Cap 11 - Final

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—Sabes que yo no hablo Taka taka—

Estaba segura de haberla escuchado, aunque talvez solo era su mente jugandole una broma nuevamente, quizá una ilusión de lo que más anhelaba antes de que su vida terminara, pero aquel tacto en su mejilla se sentía tan real, tan cálido, incluso lograba sentir leves cosquillas cuando las uñas de la morena acariciaban su rostro con suavidad.

—¿Acaso no piensas mirar me corazón?— nuevamente su voz.

Lentamente, temiendo que todo fuera un truco de su mente, abrió los ojos, rezando para no encontrar una imagen de su amada a punto de acabar con su vida.

Parecía que sus plegarias habían funcionado pues en frente de ella estaba ella, su pecho brillaba fuertemente con aquel tono púrpura, pero eso era todo, podía distinguir cada copa de su ropa, su piel era hermosamente morena, podía distinguir sus aretes dorados, sus ojos habían vuelto a la normalidad, sus labios con el tono que siempre se ponía y leve sonrisa plasmada en estos.

—Hola mi amor—

—¿Zyanya?... tu... ¿realmente eres tú?—

—¿Cuántas como yo conoces? sin contar a mi clon malvado— definitivamente era ella.

Algo adolorida, estiró su brazo y le acunó el rostro.

—Volviste... realmente volviste—

—Nunca me fuí a ningún lado Ling—

Con algo de esfuerzo, está vez fué Sage quien se acercó y unió sus labios por un momento, luego dejó que su cabeza chocara contra el busto de la morena y comenzó a soltar algunas lágrimas.

Reyna simplemente se limitó a acariciar su largo y sedoso cabello, mientras la sanadora lograba calmarse.

—¿Qué fué lo que te pasó?— finalmente preguntó luego de estar un rato en la misma posición.

—Digamos... que estaba lidiando con mis demonios internos... parece que tendrás mucho trabajo de momento ¿no?—

—¿De quién crees que es la culpa?— respondió con total parsimonia, disfrutando de aquel gesto que hacía tanto no sentía.

—Supongo que debo disculparme contigo entonces—

—¿Solo conmigo?—

—Si, si los maté fué porque me querían matar que se jodan esos cabrones—

Al final, seguía siendo la misma Zyanya que conocía, así que se limitó a rodar los ojos negando con la cabeza pero riendo un poco de aquel comentario.

—Aqui Sage a todos los agentes sobrevivientes, finalmente la situación está bajo control, aquellos en condiciones, ayuden en la recolección de cuerpos y llevenlos al congelador..—

Las órdenes de la sanadora fueron interrumpidas cuando Reyna recordó que aún tenía su comunicador desde la misión en Bind.

—Ey Sabi, mejor traerle unos calzones a tu niña, creo que se orinó del susto que le dí—

—Pudrete, te hubieran enviado con la abuela Coco— fué la única respuesta que obtuvieron por el comunicador.

—Muy bien— habló la morena poniéndose de pie —necesito una ducha— dijo mirando sus brazos cubiertos de sangre —y dormir un rato... ¿vienes corazón?— ofreció tendiendole la mano.

La sanadora observó su entorno, el desastre causado por la granada, el cadaver de Omen en la entrada, Killjoy inconsciente a un par de metros, luego se vió a si misma, su ropa estaba sucia, y algunos de sus músculos dolían.

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