Cap 7

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—¡A cubierto rápido!— ordenó la sanadora levantando un muro más.

Llevaban ya unos minutos enfrentándose con sus copias del universo omega, el plan era que Reyna acabará con ellos, pero ya rápido cómo se aproximó, una bala de gran calibre le atravesó el pecho, y con lo agotada que estaba Sage, le era imposible regresarle la vida justo ahora, por lo que tendría que resistir un poco más, al menos hasta reunir suficiente fuerza para traer de regreso a la latina.

—¡¿Quien diablos trae un rifle de francotirador a la mitad del desierto?!— comentó la alemana mientras desplegaba su confiable torreta a un costado del muro.

—Fade— llamó la sanadora.

Asintiendo, la cazarrecompensas invocó una esfera de sombras en su mano derecha y la arrojó sobre el muro, logrando detectar a cuatro enemigos justo antes de su observador fuera destruído.

—Falta alguien, eran cinco hace rato—

—Por favor que no sea Yoru, por favor que no sea Yoru—

Cómo si el universo, o uno de ellos le respondiera a la joven ingeniera, una esfera brillante estalló justo frente a sus rostros. En el último segundo, la sanadora logró cubrirse los ojos y levantar su arma, en cuanto el trota portales salió de su dimensión, intentó sacar su arma, pero Sage fué ligeramente más rápida y tiró del gatillo justo a tiempo para herir fatalmente a su enemigo y evitar que este asesinara a Killjoy.

—Eso estuvo demasiado cerca, gracias— comentó la más joven del grupo.

—Cuando quieras, bien, uno menos, somos tres contra cuatro— hizo una pausa y respiró profundamente, canalizó su poder en sus manos provocando que estás comenzaran brillar levemente mientras ella las movía fluidamente —...es hora de igualar las cosas—

En el instante en que la luz verde se asomó sobre su muro, los invasores comenzaron a dispararles tanto cómo fuera necesario para tirar abajo la barrera.

—Humm, gracias corazón ¿de que me perdí?—

—Logré acabar con uno, pero su francotirador aún nos mantiene a raya—

—Bien, Killjoy, despliega tu domo, vendrán con todo por nosotras o correrán cuando eso pase, sin importar qué, Fade, los quiero ciegos y sordos— la vidente de sueños asintió en aceptación de sus órdenes y se preparó —yo me encargaré del resto— Reyna se quedó en silencio un momento al ver el brillo en su pecho —...Ling, si ves que eso puede repetirse, quiero que me vacíes un cargador en la cabeza—

—Reyna—

—No está a discusión, si ves que pierdo el control de nuevo, me dejas como colador, puedes traerme devuelta cuándo recuperes energía—

—Entiendo, no me fascina la idea, pero lo haré—

Con una sonrisa ladina, la morena asintió, revisó el cargador del arma que traía Yoru y dió la señal para iniciar su plan.

—¡Oh por favor!— gritó al verse atrapada allí —¡¿Si sabes que ahora no es el mejor momento para esta mierda?!— le gritó a la figura, que sabía estaba a sus espaldas.

—No hay razón para preocuparse, el trabajo que debe hacerse, se cumplirá—

—Genial, ahora soy la máquina homicida que va en automático ¿que puede salir mal? quizá esta vez si mate a Ling y devore las almas del resto—

—En cuánto tu cuerpo esté fuera de peligro, dejará de moverse, esto es más importante—

—¿Qué quieres?—

—Lo diré una última vez... entrégate a mi, por completo—

—Ya he dicho que eso jamás pasará—

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