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Sus palabras me tomaron por sorpresa, pero seguía sin entender el porqué de alguien como yo le gustaba. No era una ganster o algo así, no tenía tatuajes, me encanta el chocolate, era muy risueña y no era tan fría como era él, solo el único lado malo que tenía es que cuando me joden, yo también los jodo, soy muy rencorosa, no puedo vivir sin ser algún tipo de karma en persona.

Y también que me gustan los ositos cariñositos, nadie sabe eso, es mi secreto.

—La verdad no sé qué decirte, me tomas por sorpresa siempre con tus actitudes y tu cara de "No tengo ninguna expresión"

Patrick se quedó en silencio, solo sentía su respiración, se alejó un poco para volver a vernos de nuevo y esta vez sacó su sonrisa caracterizadora, me extrañaria si no lo conociera ya, pero claramente sé y de lo que puedo deducir, es que es solo una máscara, parece solo un antifaz para que los demás no reconozcan ese verdadero yo. 

Ahora que lo pienso, cambiamos de actitud muy rápido, antes estaba con las chicas diciéndoles que con el tipo este nada que ver, equis y que era un cero a la izquierda, pero ahora ya estoy acá en algún tipo de escena sexosa que no quisiera que se terminara pero aún así se va a terminar, el problema es, ¿Quién de los dos va a tomar la iniciativa de salir de aquí cuando se ve que ninguno se quiere ir? 

No sé cómo será Patrick de novio, pero me imagino que es de eso que te sacan a media clase solo para decirte lo mucho que te extraña y que quisiera fundirte la mazorca en el campus debajo de las escaleras.

Volví a verlo, no quería hacer nada más que quedarme ahí, pero ya era hora de alejarnos del lugar o los otros empezarían a sospechar de donde estaba. 

—Oye...Nos tenemos que ir Patrick...

—Bien...Solo porque tú me lo pides.— Me bajo de su pecho y ahora quede más baja de su altura, como era habitual.

Al organizarme la ropa y tratar de desenredar mi cabello un poco, noté una palmada en mi trasero con demasiada fuerza, el idiota me volvió a nalguear.

—¡Hey! No es gracioso cuando lo haces con demasiada fuerza, eres un pervertido eh.— Traté de alejar su mano mientras me reía un poco pero era imposible, la mano estaba cosida en mi pantalón—¿Eh? ¿Por qué no se quita la mano?

Me gire hacia Patrick, esta vez tenía algo diferente en él, tenía los ojos rojos como si estuviera en llamas y su piel estaba descuidada, era como si estuviera tan enfermo que se quedó calvo y desnutrido.

"¡¿Pero que mierda?!" Pensé una vez que se acercó a mí rápido, me quite de ahí tan apresuradamente que no me di cuenta que aún la mano estaba cosida a mis pantalones, estaba tan nerviosa que no sabia que hacer. "¿Cómo y cuándo sucedió esto?" No importaba el desastre que estaba haciendo, lo único que me importaba es que esa cosa me trataba de morder y hacerme daño. 

—¡Patrick por favor! ¡¿Qué es lo que te pasa?!— No respondia, solo seguia manoseando mi gluteo donde estaba la mano, me sentí asquienta porque estaba haciendo algo que no quería y me estaba comenzando a incomodar el como me tocaba. 

Estaba pensando qué hacer para detenerlo y empecé a observar rápidamente el lugar, vi unas tijeras en el estante de al frente, comencé a caminar más rápido. Las atrapé pero sentí el cuerpo de Patrick caerse encima mio, por lo que ya estábamos en el piso y las tijeras cayeron un poco lejos de mi. 

Patrick comenzó a lamer mi mejilla hasta bajar lentamente por mi cuello, ahí sí sentí el miedo más asqueroso que sentí en mi corta vida. Casi lloraba por lo que estaba haciendo, pero sabía que no era tiempo de lamentos y me dispuse a alcanzar las tijeras. 

Cuando finalmente las alcance, trataba de abrir mi camisa para ver mis pechos, más asco me dio que además de las tijeras, agarre un envase de desinfectante y se lo eche en todo los ojos. Esto lo dejo desconcertado mientras que trataba de limpiarse los ojos con su otra mano. Aproveche ese momento para quitar el pedazo que se supone y estaba pegado a su mano, dejándome libre de él. 

Lo empuje con mi pies, haciendo que se cayera hacia un lado lejos de mí y pude girarme para ponerme de pie e ir hacia la puerta. 

Lastimosamente no estaba con tanta suerte, porque a cada paso que avanzaba, la puerta se alejaba más y más, hasta llegar a crear un largo pasillo hasta está. Maldije en mis adentros y no tuve otra más que correr; Cuando sentía que ya lo estaba logrando, Patrick me alcanzaba con sus pasos de zombie y me agarró el antebrazo, tirándome al suelo con un simple jalón, trate de zafarme pero me era imposible, ya estaba encima mio tocándome y lamiéndome toda la cara. 

Grité hasta más no poder por si alguien me escuchaba, pero no dio resultados; Empecé a llorar por el miedo que tenía y porque no quería que esto fuera más allá de donde estaba la situación. 

Cuando creí que lo iba a hacer, paró de repente y me hizo mirarle los ojos. Aquellos ojos que tenían el color rojo intenso como la sangre y susurró "Deberías cuidarte de mí"

Vi una luz como esas que dicen ver al final del túnel con un silencio escalofriantemente incluido, pero de repente todo se oscureció...

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Pequeña Estúpida || Patrick HockstetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora