08 - honey stars

786 105 6
                                    

Gracias a la pequeña habían pasado un incomodo momento, la chica se encontraba un poco molesta por tal pregunta pero Calum se las arregló como pude cambiando el tema "disimuladamente".


-Linda casa -murmuró en cuanto llegaron.


Tabatha lo miró de soslayo, mientras sostenía la mano de Ameline.


-¿Crees que puedas ir al baño sola? -la niña asintió y se alejó por uno de los pasillos.


-¿Nadie viene conmigo? -preguntó el chico.


-Algo así -respondió sacando sus zapatos y dejándolos en una esquina.


-¿Qué relación tienes con Amelie? -inquirió.


-Es mi sobrina -explicó. -¿Puedes sacarte los zapatos, por favor?


Calum lo hizo al instante, y la siguió hacia la cocina. Allí, ella comenzó a revisar el refrigerador mientras el chico se sentaba en la isla.


-¿Y sueles cuidarla seguido? - cuestionó nuevamente, haciendo que la joven sacara la cabeza de las verduras y lo mirara.


-Al parecer Amelie te contagió lo preguntón -soltó una risita fingida y apartó el cabello que caía sobre sus ojos.


-Intento conocerte más -se encogió de hombros.


-Bueno... -hizo una pausa sacando un montón de vegetales y dejándolos sobre la mesa. - Mi hermana es una demente, con eso te digo todo.


-¿Igual o más que tú? -bromeó, pero Tabatha lo miró seria.


-Es una persona que no se preocupa más que tú? -bromeó, pero Tabatha lo miró seria.


-Es una persona que no se preocupa más que en sí misma -explicó. -Es por eso que Amelie vive prácticamente conmigo.


—No pensé que fuera así -murmuró Calum.


—Lo noté -respondió ella y Calum prefirió callar.


Por lo que veía era un tema que a la joven no le gustaba tocar.


Por suerte, Amelie apareció en el umbral de la puerta. Esta vez con una camisa limpia, y sin rastros de helado que había tomado hace un rato.


-¿Qué comeremos? -preguntó sentándose al lado del chico.


-¿Vegetales tal vez? -propuso señalando la lechuga.


-¿Qué dices tú, Calum? -dijo la niña haciendo una mueca en sus labios al ver la comida que debía ser "sana".


-Para ser sincero, no acostumbro a comerlos -rió y Amelie se le unió unos segundos después .


-Está bien, creo que pediré pizza -añadió guardando la comida en su lugar y corriendo hacia el teléfono.


El chico comenzó a mover sus dedos contra la mesa creando una contagiosa melodía, y en un rato ambos formaron una dupla usando utensilios que se encontraban en la cocina como instrumentos.


-Me voy por un momento, y ya tienen una band -ironizó la chica sosteniendo dos cajas grandes de pizza.


-¿Ta pronto la conseguiste? -Interrogó Calum asombrado.


-Sí, uhm... un amigo las trajo - respondió sin sonar convincente.


Les hizo una seña para que se dirigieran a la sala, donde comenzarían a engullir el alimento en silencio.


De vez en cuando, Calum le echaba un vistazo a la chica, pero ella se lo devolvía fulminándolo con la mirada. Al momento de acabar, decidieron lavar lo que habían ensuciado y regresaron a la sala para buscar algo en qué ocuparse.


-Opino que deberíamos jugar a las penitencias -dijo la pequeña con una gran sonrisa preparándose para el juego.


-Suena bien -comentó Calum y tomó asiento en la alfombra, a un costado de la chica.


La siguiente media hora transcurrió de manera rápida llena de risas. Habían pasado desde comer comida de perro, hasta beber una malteada de huevo.


Pero no tenía idea de lo que sucedería cuando llegara el turno de la pequeña.


-Reto que tío Calum y tía Tabatha se besen -se movió hasta llegar detrás del sofá y desde allí sacó una caja. -Si lo hacen se ganan estos deliciosos cereales y si no, serán míos. -sonrió de tal manera que su diente inexistente se hizo partícipe de su plan macabro.


La chica la observaba con los ojos como platos, mientras que Calum se le hacía la boca agua de tan sólo ver la imagen que traía impresa la caja de cereales.


Un reto es un reto.


Y ambos estaban dispuestos a hacer cualquier cosa para ganarse la caja de honey stars.

cereal ✧ cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora