Doce

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Jeongin mira la televisión sin prestarle verdadera atención. Falta una hora para que tenga que recoger a Sohee del colegio, salió de trabajar antes de lo que pensaba y ahora no sabe muy bien qué hacer. Casi le resulta divertido pensarlo, si aún trabajara en el supermercado estaría entrando a trabajar y saldría a las nueve, sin tiempo para él ni para estar con su niña.

Cuando Hyunjin fue encarcelado, los padres de Jeongin contactaron con él y hablaron durante horas. Retomaron su relación, ellos adoran a Sohee y actualmente Jeongin trabaja en la librería de su padre. También agradecía que su psicóloga le hubiera animado a terminar los estudios, apenas se había graduado hace unos meses pero sentía que había cerrado una etapa de su vida. Sohee y él podían vivir bien con su sueldo y lo que ganaba haciendo ayudando a Chris (quien le pagaba, por mucho que Jeongin intentara rechazar el dinero) con la pastelería sustituyendo a estresado-por-el-ascenso-que-puede-que-no-me-den-aunque-soy-el-que-más-trabajo-en-la-empresa Seungmin.

— ...No voy a volver a hablar del caso Hwang—dice una voz en la televisión, y Jeongin levanta la vista, encontrando a Lee Minho, el policía que ordenó su arresto hace cuatro años—. Dejen de insistir.

Jeongin apaga la televisión al instante, conmocionado. No quiere volver a ver a Lee Minho, ni a Han Jisung, ni siquiera a Seo Changbin. Porque sí, recuerda los nombres de todos y recuerda con perfecta claridad cómo eran, y no quiere ver a ninguno otra vez. y sólo se pregunta de vez en cuando cómo estará Seo Felix, quien fue su abogado.

Él lo ayudó mucho mientras estaba retenido, entonces Sohee era prácticamente una recién nacida y Jeongin se habría vuelto loco si no fuera por el australiano. Se pregunta qué será de Heungmin, Minjun y Taeri -porque no ha olvidado sus nombres, claro que no-, se pregunta si Felix se acordará de Jeongin con el mismo cariño con el que él lo hace y si podrían ser amigos. En unas semanas será el cumpleaños de Sohee y Jeongin imagina a los tres niños de Felix, los tres con las pecas del abogado y el pelo negro de Seo Changbin, siendo amigos de su hija, correteando y riendo juntos.

Evidentemente esto no pasará, porque no ha visto a Felix desde que el juicio acabó, y duda seriamente de que lo vaya a volver a ver alguna vez. Jeongin se levanta de la silla y abre un libro, leyéndolo sin prestar verdadera atención.

Mientras sus ojos deambulan sobre el océano de tinta anota mentalmente que debe hablar con Seungmin y Chris sobre el cumpleaños de Sohee. Tampoco es que vaya a hacer mucho, los padres de Jeongin vendrán y sus amigos también, que se encargarán de hacer la tarta. Seguramente tenga que invitar a un par de compañeros de clase de su hija, si ella se lo pide, y por consiguiente a los padres de estos; lo que le hace preguntarse si también debería invitar a Heeseung. Siente arder mejillas al pensar en él y se lo reprocha, no debería ponerse así, seguro que Heeseung no siente lo mismo. Él también tiene hijos y apenas se divorció hace un año, seguro que volver a tener pareja es el último de sus pensamientos. Se muerde el labio inferior. Pero si quiere volver a tenerla, me ofrezco voluntario.

Quizá se esté comportando como un adolescente hormonal que experimenta su primer crush, pero le da igual. Heeseung es empático, amable, cariñoso, lee mucho, tiene cultura, es un padre excelente, responsable y además sabe hacer galletas de chocolate. Es todo lo que ha buscado siempre en una relación desde...Oh, Hyunjin. De repente se da cuenta. ¡Se ha olvidado de invitar a Hyunjin! Vale, sí, Jeongin tiene la totalidad de la custodia de Sohee, vale, sí, apenas se han visto en los últimos meses, pero eso no significa que vaya a impedir que participe en la vida de la niña que al fin y al cabo sigue siendo su hija.

Recuerda cuando se quedó encinta, cuando aún eran pareja, antes de que los arrestaran. Evoca los momentos juntos, evoca ese tiempo y todo lo que pasaron. Cierra el libro y se pone de pie, irá caminando a la escuela y por el camino le comprará un hotteok a Sohee.

Piensa en que podría estar al lado de Hyunjin ahora mismo, pero ese pensamiento sólo le produce fascinación por lo mucho que pueden cambiar las cosas en tres años. Sale por la puerta.

Nunca pensó que lo diría, pero no echa a Hyunjin de menos.

Honest [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora