Capítulo II Ojos color miel

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Pasaron los meses, Darla continuó su vida, su rutina, sin distorsionar absolutamente nada.

Se levantaba cada día a las 7:00a.m desayunaba algo rápido y francés, tomaba su café y se iba a su trabajo.

Darla era editora en una revista de modas en París, ella había logrado con mucho esfuerzo este puesto. Ya que es un trabajo que por lo general lo obtienen los franceses.

Voz de narrador: -Pero, ¡Un momento! -Entonces eso quiere decir que Darla, no es francesa.

-Efectivamente, no lo es.

Darla nació en México, justo al lado de las aguas cristalinas del Caribe, en Cancún Quintana Roo. Ya por herencia tenía una piel bronceada, unos hipnotizantes ojos color miel, cabello ondulado y largo, un cuerpo sexy sin necesidad de hacer ejercicio porque simplemente tuvo una excelente genética.

Su madre era mexicana, su padre español. Ambos se conocieron e hicieron una hija increíble, inteligente con una mezcla de Europa y América Latina, que sin duda se hace notar. Porque Darla no pasa desapercibida por ningún lugar donde camina.

Darla estudió moda en la capital de México; el famoso DF.  Hizo una especialización en periodismo y escritura clásica en Madrid, donde logró conseguir una pasantía en París, para una exclusiva revista llamada Adore y dónde le tocó aprender el francés, cosa que igualmente siempre le había fascinado y allí obtuvo el puesto de editora en tan solo 2 años de trabajo.

Lo cierto es que; Darla estaba súper enfocada solamente en su carrera, no tenía tiempo de conocer a nadie, más allá de lo profesional. Pero como su pasión siempre fue escribir. Conoció un día una curiosa App de cartas que le había parecido una simpática forma de conocer gente en todo el mundo y lo mejor de todo sin ningún compromiso.

Darla nunca fue la típica chica que soñó en casarse o tener hijos. Ella supo desde el primer momento que se graduó que sería la tía cool de la familia que solo traería regalos en navidad.

Y así lo cumplió, por años su madre le preguntaba que -¿cuándo iba a conocer a alguien? -Que quizá un francés le había robado el corazón y ella no había dicho nada. Pero la realidad es que no, Darla no salía con nadie, tenía su enfoque solamente en su trabajo.

Era Marzo, estaba casi terminado el invierno, los árboles comenzaban a mostrar sus nuevas hojas verdes, también se veían pequeños brotes de flores por la ciudad, cosa que en París se ve simplemente espectacular. La ciudad seguía ruidosa. Las personas iban de prisa. Darla estaba pasando por una situación difícil con respecto a una mudanza inesperada, sentía mucho estrés.

A mitad del mes ya había logrado mudar y organizar todas sus cosas.

Se sienta en su sofá, mirando su alrededor y por una extraña razón coge su teléfono y entra nuevamente en la App de cartas y mira otra vez ese mensaje del "Chico misterioso" se pregunta qué pasaría si le responde, total ella sin duda tiene más cosas que contar que él, y seguro su carta le parecería interesante (pensaba ella).

Se sienta cómoda en su puff color rosa que le regaló su tía favorita, y se propone a escribir:

Hey, chico misterioso.

Te respondo finalmente, honestamente no lo hice antes, porque la verdad no me sentí muy a gusto con esto de las cartas, y conocer personas nuevas, pero ahora que tengo el tiempo quise darme una oportunidad.

Te comento que estoy en plena mudanza, fue un gran estrés todo este tema, no quiero ni contarte lo horrible que es mudarte a un tercer piso sin ascensor. Pero así es Paris, ¡Oh lala Bella Paris!

Soy una persona un poco cerrada, la verdad no sé qué más decirte si no te conozco. Pero puedo hablarte un poco de París si gustas.

¿Qué haces para sobrevivir en este mundo lleno de impuestos y gastos?

¿Por Qué sientes que te identificas con hacer muchas cosas a la vez? ¿Es malo? O es una virtud (ríe).

Los videojuegos, no son lo mío, siento que esa etapa la quemé hace mucho tiempo, ¡Sin ofender eh!

¿Qué hay de lindo en tu ciudad? ¿Es turística?

Justo en este momento estoy viendo a través de mi balcón un hermoso árbol, pero no tengo idea de su nombre solo sé que se está comenzando a poner rosado. ¡Que maravilla, me gusta ese color!

Hasta pronto,

Darla.

La carta se envía, y Darla hace un ruido extraño y piensa en voz alta.

-¡Euhhh! que carta tan SOSA seguramente va pensar que soy una mujer aburrida, treintona, que vive con gatos. (aunque no sea el caso) la verdad Darla tiene solo peces, ella siente que no tiene el tiempo ni para cuidar una planta, pero los peces le apasionan así que tiene 2 Escamas y Pulgas.

Narrador: (vale, seria mejor no preguntar por aquel nombre del pez)

Cherry BlossomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora