13.

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João estaba de un particular buen humor ese día, era extraño incluso para él, no es propio en su naturaleza estar con una sonrisa un lunes a la mañana, pero hoy estaba con nueve horas de sueño, un desayuno balanceado y un mensaje de su mami de buenos días.

¿Qué podía arruinar semejante buen ánimo? los astros, los chakras y Dios se hayan unido para que João estuviera tan sonriente.

La respuesta lógica es "nada" puesto a que fue un hermoso día, incluso aceptó ir a una reunión "divertida" - o sea, con cervezas y algo un poco más fuerte - los más jóvenes participaron en esto reuniéndose en la casa de Mudryk porque es quien tiene más gusto por el alcohol, todos llevaron botanas o otros licores, también sus respectivos equipos de música para romper toda la casa por el fiestón.

Fernández también fue, pero huyó de él toda la velada, quedándose con el anfitrión, sentado en sus piernas o parado a su lado, diciéndole cosas al oído con una sonrisa. También lo sacó a bailar un par de veces, aunque no sólo con Mudryk, también había agarrado al pobre de Mason.

Estos dos lo estuvieron tocando desde que llegó y sí bien, eso prendió una leve llama de molestia, no le dio importancia. Fernández puede hacer lo que él quiera y Félix también, si quiere probar otros penes, bien por él, pero que después no se queje o le haga una escena cuando João se consiga a alguien también.

João se encontró a sí mismo bailando sobre la mesita de café del ucraniano, con su amigo pegado a él, tenía sus manos en sus caderas, meneandolas contra suya mientras una canción en un idioma que le es ajeno sonaba. El olor a cítricos le llegó a la nariz, inundando sus sentidos y todo lo que podía pensar en que le gustaba mucho esa sensación de cosquillas, se pegó levemente más a él para seguir inhalando tal adictivo aroma.

Kai tenía un lindo culo, no como el de Enzo que era hermoso, pero era bonito. Tenía carne, la forma seguía en proceso pero había algo que pellizcar, eso lo hacía bellísimo a sus ojos, y una de las manos traviesas de Félix así lo hizo.

──Bastard! ── Había dicho el otro riéndose a pesar de sus palabras y fingido ceño fruncido.

Vio de reojo a Enzo, pero este parecía más entretenido con Mason, así que decidió que sería la última vez en la noche que le daría aunque sea una pizca de atención porque no se lo merecía.

Podía sentir el cuerpo del alemán algo frío, quería envolverlo y calentarlo. Estiró su mano a sus pies donde había dejado al lado su vaso de vodka con ron, se lo tomó de un trago, con el vaso en mano en lo alto, volvió a acercar a Kai, cuando el ritmo se volvió más frenético, la voz del cantante sonaba más errática pero eso a ninguno les importó, hasta que la mesa no empezó a ceder ante su peso ellos dos no dejaron de pisotearla y pegarse el uno al otro.

El portugués dio un salto para bajar del mueble, buscando más licor, siendo seguido por Kai quien le pedía que le sirva un poco de cerveza. Aunque rápidamente olvidó su motivo de estar con él y lo llevó de nuevo a la sala donde una nueva canción empezó a sonar, sus manos se pegaron a su pecho y sus caderas contra las suyas.

──No what I liked Enzo, mh? ── Se burló, su mano derecha fue hasta la espalda baja de Kai, sosteniendolo cerca. No sabía si el perfume del alemán eran de alguna fruta en concreto, pero se mezclaba perfectamente con su imagen de ahora. Con las mejillas levemente sonrojadas, un puchero y ojos cristalinos.

──Shut up, you ruin your charm, just close your mouth... ── Se inclinó contra él, estirando un poco los labios y acercando sus caras, sintió el aliento caliente contra su rostro, con olor a vodka mezclado con cerveza, y Félix sentía que todo daba vueltas.

──Oh! I love this song, come here.

Lo dio vuelta en una excusa para no concretar el beso. Suspiró relajado cuando su amigo pareció olvidarlo, pero ahora tenía la sensación de estar siendo observado, pero eran un grupo de seis o sierre personas, cualquiera podría estar mirando.

insuportável | Fernández × FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora