日 - | 3 |

3.8K 359 43
                                    

Confusión

¿Era real lo que había escuchado?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Era real lo que había escuchado?

No quería creerlo, solo habían pasado unos cuantos días desde que tu cuerpo reaccionó un poco, eso había resultado una muy buena señal por que por fin habías despertado.

Pero ahora no quería que fuera cierto las palabras que te escuchó débilmente pronunciar, una mala sensación lo recorrió hasta tensar sus músculos y provocó que su mente se pusiera totalmente en blanco.

Habías despertado luego de tantos meses de que estuviste en coma, por fin miraba el color de tus ojos y su brillo en ellos, esos ojos que nuevamente lo miraban a él, pero lamentablemente ahora lo miraban con confusión.

Quería negar aquel pensamiento de que no lo reconocías y que quizás fuera por que te encontrabas desorientada por todo al repentinamente despertar.

Sin embargo no vio cambios en tu expresión, eso realmente le preocupaba.

Tus ojos se desviaron del hombre con una marca peculiar en su frente para visualizar débilmente tu alrededor, la escasa luz del atardecer te ayudó un poco para que tus ojos no dolieran y pudieras recorrer cada esquina de ese lugar con la esperanza de poder reconocer aunque un cosa.

Pero no sucedía.

El extraño diseño en las maderas de las extensas cuatro paredes de esa habitación no lograbas reconocerlas, había más camillas en ese lugar y te desconectaba el por qué, más por que tú estabas sobre una de ellas.

Tus músculos por una extraña razón estaban entumecidos y adoloridos ya que te diste cuenta al querer moverte, pero era poco lo que podías hacer, además de que el hombre de peculiares aretes hanafuda seguía sin romper el contacto contigo desde un principio.

Pareció darse cuenta y eso lo sacó de sus profundos pensamientos, poco a poco retomó su postura hasta quedar sentado a tu lado en la camilla donde estabas acostada.

Tus sentidos poco a poco volvían, la audición lentamente comenzaba a regresar a ti al igual que el olfato y comenzaban a hacer su función, pero ninguna era tan desarrollada como tu sensibilidad del tacto.

Podías sentir como al exterior de ese extraño lugar los árboles se mecían suavemente por el ligero aire del atardecer, sus hojas chocaban entre sí y creaban un tranquilo sonido al ambiente, lograbas percibir todo eso, hasta el tranquilo latido de tu corazón.

Lograbas percatarte poco a poco del exterior de esa habitación, se escuchaban pasos de varias personas yendo de un lugar a otro y te daba curiosidad saber la razón.

— ¿Estás bien? — preguntó logrando sacarte de tus pensamientos. Él seguía sin comprender lo que pasaba.

El sonido de su voz te aturdió un poco a pesar de ser suave, pero al no estar aún acostumbrada a tu alrededor fue por eso que te sentiste así.

AMNESIA || Yoriichi Tsugikuni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora