La Sopa

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Me quedé hablando con Newt un tiempo, era muy cómodo hablar con él, a decir verdad

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Me quedé hablando con Newt un tiempo, era muy cómodo hablar con él, a decir verdad. Pero el hambre comenzó a llegar a mi cuerpo, no había comido nada desde que llegué de la caja.

Newt notó aquello y me acompañó a la cocina. Le pidió a Sartén amablemente que nos sirviera el desayuno. Todas las mesas estaban llenas, todos me miraban con una sonrisa, la sonrisa que odiaba. Newt se dio cuenta y solo apuntó hacia una mesa donde solo estaba el chico asiático que antes estuvo hablando con nosotros.

—Ve a sentarte allá, ahorita voy —pidió, señalando la mesa.

Yo no lo pensé mucho y caminé al lugar dónde el chico se encontraba. Cuando llegué, Minho me miraba confundido.

—¿Me puedo sentar? —le pregunté.

Se formó una sonrisa en su rostro y me asintió.

—Se que todos aquí pueden ser idiotas, pero también hay unos que no son tanto —comentó con la misma sonrisa.

—Cómo Newt —dije en voz baja.

El pudo escucharme y me regaló una sonrisa pícara, lo volteé a ver y entendí la sonrisa, a lo que negué rápidamente.

—No, no lo mal entiendas. Newt se a comportado muy bien conmigo, pero me sigue cayendo mal por sus sonrisas. —Me defendí rápidamente.

—Pero si yo nunca dije nada —dijo todavía sin borrar su sonrisa —. ¿Y por qué te fijas tanto en la sonrisa de Newt?

Le iba a contestar, pero de reojo miré que Newt se acercaba.

—¿Puedo saber de que hablaban? —preguntó antes de sentarse cerca de Minho.

—De nada. —respondí de manera rápida. Él me miró confundido.

—A la novata le gusta tu... —Minho no terminó de hablar, ya que le pegué por de bajo de la mesa y el se quejó.

—¿Eh? —el rubio seguía confundido.

—Nada, que te sientes a comer —interrumpí, mirando mal a Minho.

A pesar de que solo había hablado muy poco con aquel chico asiático, podía notar que me llevaría muy bien con él.

El se sentó y me dio mi comida; Sandwiches, una naranja y un vaso de agua.

Seguía comiendo hasta que sentí la mirada de Newt clavarse en mi pecho.

—¿Que ves? —interrogué volteandolo a ver.

El se asustó y dejó de verme.

—Nada, es solo que... Ese collar no lo tenías antes —contestó, dirigiendo sus ojos a su comida nuevamente.

—Ah, lo encontré en el baúl, tiene una «J» en el anillo, pero no se por qué...

—Es lindo —comentó sin mirarme.

THE MAZE RUNNER 1: Running For You ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora