Ocho

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—Los resultados de Hwang estarán en unas horas —dice Felix, Changbin asiente sin decir nada y el pecoso sabe que está molesto.

Sí, tanto él como Changbin querían arrestar a Hwang Hyunjin igual como los demás, sí, Changbin era el primero que quería llegar hasta Choi Yeonjun, pero no de esta forma. Minho y Jisung habían seguido a Hwang, lo habían fotografiado entregando droga y posteriormente lo habían perseguido hasta su casa con una patrulla, donde habían arrestado también a Yang Jeongin por haber ocultado repetidas veces a la policía que sabía dónde estaba Hwang Hyunjin.

Habían conseguido su objetivo desobedeciéndolo, actuando como si les diera igual su opinión y su autoridad. Felix se sentía decepcionado con sus amigos, y se imaginaba lo traicionado que se sentiría Changbin.

—Ha pedido un abogado —le informa un agente, Changbin le da las gracias y mira al australiano sonriendo débilmente.

Su esposo está preocupado por la niña, y Felix lo sabe. Le besa en la mejilla.

—Yang estará bien —dice para tranquilizarlo.

—Lo sé —responde Changbin—. Estará contigo.

Intercambian una última sonrisa antes de que el abogado desaparezca por el pasillo. Mira la sala de interrogatorios, respirando hondo antes de entrar. Al otro lado, Yang Jeongin entierra la cabeza entre sus manos esposadas, tirándose del pelo. Levanta bruscamente la mirada cuando oye que la puerta se abre. Felix entra en la sala y se sienta en la silla de enfrente. Jeongin se deja caer encima de la mesa sin mediar palabra, Felix carraspea antes de comenzar.

—Heungmin, Minjun y Taeri.

Es lo primero que dice. El contrario no responde.

—Son los nombres de mis hijos, ¿no son bonitos?

Todo el desinterés e indiferencia de Jeongin desaparece al instante, aunque trata de aparentar que no. Felix sabe que el menor está empatizando con él.

—Heungmin tiene seis años —continúa Felix—. Minjun cumple los tres el mes que viene, y Taeri cumplió el año en abril.

Yang aprieta los dientes, posiblemente pensando en la niña de la que le separaron al arrestarlo.

—¿Cómo se llama tu hija? —Pregunta con naturalidad, como si estuvieran charlando en una reunión de padres del colegio.

—Sohee —responde Jeongin sin dejar de mirar la mesa—. Yang Sohee.

Felix sonríe, aunque le inquieta un poco.

—Es muy bonito, y poco común —comenta—. Como una flor única.

Jeongin hace un amago de sonreír.

—Era el nombre de mi abuela.

El menor de los Seo asiente y mira sus papeles, sin presionar al interrogado, que al cabo de unos minutos de duda se dirige a él.

—Tú...¿tú sabes si mi hija está con mis padres?

El corazón de Felix se encoge, no tiene valor suficiente para responder, pero tiene que hacerlo. Si los papeles se invirtieran, él haría lo que fuera por saberlo.

—Está bajo la custodia de los servicios sociales —contesta, hablando despacio—. Pero sólo hasta el juicio.

Yang se muerde el labio inferior y mira a la mesa reteniendo las lágrimas.

—Después...después irá...¿a una casa de acogida? —Pregunta nuevamente con la voz temblorosa.

Felix sonríe abiertamente, ha llegado el momento de pasar a la acción.

Honest [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora