9.

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El beso era húmedo, mojado y sobretodo sucio, las lenguas danzan dentro de sus bocas, mientras la mano del mayor masturbaba sus dos erecciones, callando sus ruidos en el otro

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El beso era húmedo, mojado y sobretodo sucio, las lenguas danzan dentro de sus bocas, mientras la mano del mayor masturbaba sus dos erecciones, callando sus ruidos en el otro. El movimiento era lento, haciendo sufrir a los dos, pero Enzo no se quejaba, suspiraba aire caliente y se retorcía moviendo sus caderas, bailando contra la mano del portugués. Rompieron el contacto de sus bocas, los labios de João empezaron a pasarse por los tatuajes en el cuello de Fernández, este soltó un gemido bajo.

Estaban de buen humor ese día, había hecho un poco de sol, el entrenamiento pasó rápido y João podría decir que hasta se divirtió con las tonterías que hacía Enzo. Debe ser el motivo porque el que ninguno parecía odiarse hasta el momento, más allá de las mordidas en el cuello o los rasguños en la espalda, no tuvieron algo violento o degradante.

El momento era placentero, se tomaban su tiempo pero no se desesperaban, no tenían prisa, incluso tuvieron una larga sesión de besos bajo la lluvia de la ducha, se acariciaron y fue como estar tocando la más suave tela, sintiendo como el menor se derrite bajo su toque. Hasta en algún momento escondió su cara en su cuello, jadeando y murmurando halagos a la mano de Félix.

Pero lo bueno dura poco.

──João! are you still bathing?

Los dos del susto miraron hacía atrás, la cortina seguía cerrada, solo se vislumbraba la silueta de Kai a través de ella. Félix suspiró con alivio al no ser descubierto, pero Enzo estaba tenso.

Ser descubierto por tu mejor amigo teniendo sexo con Fernández, no es la clase de situación en la que uno quiere que un amigo lo vea. Menos en Inglaterra donde el fútbol es bastante homofobico.

──Yes! I'll take some more time, the water is perfect. ── Mintió, esperando a que eso sea suficiente para echar a su amigo y que no interrumpa más el bello momento hace unos segundos.

──Okay! But remember that you must take me to my car, because you are the cutest, perfectest, best friend I have. ── Rodó los ojos por los halagos, sabía que el alemán era un mimado de primera, por eso jamás contribuyó en cumplirle un solo capricho, pero hace dos días que le viene pidiendo que lo lleve en la espalda y João, que estaba algo blando, le decía un amargo "está bien".

Sin embargo, Kai no se movió, lo estaba esperando para asegurarse, tal vez, de que no se iría corriendo sin cumplir con su palabra.

──Mandalo a la mierda. ── Le susurró al oído, sus manos se deslizaron hasta su nuca, mientras se adueña de sus labios en un beso lujurioso. ──Concentrate en mi, mira cómo nos dejaste, dale, seguí. ── Le suplicó en voz baja, moviendo sus caderas en contra de su mano y haciendo fricción contra su miembro.

Enzo era igual de caprichoso que Kai, sólo que con la atención, le encanta ser el centro del universo, el ombligo del mundo. En este caso, a João no le molesta seguir sus palabras al pie de la letra porque es un contexto en el que es un ganar-ganar, los dos tienen un orgasmo, liberan tensiones y, de paso, hacen ejercicio. El sexo es lo mejor entre ellos dos.

Así que no le sorprende que en esta situación, Enzo esté enojado con su amigo que interrumpe la atención del portugués de él.

João sonrió con malicia.

──O... podemos invitarlo, sería un buen trío── Deslizó la falsa oferta, porque no quiere a ningún otro en este tipo de situaciones que no sea Enzo, pero nunca se lo diría porque sería llenarle el ego.

Los ojos se le abrieron como platos, empezando a negar con la cabeza frenéticamente.

──Hey, Kai! ── Giró levemente su cara para exclamar esa dos palabras, solo eso faltó para poner ultra nervioso al argentino.

──Yes?

──No, no, no, por favor, no... ── Lo agarró del hombro izquierdo con su mano y con la derecha la cara, para que lo mire. ──No lo necesitamos, estás bien conmigo solo.

──¿Eso crees? ── Una de sus manos fue a la cintura morena, pegando más su cuerpos.

──Sí, sí. ── Se tragó un gemido cuando volvió a mover su mano, poniendo su frente contra su hombro.

A João le dio hasta ternura. ──Nothing, you can go, I'll carry you on my back anyway.

──You are the best! ── Y ahora sí se marchó.

Unos cuantos movimientos más de su mano, acompañados de besos, mordidas y un que otro "tão bonito só para mim" de Félix, los dos acabaron en la mano del portugués. Suspirando sin aire y dando bocanadas grandes para recuperar el aliento.

Al salir, primero uno y a los diez minutos el otro, y terminar de cambiarse. Quien se colgó en su espalda no fue Kai, fue Enzo.

──Ahora seré yo a quien lleves a su auto. ── Le dijo.

Y por alguna razón, a João no le molestó en lo más mínimo.

insuportável | Fernández × FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora