Si bien los ojos de Reyna le daban una enorme ventaja al momento de estar por completo en la oscuridad, también eran su mayor tortura en momentos cómo este, cuando la resaca era tanta que la luz la lastimaba y usar lentes oscuros era una perdida de tiempo pues sus ojos se adaptaban para ver todo claramente.
—Oye yerbatera ¿puedes curar la resaca con tus plantas mágicas?—
—No, ya lo intenté para Breach una vez—
La morena gimió en su lugar y decidió cubrirse cubrirse los ojos con el brazo, la voz de Brimstone de fondo solo la hacía sentir aún peor ¿por qué había escogido justo hoy para una junta de agentes?.
La risa de cierta joven de piel bronceada la hizo levantar un poco su brazo para ver qué sucedía. Solo a un par de metros de ella Neon estaba sentada junto a la vidente de sueños, quien parecía estar diciendo algo que le hacía gracia, inconscientemente una sonrisa se formó en sus labios, se alegraba por su protegida.
—¡Reyna!— llamó con fuerza Brimstone.
—¿Qué?— gruñó de vuelta, ese estúpido gritó solo empeoró su dolor.
—Decia que irás en una misión de reconocimiento a las cercanías de Bind—
—Claro—
—Irás junto con Fade, Cypher, Killjoy, y Sage será la oficial al mando—
Cómo si su resaca no fuera suficiente, ahora tenía que ir a una misión con ella... viendolo por el lado positivo, podría tener una charla con aquella mujer que pretendía a Neon.
—Cómo quieras ¿puedo largarme ya?—
—Adelante— suspiró el hombre.
Sin decir una palabra, la morena se puso de pie y salió del cuarto encubriendo lo mejor posible su malestar, se encerraría en su cuarto a dormir todo lo posible, ya la llamarían cuando fuera momento de salir.
Aún en su descanso para intentar disipar el dolor de cabeza, Reyna sintió cuando su puerta, que había bloqueado, se abría y alguien entraba en su habitación, fingió seguir dormida, quizá era uno de los agentes más jóvenes que venía molestarla con algo y todos ellos eran lo suficientemente listos para saber que no debían interrumpir su siesta. Sintió el peso extra sobre su cama y su mano se deslizó un poco hasta el arma bajo su almohada.
—No necesitas eso— le susurraron, un cálido aliento golpeó su oído y logró relajarla por completo en un instante, una mano atrapó su brazo y lo deslizó lejos del arma.
—¿Qué haces aquí Ling?— indagó aún con los ojos cerrados.
—Vine a ver cómo seguías, era obvio que te dolía la cabeza hace rato—
—Bloqueé la puerta—
—La clave es la misma de antes—
Reyna suspiró, recordaba haberle dicho que no le permitiera evitarla, pero jamás pensó que se metería en su cuarto y se acostaría junto a ella.
—Olvidé que te la había dado... ¿ya es hora de salir?— si bien la sanadora no respondió, la morena sintió claramente cómo negaba con la cabeza —entonces—
—No— la interrumpió —tu misma lo dijiste, que no te diera oportunidad de alejarme—
—Ling, no creo que justo ahora que tengo resaca sea el mejor momento para discutir esto—
—¿De verdad tienes resaca?—
Solo al escuchar esas palabras Reyna notó que su dolor había desaparecido casi por completo, y al tener la otra mano de Sage acariciando su cabello solo tuvo que conectar los puntos.
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Make You Mine
FanfictionLes dije que había una sorpresa. Para nadie en el protocolo es un secreto que Reyna se siente atraída por Sage, pero luego del incidente mucho parece haber cambiado.