizaban. El alivio que recorrió mi cuerpo era difícil de explicar. Ella estaba bien, y eso me había regresado el alma al cuerpo.

Me acerqué a pasos apresurados, y ella notó mi presencia. Al verme dejo de hacer lo que estaba haciendo hace unos momentos para enfocarse en mí y regalarme una de sus hermosas sonrisas. Ya teniéndola al alcance de mis manos; la abracé, lo más fuerte que pude. Pensando en que no sabría que hacer si ella llegase a faltarme.

—Natty.–dije en voz baja. Para asegurarme de que era ella y no era causa de mi imaginación.

—¡Vicky, sabía que vendrías!–Exclamo contenta.

Yo le di una sonrisa mientras una lágrima resbalaba por mis mejillas. Ella al notarlo, dejo su helado que tenía en la mano, ahora en la mesa. Para limpiarme la mejilla.

—No llores.–Me dijo.—¡Somos libres! Logre escapar del monstruo, podemos irnos ahora.

Era obvio que ella se había escapado por esa razón. Cerré mis ojos con fuerza al recodar que Ethan se encontraba escuchando toda la conversación. Él estaba escuchando cosas que se supone no debería saber.

—Lo que hiciste debiste decírmelo antes. Creí que te había perdido.–Trate de cambiar la dirección de las cosas.

—Es que ya no quiero seguir viviendo allí, me da miedo.–dijo haciendo un puchero.

—Ay, Natty.

Fue lo único que salió de mi boca al no saber que decirle, porque yo sentía lo mismo que ella.

Por el rabillo de mi ojo logre ver a un Ethan pensativo. Quien pasó de tener sus ojos en el suelo, a posarlos en nosotras.

—No quiero ser entrometido, Victoria. –Se acercó.

Pareció pensarse lo que iba a decir.

—Si no se llevan bien con sus padres. Si es que puedo llamarles así. –susurró la última parte, pero logré escucharla.—¿Por que no se van?

Le dedique una mirada cansada. Pues es fácil decirlo. Pero lograrlo es diferente. Él entendió mi mirada.

—Yo podría ayudarte–

No, no. Él es mi jefe, y apenas lo estoy tratando. No quiero la lastima de él. Pero por una razón su oferta me calentó el corazón. Ya que nadie, en los pocos años de vida que tengo; nos había ofrecido un poco de ayuda. Siempre fingían no saber lo que pasaba.

—Es mucho más complicado que eso. —Le dije.

Antes de que él me respondiera, Natty me jalo de mi camisa para que le prestara atención a ella.

—Deja que el príncipe nos rescate.–Dijo en un intento de susurro. Pero que él escucho.

—¿Que te parece si vamos por algo de comer para quitarnos el susto y hablamos allí?

Me iba a negar. Pero Natalia se adelantó a agarrarle la mano a Ethan, y empezaron a avanzar hacia la salida. Natty es muy Huraña con los extraños. Y que tuviera tanta confianza con alguien que apenas acaba de conocer hace minutos me aturde un poco.

Dejar que un príncipe nos rescate...

Yo no quería ser rescatada.

Quiero salvarme a mi misma.

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⏰ Última actualización: Oct 30, 2023 ⏰

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Sueños del cielo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora