10.

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«mommy don't know
daddy's getting hot
At the body shop,
doing something unholy»

『• • • ✎ • • •』

Logró convencer a João de que lo lleve a su casa, como estaba soltero y no tenía ningún hijo, su hogar era perfecto para que ellos puedan usar una cama. Debido a que siempre lo hacen en el baño del club por estar más a mano y hacer un "rapidín" para darle fin a sus bajos instintos, también es más fácil ocultar todo rastro de su crimen. Pero a Enzo le gustaría tener algo donde apoyarse porque siempre termina con las piernas como gelatina y odia tener que responder el "¿te encuentras bien?" de sus compañeros.

Ahora estaban en la cama del mayor, Félix lo tenía presionado contra el colchón, con sus piernas a lo costados de su cadera, ya abierto y lubricado para él. El cuello, pecho y estómago del portugués había sido marcado entero por él, porque Kai se estaba pasando de listo con João y este le cumplía los caprichos, sin tener un poco de consideración por... por... ¿por qué el mayor debería tener consideración con Enzo?

Él le estaba siendo infiel a su novia, madre de su hija, ahora mismo - y en otras ocasiones, no está orgulloso -, pero ahora, sentía que no podía prestarse a cualquiera que no sea Félix, porque en poco tiempo comprendió que era un desquiciado y que le gustaba el juego rudo, lo sucio, lo prohibido y Enzo sabe, que el portugués era igual de depravado, por algo le gustaba humillarlo, denigrando siempre su trabajo, llamándolo "puta cara" o "yo nunca habría pagado esa cantidad por un polvo".

Estaban igual de enfermos y por eso se llevan bien en la cancha, por eso su sexo es bueno.

La pelvis de João chocaba contra su cola, creando un sonido húmedo por sus cuerpos transpirados y el exceso de lubricante que el portugués le puso, tanto fue así que empezó a chorrearle, esto lo hizo como morbo y fue muy obvio, pero él no era quién para juzgar. Solo podía limitarse a gemir e emitir ruidos cuando Félix se sentía lo suficientemente bueno para masturbarlo.

──No mereces que te toquen. ── Le murmura en el oído, Enzo tembló visiblemente, João pasaba de ser alguien tranquilo con dejes de mala onda a ser un cínico con todas la letras. Más de una vez le hizo ganarse su derecho a tener un buen orgasmo.

Enzo veía estrellas cuando Félix lo penetraba, lo hacía fuerte cuando estaba enojado por perder un partido o no haber anotado ni un gol, y lento cuando quería torturarlo y verlo llorando por su pija. Así era João Félix y al argentino le encantaba.

No se va a hacer el santo, más de una vez provocó a João delante de todos sus compañeros - claramente ellos no se daban cuenta -, o simplemente le hacía una que otra gauchada en público, como pajearlo debajo de la mesa o hacerle directamente un pete, para quien se lleve las consecuencias de su comportamiento sea el mayor en caso de ser descubiertos.

En medio de sus gimoteos pidiendo piedad, se escuchó un celular, no era el de Félix. Miró la mesita de luz y efectivamente, su celular estaba sonando, el mayor detuvo sus movimientos cuando se estiró para ver quién era, si era alguno de los chicos les iba a cortar, pero no...

En el celu aparecía una llamada del Whats donde se leía "Valu💜", la sangre se le congeló y, recién ahora, recordó que dejó a su familia en casa para venirse a garchar, la culpa rápidamente se instaló en su panza.

Cuando João iba a salir para dejarlo hablar con su novia, lo detuvo al instante. ──No te apures... ── Le dijo, bajo la mirada expectante del mayor. ──¿Valen?

──¡Ay, Enzo, me mataste del susto! pensé que te pasó algo, pelotudo de mierda, ¿tenés caca en la cabeza? ── Incluso aunque lo raje a puteadas se notaba la preocupación en su voz.

insuportável | Fernández × FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora