࣪ ָ֢ ⋆ Without ִ Makeup ˛˛ HyunHo ''

U 6#✧

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El menor no podía apartar la mirada de la ropa que su amigo elegía, sus ojos reflejando una mezcla de confusión. Los estampados de tonos neutros y los detalles infantiles se mostraban sin un orden aparentemente lógico. Felix le había insistido, más bien obligado, a ir de compras a una tienda cara.

No era solo una cuestión de pesadez, aunque se malinterprete, su situación económica era todo menos estable.

—¡Mira esta, tiene a Spiderman!—exclamó el rubio, acercándose con la prenda en la mano, su rostro iluminado por una sonrisa de orgullo mientras le mostraba su elección.

—¿Enserio piensas que soy capaz de colocarme eso?—Suspiro, brindándole una mirada de desaprobación a Felix, saliendo rápidamente de la tienda antes de que este pudiera articular algo.

El rubio devolvió la prenda a su lugar con cuidado y se despidió amablemente de las dulces empleadas, disculpándose por el comportamiento de su amigo.

Hyunjin era consciente de que su reacción no había sido la adecuada, pero se sentía justificado. ¿Cómo no enojarse cuando Felix lo había obligado a llegar a gastar su dinero sin ninguna razón?

—No, Felix, no compraré nada hasta que me expliques qué está pasando.—volteo para enfrentar al rubio. Necesitaba una respuesta.

—Bien, no te lo quería decir, pero supongo que no dejaras de insistirme.—Metio sus manos en los bolsillos de sus pantalones, sacando su teléfono para buscar algo, generando más intriga en el menor.

El rubio luego de unos minutos mostró la pantalla de el movil, con una reservación de un restaurante reflejada en el mismo.
Alzó una ceja, y antes de responder el rubio hablo.

—Es para una cita con Minho, el me pidió que no te dijiera, pero no me quedaba de otra.—Dijo lo más calmado posible, tal vez si lo decía de otra manera el menor se desmayaria, justo como lo hizo en el momento—¡Jinnie!

**

Por otro lado, Lee se encontraba caminando con su amigo por todas las tiendas de ropa habidas y por haber, por petición de el mayor. Minho apenas prestaba atención a los bullicios que les rodeaban, no podía creer que era popular hasta en el centro comercial.

—Tenemos este conjunto de diseñador, formal y elegante. ¿Desea otro color? —preguntó la empleada, mientras desplegaba una serie de trajes, demasiado formales para el gusto de Minho.

Changbin se inclinó hacia la empleada, susurrándole que los dejara un momento a solas. Lee había permanecido en silencio desde que habían entrado a la tienda, y la tención se empezaba a hacer notable.

—¿Pasa algo, Min? Pareces perdido en el país de las maravillas.—Expreso con preocupación, luego formando una cara de horror—No me digas, ¿Te metiste de esa hierbita?

Minho soltó una carcajada.—¿Hierba?—A veces se cuestionaba el tipo de amigos que había escogido. No lo culpen, sus amistades siempre eran algo excéntricas para su comodidad. Negando con la cabeza, se dejó caer en uno de los sillones que el local ofrecía para probarse zapatos o, simplemente, para mayor comodidad.

—El que debería hacer las preguntas aquí soy yo.—comentó Minho, rodando los ojos en el proceso—En mi opinión, tengo el armario demasiado lleno.—Se recostó sobre el mueble, y Changbin imitó su acción, sentándose a su lado en complicidad.