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Wanderer estaba agradecido, realmente agradecido de que la gran cantidad de remolinos marinos hayan dejado de aparecer hace ya varios minutos, porque el viaje ya se estaba demorando más de lo esperado para la tripulación.

Hace pocas horas habían haber llegado al mar de la nación del viento, solo quedaba ir al puerto que estaba algo más adelante.

El viaje por completo no fue muy corto, mayormente por el hecho de que la tripulación estaba algo más relajada que de costumbre gracias a la salida en la ciudad de Liyue hace unos días, eso hizo que el camino sea calmado y lento, ya que no tenían tanta prisa pues a lo que iban todavía le faltaba tiempo para llevarse a cabo.

Bajo el cálido sol de Mondstadt y su refrescante brisa fue que finalmente el barco llegó a su destino. Un reluciente día para comenzar a bajar todo lo que la embarcación tenía para abrir negocio con algunos comerciantes de la zona.

Llegada la una de la tarde fue que bajaron anclas y penas arribar en el puerto todos comenzaron a preparar las cosas para salir a ritmo de cada uno, Wanderer estaba listo para irse sin dar aviso, algo muy descortés, pero natural para él. Intentaba seguir su camino sin detenerse mucho en lo que no consideraba esencial.

Por sorpresa del destino fue detenido antes de bajar, una mano se poso en su hombro llamándole la atención y parando su paso por completo.

—Oh amigo, ¿te vas sin más? —No iba a negar que ya no se sentía como una voz conocida quien le hablaba, pero al verle la cara no le quedaba nada más que responder a esa persona por quien conoció la embarcación.

—Voy a visitar la nación, tal vez los vea en algún sitio. —Le respondió con un tono algo monótono sin darle una gran importancia, había conocido a personas de las que el viajero habló junto a sus aventuras, y ya estaba algo más calmado respecto al tema, aunque se sienta algo insatisfecho con sus interacciones.

—Claro... estaremos en Mondstadt unos días, probablemente te veamos. —Razonó el chico musitando para sí, dejando al de sombrero rodar los ojos sin ser visto al ver que el hombre ni siquiera había analizado eso, sin embargo no es como que esperaba otra cosa.

No dijo nada más y se fue dejando al joven ahí pensando solo, exactamente no sabía dónde ir, esa nación era demasiado tranquila para su gusto así que pensó en ir a la ciudad a ver qué podía hacer, naturalmente preferiría estar viajando por los bosques, pero esa nación y apenas habia enemigos entre los bosques.

Por más  que no había nada que lo frenara en ese momento, ningún otro conocido en los alrededores o similar, sentía que algo estaba perdiendo de alguna manera al irse tan rápido de esa embarcación.

"¿Debería darle una oportunidad?" Mas eso solo quedo como un simple pensamiento.

Fue avanzando el camino dudando de algo que desconocía, tenía un sentimiento de haber olvidado algo que lo tenía intranquilo.

No tenía pena alguna en dejar el barco sin estima alguna al no dejar rastro... en realidad eso sería lo natural, ya que mientras subía algunos empinados montes no podía dejar el pensamiento de que tal vez debió decir algo más a aquellos humanos que le resultaron interesantes. ¿Era el respeto de conocer a personas que participaron en la aventura del viajero, tal vez? No entendía que pensaba, no estaba seguro de estar satisfecho de lo que obtuvo en sus intercambios de palabras con esas dos personas resaltantes

Se desvío del camino al ver un gran acantilado que llamaba su atención, parecía agradable por más que no haya nada realmente especial, no estaba muy cerca, pero si hacía uso de su visión podía llegar ridículamente rápido a ese sitio.

No pensó mucho en eso y comenzó a dirigirse al lugar, juntándose al rededor suyo varios animales debido a la brisa que generaba utilizar su visión para alcanzar tal zona algo alejada.

Sentimiento Humano // KazuscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora