Gracias A ti

16.2K 1.1K 200
                                    


(Cassie)

Después de tantas peleas, miradas asesinas e insultos, Newt y yo éramos los mismos amigos idiotas de antes.

Lo había extrañado demasiado, cada día.

Cuando me pidió perdón, una gran parte de mí fue de pura alegría, aunque la otra era mi parte rencorosa, no quería perdonarlo tan fácil, pero el cariño que le tengo me ganó.

Cuando se trata de Newt, es imposible llegar a tener rencor.

Apreciaba mucho a Newt, y sabía que estaba arrepentido de lo qué había pasado, su lenguaje corporal me lo decía.

Me quedé hablando un rato con Chuck, Minho y Alby. Estos últimos cuando me vieron, me abrazaron fuertemente, pero no más que aquel niño.

Cómo yo no tenía sueño por haber dormido las veinticuatro horas o más, fui al bosque a escondidas cuando ellos fueron a dormir, teniendo en cuenta que era una muy mala idea cuando escuché como alguien pisaba hojas al caminar.

Me levanté silenciosamente e intente correr hacia atrás, pero cuando lo hice choqué con algo, provocando que caiga al suelo.

—¡Newtie! Que gusto verte aquí, bonito. —dije con una sonrisa inocente al ver su cara.

—Son las once de la noche, Cassie. ¿Qué demonios haces aquí? —preguntó con algo de enfado. Pensé en qué decir, hasta que se me ocurrió lo perfecto.

—Lo mismo que tú.

—¿Vienes a orinar? —sonrió y yo hice una cara de asco, maldiciendome internamente por haber dicho eso.

—Que asco, Newt —el soltó una carcajada.

—Es broma, en realidad vine a enterrar un cuerpo —habló de lo más normal, puse una cara intranquila, pero sabía que también bromeaba. —Solo quería pensar, Cass...

—¿Cass?

—Tu me tienes mucho apodos. Newtie, Rubio, ricitos de oro... ¡oh!, casí lo olvido. También idiota —fue señalando uno por uno con sus dedos.

—Amas esos apodos —dije entre risas. Vi como sonrío a pesar de la oscuridad.

—A ti también te empezaré a decir por muchos apodos... Como Novata, enana, Cass... ¿Que te parece que te diga también Cassiesita? — sonreí negando con la cabeza.

—Dime casita.

—¿Eres una casa o que? —río aquel rubio.

—Soy tu casita —dije acercándome más a él con una enorme sonrisa.

—Claro que no eres mi casita, Cassie, cállate ya—me acerqué más a él y puso su mano en mi cara empujandome levemente. Yo reí ante eso.

—Cállame —vi como se puso nervioso al escuchar eso.

Escuchamos algunas voces y nos miramos asustados.

—Ven, vamos a otra parte. —murmuró agarrando mi mano con mucho cuidado para no lastimar mis heridas.

Caminamos silenciosamente hasta llegar a un río algo pequeño, pero era el más grande del área.

Nos sentamos en un árbol mirando esas aguas claras.

—¿Cómo estás, Cass? —preguntó con un tono de voz tranquilo.

—En este momento estoy bastante bien, ¿tú? —hablé en el mismo tono de voz que el.

—Muy bien, gracias a ti —lo miré confundida.

—¿Gracias a mi?

Gracias a ti pude encontrarme, Cassie. Pude entenderme. —me sonrió. Me acerqué más para tomar su mano y el no se negó. —Pero ahora necesito que tú te encuentres, Cassie, déjame ayudarte para que vuelvas a ser tú, Hazlo por ti. —yo no contesté, aunque yo quería encontrarme sabía que sería difícil.

THE MAZE RUNNER 1: Running For You ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora