○ ✬『 Cɑpítʋlσ 𝟽 』 ✬ ○

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Un golpe enérgico en la puerta despertó a Ryeo Wook. Se movió y empezó a subir de entre Kyu Hyun y Ye Sung cuando Kyu Hyun puso una mano para detenerlo.

—Quédate aquí— dijo. —Voy a ver quién es.

Se levantó y rápidamente tomó algo de ropa antes de caminar hacia la puerta. Ryeo Wook se sentó, y Ye Sung se inclinó a su lado mientras él se esforzaba por ver quién era.

—Mis disculpas por molestarlo, pero tengo un mensaje urgente para Cho Kyu Hyun y Kim Ye Sung.

—Soy Kyu Hyun.

Ryeo Wook lo vio tomar algo, y luego dio un paso atrás en la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Estudió su rostro mientras abría la hoja de papel doblada que el mensajero había entregado. Y entonces su corazón se hundió cuando vio su expresión oscurecerse.

— ¿Qué es?— Exigió Ye Sung.

—Tal vez nada—, murmuró Kyu Hyun. —Es un mensaje de Kim Gura. Quiere que lo llame lo más pronto posible.

Ye Sung frunció el ceño.

— ¿Qué demonios podría querer?

—Eso es lo que necesito averiguar— Echó una mirada de disculpa a Ryeo Wook. —No tomará mucho tiempo, bebé. Ye Sung y tú vístanse y vayan al restaurante. Nos veremos allí tan pronto como haya terminado.

Wook tragó saliva y asintió con la cabeza, aunque no pudo librarse del miedo que apretaba su pecho. Fuera lo que fuese, tenía la sensación de que acababan de terminar sus vacaciones. Kyu Hyun desapareció por la puerta, y él se sentó por un momento, la preocupación persistiendo en lo más hondo de su ser. Ye Sung le tomó el hombro y le dio un beso a un lado de su cabeza.

—No pongas esa cara, cariño. Sea lo que sea, Kyu Hyun lo arreglará.

—Sí, es bueno arreglando cosas— dijo él con voz débil.

Se deslizó de la cama y fue al baño a tomar una ducha rápida. Cuando salió, Ye Sung estaba sentado en la cama, completamente vestido, esperándolo.

—Voy a estar en un minuto— dijo. — ¿Por qué no te adelantas así no estaremos retrasados para nuestra reservación.

— ¿Estás seguro?— Preguntó.

Ryeo Wook asintió y sonrió.

—Tengo hambre, y he estado esperando por la cena todo el día. Odiaría perderla porque lleguemos cinco minutos tarde.

Se puso de pie y tiró de él en sus brazos.

—Está bien, pero no tardes.

Cuando se fue, eligió su ropa y se ocupó con su pelo y algo de maquillaje. Por qué, de repente, era tan importante para él verse bien, no estaba seguro; pero lo hacía sentirse mejor, más seguro. Como si la pintura sobre una máscara lo hiciera mejor preparado para lidiar con lo que estaba por venir.

Diez minutos después, salió de la habitación del hotel y se dirigió hacia el vestíbulo. Después de detenerse en el mostrador para saber exactamente en qué parte del hotel estaba localizado el restaurante, comenzó de nuevo su camino.

Mientras caminaba por el pasillo ramificándose desde el vestíbulo, oyó la voz enojada de Kyu Hyun. Se detuvo abruptamente frente a una de las salas de conferencias. La puerta estaba entreabierta, y era obvio que Kyu Hyun estaba vociferando encolerizado. Ryeo Wook se inclinó lo más cerca de la puerta posible sin empujarla para abrirla.

—No hay nada más importante para mí que este acuerdo— dijo Kyu Hyun lacónicamente. —Nada. Todo lo que tenga que hacer para garantizar la confianza, será hecho.

La tercera rueda se revelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora