Las Chicas De La Banda

53. Adictivos

                              Nicol

Después de esa larga y emocionante noche, llegamos a mi casa un poco agotadas.

-Fue una gran noche

- ¿Te divertiste?

- ¿Qué si me divertí? – me tomo de las mejillas antes de darme un beso – fue a mejor noche

-Y hoy también va hacer un gran día, ya veras

-Contigo a mi lado, todos los días son espectaculares – sonreí antes de besarla

-Iré por un vaso de agua, ya vengo

-De acuerdo

Creí que iba acompañarme, pero agradezco que no lo haya hecho. Cuando llegue a la cocina saque el pequeño pastel que hornee por la tarde, abrí las gavetas para sacar una velita y el encendedor, le coloque la vela encendiéndola, tome un tenedor antes de salir de la cocina.

-Oye amor...

Se detuvo al verme con el pastel en la mano, sonreí

-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños mi amor, feliz cumpleaños a ti – ella sonrió mientras negaba – Pide un deseo – alzo una ceja, pero obedeció, cuando apago la vela ella sostuvo el pastel y le aplaudí – Feliz cumpleaños mi amor – dejo el pastel de lado para tomarme de la cintura y acercarme a ella

- ¿Ya me darás mi beso de cumpleaños? – fruncí mi ceño

-Si ya te di besos de cumpleaños – ella rio

-Pero quiero todos los que tengas para ofrecerme hoy – le di un pequeño beso

-Todos los que tú quieras – conteste antes de volvernos a besar

-Gracias

-No tienes nada que agradecer, quiero que tu cumpleaños sea agradable ente año

-Contigo si lo será

-Te quiero – me dio otro beso – ¿Lo vas a probar ya?

- ¿Lo hiciste tú? – asentí - ¿Y no quemaste la cocina? – la miré mal provocando que empezara a reírse – es broma

Le tendí el tenedor, esperé ansiosamente su reacción, ella probo el pastel sin ninguna reacción aparente, hasta que después de unos segundos abrió sus ojos como platos y luego me miro, luego miro el pastel, y de nuevo a mí.

- ¿Qué?

-Sorprendente – provo otro poco – esta bueno

-Cocino cosas ricas, aunque no quieras creerlo

-Ahora veo que es verdad – siguió comiendo el pastel – Wooo, Brown. Sí que esta bueno

-Gracias

-A ti, por esto y por todo

No lo comió todo porque a Alex no le gusta lo dulce y aparte porque era muy tarde para comer cosas dulces. Después de guardar el pastel nos dirigimos a mi habitación, me cambie, me cepille, cuando regrese a mi cama ella estaba con un brazo en su cara, apague la lampara y me acosté a su lado, cuando me sintió quito su brazo y me abrazo haciendo que colocara mi cabeza en su pecho.

-Es el mejor inicio de cumpleaños que he tenido

-Espera a ver en la tarde – empezó a subir y bajar su mano por mi espalda
No hablamos de nada más, escuchaba su respiración calmadamente y sus latidos tranquilos, por sus movimientos estaba a punto de quedarme dormida.

- ¿Brown?

-Mande – murmure en el mismo tono que ella

- ¿Podemos quedarnos aquí por siempre?

-Claro mi amor, si así lo quieres

-Me das tanta tranquilidad – sonreí

-Es mutuo

No volvió a pronunciar nada después de eso

-Buenas noches mi amor – dejo un beso en mi cabeza

-Buenas noches amor

A la mañana siguiente me levanté con la mejor vista que pude haber deseado. Aparte un par de cabellos de su cara. Estuve mirándola por un par de minutos más hasta que la vi sonreír

- ¿Por qué siempre despiertas temprano? – su voz sonaba ronca

-Porque no estoy acostumbrada a dormir tanto

-Pues vete acostumbrando Brown, no me gusta madrugar – me reí

-Eso lo se

Me alejé de su lado para levantarme, cuando me senté para estirarme ella me tomo de la cintura para acostarme de nuevo a su lado haciéndome reír.

-Vamos a quedarnos un rato más

-Tengo que ir a hacer tu desayuno de cumpleaños

-Se me ocurre algo mucho mejor que un desayuno – sentí mis mejillas arder

Dejo un beso en mis mejillas, luego otro, otro, y otro más, hasta dejar un rastro de besos por mi cuello.

-Tenemos que ir a desayunar – se empezó a reír

-De acuerdo, vamos – le di un ultimo beso antes de levantarnos de la cama

Al llegar a la cocina mi familia se encontraba ahí

-Buenos días familia

-Alex, feliz cumpleaños – mi madre me ignoro completamente para abrazar a mi novia – que se te cumplan todos tus deseos

-Gracias suegra

-Hola papá – me abrazo

-Buenos días cariño

-Al menos alguien aun me quiere en esta casa – él rio al escucharme

Me senté a desayunar mientras mi padre y mi hermano felicitaban a mi novia.

-Junto a tu madre tenemos planeada la comida de hoy por la tarde – mamá comenzó a plantearnos la idea del día – o ¿prefieres que sea una cena?

-Lo que ustedes hagan está bien

-Pero es para ti, por tu cumpleaños

-Mamá

-Mereces una buena celebración

-Mamá

-Convivir con nosotros esta bien, pero nos acoplamos a lo que tu digas

-Mamá – sentí la mano de Alex en mi pierna

-La comida me parece una buena idea

-De acuerdo

Y así continuo el desayuno, entre mi madre planteándole todo

- ¿Se divirtieron a noche? – pregunto mi padre una vez que terminamos de desayunar

A mi novia se le formo una gran sonrisa

-Nos la pasamos increíble y dimos un concierto al último momento

-Y por esa cara puedo deducir que todo salió de maravilla – asintió

-Nos la pasamos increíblemente bien la verdad

-Vieras visto papá, muchas personas desconocidas aclamando las canciones de Alex y las chicas a todo pulmón

-Es lo que se merecen, sus canciones son buenas

-Gracias por esas palabras

-Bueno, nos pasamos a retirar, nos vemos al rato mamá

-Que tengan un lindo día

-Gracias

Una vez que salimos de la cocina me coloque el suéter ante su atenta mirada, tome su mano para salir de mi casa. Una vez afuera el frio de diciembre nos abrazo a ambas

-Cada vez la temperatura baja más
-Y seguirá así por mucho – asintió

-Fue muy lindo el detalle del desayuno de parte de tu madre

-Sabes que ellos te adoran

-Lo sé – le agradecí en cuanto abrió la puerta de su casa – Llegamos

-Mi amor – Margot abrazo a su hija – Feliz cumpleaños

-Gracias mamá

-Nicol – me abrazo – siempre es un gusto verte

-Siempre es un gusto para mi venir

- ¿Desayunaron ya?

-Sí, con los padres de Nicol

-De acuerdo

-Estaremos en mi habitación

Alex no me dio tiempo de responderle a su madre ya que me había tomado de la mano para subir las escaleras hasta su habitación.

-Bueno, ¿Qué quieres hacer? – me senté en su cama

-Nada en especial – fruncí mi ceño

-Es tu cumpleaños

-Lo sé – miro su teléfono – es solo un día más solamente que este viene con felicitaciones – saqué mi teléfono – bueno no, en este tú estás presente como cuando éramos niñas – sonreí

Ethan