¿Tienes un dragón?

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Íbamos camino al búnker 9 y nos adentramos en el bosque. Una vez dentro, pude observar que este lugar es grandísimo.

Leo me mostró el Argo II; es impresionante cómo pudo haberlo construido, y tiene una cabeza de dragón en la proa.

—¿Está viva? —pregunté, señalando el dragón.

Leo asintió.

—Es Festus, mi dragón. Antes era un dragón completo, pero hubo un accidente —dijo Leo, saludando con la mano al dragón que nos miraba.

El dragón soltó un crujido de su boca, y Leo se sonrojó; al parecer, puede entender lo que dice Festus.

......

—Vamos, es hora de que vayas con Percy a que te enseñe a nadar —dijo Leo, viéndome.

—Me gusta pasar tiempo contigo, pero si no apareces, Percy va a hacer un escándalo. Conociéndolo, es una drama queen —dijo Leo, riendo.

—Estoy cansadaaaaa... no quiero... me duele la rodilla —dije, lanzándome a sus brazos dramáticamente. Al parecer, eso es de familia.

—¿Qué rodilla? —preguntó Leo.

—Y me duele mucho el codo... Y tengo que ir al baño —dije, haciéndome la que se desmaya y sacando la lengua.

Leo rodó los ojos, divertido.

—Sube —dijo, poniéndose de espaldas.

Así que subí a su espalda, y me llevó todo el camino al lago, donde Percy me iba a enseñar a nadar.

—Sabes, Leo, te adoro —dije, recostando mi cabeza en su hombro.

—Se aprovechan de mi nobleza —dijo de forma dramática.

Hubo un silencio y reímos.

Todo el campamento nos miraba y susurraba cosas, en especial la cabaña de Afrodita.

Al parecer, no les importaba si podíamos oírlos.

De lo que decían los gringos, solo pude entender que mencionaban un nombre: Lena. Lo demás no entendí; se escuchaba como "washi washi wa".

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