Capítulo 11 ¡Fui un cobarde!

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La noche en la que darla leyó esa última carta, fue una noche muy calmada, había pasado momentos perfectos con sus amigas, de esos momentos increíbles que le llenan el espíritu a cualquiera. 

Así que no importaba lo que estaba escrito allí, por alguna razón este hombre misterioso volvió para darle una explicación, que posiblemente era mentira, pero ella de todas formas quería saber de qué trataba. Justo después de 3 meses sin ningún tipo de contacto, aparecia este correo con lo que "parecía" una explicación, y Darla solo quería cerrar ese ciclo y entender.

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Darla, Quiero ser muy honesto contigo, pero en el fondo siento que no tiene caso todo lo que voy a decir o que incluso te puede importar muy poco. 

La verdad es que estoy roto, estoy completamente jodido, y estoy tratando de salir de un hueco del cual, entré hace un tiempo, y lo hice por decisión propia, nadie me ha obligado a nada. He tomado muy malas decisiones en mi vida, así que la única manera de seguir adelante es dando la cara a todos mis problemas.

¡Fui un cobarde! Si lo acepto, fui un cobarde al darte mi atención, mi cariño y al fin y al cabo huir, como siempre he sabido hacerlo. Detesto no poder haber dicho nada, y solo irme, como solo lo harían los hombres que le faltan bolas.

Yo estaba consciente de lo que estaba haciendo contigo, la verdad es que fue REAL, no inventé absolutamente nada, sentí cada palabra, sentí todo, incluso en la distancia, y yo sé que entiendes de lo que estoy hablando, y a pesar de todo esto, me largue de tu vida, como un cobarde, como solo lo pueden hacer las personas sin un mínimo de de empatía.

No quiero culpar a mis traumas, o los problemas psicológicos que sabes que tengo, no quiero culpar a más nada que a mi mismo.

Yo sé la increíble persona que eres, y se me hace un nudo en la garganta escribir todo esto, sabiendo que puedes estar odiándome, con todo tu ser, y lo entiendo. No merezco nada mas que tu desprecio.

Y no voy a pedirte perdón por esto, por que sé que no lo merezco.

Me atreví a escribirte, porque todo el mundo merece una explicación. Y a pesar de todo, no busco nada más, no pretendo nada, solo decirte la razón de mi ausencia.

Estoy yendo a un Psicólogo en este momento, está ayudándome en muchos aspectos de mi vida, espero que de verdad yo pueda encontrar la paz que tanto busco, y para ti, solo deseo la felicidad que tanto te mereces, no es un adiós, si me das un poco de tiempo, vendré a ti, volveré y podremos quizá hablar como antes, pero hoy, ahora mismo no tengo tiempo ni ganas para este tipo de cosas, eres increíble pero tengo muchos asuntos por resolver.

Un gran abrazo, Keith.


-Auch, eso dolió. 

Darla se sintió... ¿cómo explicarlo con palabras? Vacía...??

Si fue un chapuzón de agua fría directa en su cara, donde la hacía despertar y se daba cuenta de lo que realmente estaba queriendo decir entre líneas este chico.

No me interesas.

Así, claramente. 

Por muchos problemas que puede tener una persona, por muy mal que la esté pasando, no huyes de alguien que te gusta realmente, no te vas sin decir nada, como si la otra persona no valiera nada.

Esto solo puede hacerlo alguien cuando tu interés es "cero", pero no sabe cómo decirle a la otra persona. Así que es más fácil jugar a ser cobarde y huir.

Darla apagó su teléfono, y se fue a meditar. La meditación era la llave perfecta contra la ansiedad, y este correo le había despertado un poco la ansiedad que estaba apagada hasta el momento.

Existen dos formas de reaccionar ante el rechazo o precisamente a un correo de este estilo desde la persona que te gusta:

-Cuando sufres de ansiedad, pueden despertar miedos e inseguridades, sobre todo cuando hay traumas del pasado sin resolver.

-Cuando estás sanado, o en proceso de sanar  de todo aquello que pudo ocasionar un malestar mental; un correo como este lo aceptas, agradeces y te marchas.

Lamentablemente Darla, estaba pasando por la segunda opción y toda esta situación le despertó una bestia que se encontraba dormida, ella se sentía tan mal mentalmente, que ni ella misma lo sabía, pero lo descubrió con el tiempo.

Los síntomas eran claros, y eran presentes cada día. 

Darla sonreía menos, no tenía ganas de ir a trabajar, prefería quedarse en casa que salir con amigos, no quería saber absolutamente nada sobre relaciones, amistades, familia no quería ver a nadie, estaba encerrada, sola, en su mundo, creyendo que un rechazo era permanente,  y que ella no era suficiente para nadie.

Ella pasó un par de meses en ese estado de trance, en el mismo ciclo, todo era repetitivo, hasta que tuvo la mejor decisión de su vida: Ir al Psicólogo. Y poder de una vez por todas contarle absolutamente todo lo por que estaba pasando y lo que había sucedido años atrás en su vida, porque la verdad todo puede marcar un antes y un después en una persona.

Cada persona está viviendo una batalla diferente, ser amable no cuesta absolutamente nada, tener empatía y ponerse en el lugar de la otra persona es incluso gratis. 

Si alguien te gusta: demuéstralo. Si una persona no te interesa: dile que no estás disponible. Pero crear falsas ilusiones, incluso aparentar amor solo por obtener atención, eso puede ocasionar heridas que son difíciles de sanar. Cada historia individual puede ser diferente para cada persona según sus heridas y experiencias vividas. 

Actos que parecen pequeños, como desaparecer de la vida de alguien sin dejar una explicación, puede desencadenar resultados terribles en una persona que no se encuentra estable.

Esta es una de tantas tristes realidades que pasan muchas personas a diario, a causa de la falta de responsabilidad afectiva que tienen algunos adultos. 

Seamos honestos y aprendamos a cerrar ciclos, sea lo que sea, las personas tienen derecho a saber porque te vas de sus vidas. 

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