no siento nada ante lo cotidiano

724 47 18
                                    

Teniendo una mañana como todas las demás; tan aburrida similar a su rutina habitual, levantarse, comer, estudiar, limpiar, leer y dormir. Levantarse, comer, estudiar, limpiar, leer y dormir, diciéndose esto una y otra vez en su mente, mientras reposaba su cabeza en la ventana del auto bus siendo este ultimo el que la llevaría a su preparatoria; la cual no es que fuese la peor, solo que no era muy gratificante ver a los mismos ñoños  desesperados por la mas mínima atención femenina, siendo lo contrario a los deportistas descerebrados que trataban a las mujeres como royos de papel usados; no importando sus sentimientos, apariencia o estatus social. Estando peor las que creían que la escuela, no, el mundo les debían todo lo que ellas supuestamente se merecían.
Pero bueno, si así podía garantizar su entrada a la universidad; solo le quedaría esperar pacientemente, agradeciendo ocasionalmente alguna corta interacción que no involucrase, pedir trabajos, dinero, comentarios despectivos, o alguna cita con obvias razones que solo un hormonal no podría disimular. Aunque milagrosamente las 3 últimas mencionadas fueron dejando de surgir, solo ganándose la reputación de una ignorante, muerta de hambre, y una zorra, solo porque ante todas aquellas interacciones respondió lo más amable que pudo, que no se sentía cómoda. Pero no le importaba en absoluto, si solo así podría tener algo de tranquilidad; pues lo agradecería como fuese, de todas formas; los que tenían verdadera noción de su entorno eran personas agradables, lástima que ellos eran parecidos a ella, gente introvertida con sus propias ocupaciones. Las cuales no parecían tener mucho interés en entablar una amistad o algo cercano con ella, o mucho menos con otras personas, pareciéndole un poco gracioso; estaba sintiendo ganas de tener algún amigo después de mucho tiempo?. Negó con su cabeza, era ridículo, quien se enfocaría en tener amigos después de casi 5 años de tranquila soledad?, quizás era una mera empatía a causa de sentirse un poco identificada con ellos de alguna u otra forma. pero aunque quisiese con todo el corazón, igualmente lo vería como una pérdida de tiempo; ya que le quedaba bastante poco para dejar de tener su tan anhelado "tiempo libre", y no le gustaría decepcionar nuevamente a alguien que le tuviese "esperanzas" a ella; una comelibros, gótica, y si se miraba en el reflejo del autobús halagaria  y maldiciria el hecho de ser igual a su madre, ósea heredar sus rasgos finos; junto a sus encantos, si es que se le podía decir así a la causa de que aquellos pubertos de 16 la buscasen.

-señorita; ya llegamos a su preparatoria-dijo el conductor con la intensión de traerla de regreso a la tierra.

Se sorprendió un poco, usualmente demoraba mas en el recorrido que en otra cosa.

-Maurís?-pregunto con algo de desconcierto en su vos al ser sacada de las nubes.

-que sorpresa, la pequeña Haiku se distrajo de una de sus obligaciones?-

Puso su cara seria, después de todo no le podía decir nada a el mejor amigo de la familia sabiendo desde muy joven como era su sentido del humor.

-solo estuve pensando en algunas cosas-tal vez esa era la razón por la cual era tan corto el viaje.

-ok señorita, si no fuera una molestia podría pensar a la hora de estar estudiando?-.

Ella suspiró. Tenía razón-“si si sí lo que digas”-se levanto-nos vemos el domingo- le dijo al mismo tiempo que bajaba del auto bus; solo para reanudar su suspiro; solo que este era más largo que el anterior. Por fin llego el viernes, día que muchos ansían, no siendo lo mismo en su caso, porque alegrarse por la esclavitud a manos de la tarea?, era algo que aun no podía entender.

Aunque le daba curiosidad la ignorancia; no tenia que enfocarse por eso en este momento, las clases empezarían dentro de poco; y lo último que quería era llegar tarde a la aburrida clase de historia.

Dio rienda suelta a su caminar

-mientras más rápido llegue ; será menos probable verlo –pensó ella al recordar a la causa de sus desquites en su mayoría internos.

-tal vez no tenga tanto conocimientos sobre crepúsculo, pero no es muy normal ver a una como tú por aquí, ya que si mi memoria no me faya las vampiras no pueden estar en el sol

Detuvo su caminar.

-por favor; solo no le hagas caso-se dijo para sí misma en un intento de calmarse, aunque le costaba enormemente, siempre costaba.

-no sé que quieras ahora, pero lo que sea no es de mi interés, y aunque lo fuera de todas formas seria perder el tiempo-exclamo Haiku a la vez que volteaba a ver a la dueña de aquella voz-pero incluso tu tan increíble mente seria capas de confirmarlo, O no?-dijo con un tono que reflejaba su sarcasmo tan notorio.

Antes de que la conversación llegara a un extremo mayor la gótica reanudo su camino.

-nos vemos Flor, ojala que tu “brillante ” mente sea lo suficiente a la hora de el examen de hoy, el cual conociéndote; probablemente ni si quiera te tomaste la molestia de estudiar más a ya de un informe sacado de una página cualquiera de la cual no tengas forma alguna  en recordar la mitad de lo poco que leíste-.

Al entrar al curso solo seguiría con lo que tenía pendiente, lo cual era tratar de escuchar lo menos posible a sus “compañeros”, claro; si es que se le podía decir así a lo que parecían niños atrapados en cuerpos de perdedores. Pero bueno de todas formas el maestro de historia ya avía llegado con la intención de calmar a sus para su des gracia compañeros, lastima que el imponía tanto respeto como una fanática de BTS.

-Si es que alguien tiene la intención de prestar!–fue interrumpido al recibir una bola de papel directamente en su rostro.

-enserio?-pensó bien empezaron las carcajadas, ya se lo esperaba de todas formas, siempre era igual cada que alguien similar ingresaba al curso; no importando lo fastidiosos que podían llegar a ser en algunas ocasiones. Con gran fastidio suspiró para seguido exclamar en un susurro-será un día largo, muy muy largo-.

En mi perspectiva Eres un tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora