AMNESIA || Yoriichi Tsugikuni

日 - | 4 |

Un rayo de sol

Sería muy difícil para él y sabía que no era el único en sentirse de esa manera, una pérdida de memoria no es algo fácil de asimilar y menos cuando compartiste muchos momentos junto con esa persona tan importante para ti.

Los kakushi y él escucharon que no recordabas nada, ni tu familia, amigos o siquiera algo de lo que te sucedió antes de quedar en coma, de hecho, les dijiste que no sabías la razón del por que habías quedado en ese estado por varios meses.

El entumecimiento de tu cuerpo había sido por esa razón, pero con el paso de los minutos todo mejoró y tu hablar fue siendo más normal por la ayuda de los kakushi ahí presentes.

Tu estado era algo muy peculiar y extraño, tu pérdida de memoria había sido ocasionado por el fuerte golpe en la misión, que tú claramente no recuerdas, aunque también estaba la cuestión de que no la habías perdido totalmente.

Los recuerdos antes de quedar en coma no existían en tu mente, aquella misión, las personas y tu alrededor eran totalmente desconocidos para ti. Esa era la cruda realidad para Yoriichi ya que a él tampoco lo reconocías.

Pero por otro lado, pudiste poco a poco volver a hablar, mover tu cuerpo, comprender lo que hacían y decían los demás, hasta podrías llegar a hacer cosas por ti sola cuando tuvieras una buena recuperación.

Los recuerdos se habían ido de ti y quizás con ellos unos cuantos sentimientos, ya que reaccionabas diferente a las cosas que te decían los kakushi, tenían un poco de esperanza en que tu semblante radiante y amable volviera a ser como antes.

Además, solo algunas cosas básicas permanecieron en ti.

Luego de checar tus reflejos, sentidos y más cosas te trajeron algo para que pudieras cenar, sabían que era lo primero que debías hacer después de haber pasado mucho tiempo sin ingerir alimento, en todo ese lapso de meses de estar en coma solo te mantenían con vida por el suero inyectado a tu cuerpo.

Había un plato de Udon y un vaso de té en la pequeña tabla de madera que habían puesto sobre tus piernas, tus ojos miraron los palillos en la bandeja y tus manos tomaron los palillos de madera que había a un lado, eso tu cuerpo recordaba como hacerlo.

Tus mejillas se sonrojaron un poco al sentir la comida a tu boca, su sabor era muy bueno y pensaste que nunca lo habías comido. Aunque era todo lo contrario, solo por lo dicho anteriormente no lo recordabas.

Una ligera sonrisa se hizo en tus labios y seguiste comiendo lentamente, el chico kakushi presente suspiró tranquilo ya que se comenzaba a dar cuenta de lo que si y no podías hacer.

— Será mejor dejarla descansar, Yoriichi-san — le dijo el chico kakushi acercándose poco a poco a él, Yoriichi se había quedado un poco cerca de la camilla donde estabas ya que los demás kakushi se encontraban aún viendo si hacías algo más.