John H. Watson (II)

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-Ya casi... Ya casi llego... –resoplaba John, sin dejar de correr. Desde que se despidió de Mycroft no había parado. Le ardían los pulmones... Pero entonces una melodía muy conocida interrumpió el relativo silencio nocturno de Londres.

Ah, ha, ha, ha, stayin' alive, stayin' alive.

(Ah, ha, ha, ha, sobreviviendo, sobreviviendo)

Ah, ha, ha, ha, stayin' alive.

(Ah, ha, ha, ha, sobreviviendo)

Moriarty en persona apareció delante del sorprendido John, moviéndose cual Mike Jagger. ¡Mejor, incluso! "Joder, eso es mover el esqueleto" pensó el aspirante a graffitero.

Well, now, I get low and I get high,

(Bueno ahora me deprimo y me animo)

and if I can't get either, I really try.

(Y si no puedo hacerlo, realmente lo intento)

Got the wings of heaven on my shoes.

(Tengo las alas del cielo en mis zapatos)

I'm a dancin' man and I just can't lose.

(Soy un hombre de baile, no puedo perder)

Y con un moonwalk final, Jim inclinó la cabeza y miró a John fijamente. Esperó un par de segundos para luego saludar a su alrededor al público imaginario y sonreír a los flashes imaginarios, mostrando su más encantadora y seductora sonrisa.

-Muchas gracias, gracias, sé que me lo merezco –agradeció sinceramente a la multitud imaginaria.

-Eh... ¿Moriarty?

-Hombre, Johnny-Pony. Qué sorpresa...

-Sí, eh... claro. ¿Estabas... bailando?

-Voy a ir a Broadway, claro que estaba bailando. ¿Qué te ha parecido?

-Pues que... eres... -John se arrodilló de repente a los pies de Moriarty- ¡ERES UN JODIDO GENIO! ¡De verdad, te admiro, soy tu fan número uno! –sacó un rotulador grueso de la bolsa de deportes y se lo dio a Jim.

-¿Quieres un autógrafo, verdad? –el único criminal consultor del mundo se pasó la mano por su engominado pelo, halagado.

-Sí, por favor –el exmilitar se levantó la camiseta- ¡Fírmame las tetas!

-No tienes, Johnny-Pony –Moriarty negó, disgustado por la idiotez de John.

-Cierto... -el rubio se llevó la mano a la boca, dudando. Hizo ademán de bajarse el pantalón pero Jim lo impidió.

-¡No! No-pienso-firmarte-el-culo. ¿Ok? –por la mueca de asco del criminal consultor se podía deducir que jamás había visto nada tan patético-. ¿Te parece bien la frente?

-Sí, mejor. ¡Así todo el mundo lo verá y se morirá de envidia!

Dicho y hecho. "JM es el puto amo" pasó a adornar la frente de John. Lo que ninguno de los dos sabía era que... bueno, que el rotulador... ejemera permanenteejem. Moriarty le devolvió el rotulador al alucinado John. Porque, ¿Cuánta gente consigue un autógrafo de una estrella (o futura estrella) de Broadway?

-Con razón Sherlock no se separa nunca de ti –reflexionó Jim-. Es realmente agradable que un ser inferior proclame admirar tu superioridad.

-¿A quién llamas ser inferior? –arrugó el entrecejo John.

-Por favor, mírate. Yo soy superior a ti: más inteligente, más guapo, más gracioso, mejor bailarín, mejor ******* (N/A: en la unión sexual de dos individuos. Perdonad el lenguaje vulgar, pero yo tan solo transcribo lo que sucedió)... Realmente, no eres nada.

-No, eh... -el aspirante a graffitero está enfadado, muy enfadado. Su nueva admiración por Jim cae en el olvido.

Todo pasa muy rápido. De repente el puño de John se mueve con gran fuerza y velocidad hacia el estómago de Moriarty. Éste suelta un quejido pero enseguida se rehace. John recibe un codazo en el esternón que lo deja un par de segundos sin respiración, el tiempo que necesita el criminal consultor para desaparecer. El exmilitar estornuda, se deja caer de rodillas al suelo y respira hondo. ¿Pero cómo ha podido admirar a ese desgraciado? Oh, oh... John está muy cabreado. Demasiado. Porque aparte de haberle considerado inferior en todos los aspectos, Jim ha intentado matarle. A él y a su mejor amigo (Sherlock Holmes, por cierto). Debe hacer algo para vengarse, para sacar toda esa rabia que hay en su interior. Y entonces recuerda algo. "Es tu primer graffiti, tu primera vez plasmando tus sentimientos más profundos a la vista de todo el mundo mediante el uso de aerógrafos" había dicho Mycroft. De modo que para transmitir esa furia, tan solo debía hacer un graffiti. Recordó a dónde se dirigía antes del incidente con el criminal consultor y volvió a correr.

Ahí estaba. Grande, majestuosa, de piedra. Era la pared ideal para un primer graffiti. No se había parado a pensar lo que iba a escribir o dibujar antes de llegar ahí, de verdad que no lo sabía. Pero su enfrentamiento con Moriarty le había dado una idea... De modo que cogió el espray negro, lo sacudió y escribió con letras bien grandes y gruesas:

FUCK MORIARTY

Perfecto. Era simple, directo. John ladeó la cabeza para observar mejor su primera "obra de arte". No estaba mal. Dejaba translucir la rabia del que lo había escrito, despertando sentimientos de odio hacia el tal Moriarty por parte del espectador. Simplemente magistral. Ahora debía firmar... Mmm... ¿Qué nombre artístico podía ponerse? ¡Oh, claro!

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Y así, feliz por haber hecho su primer graffiti y haberse vengado de Jim (matando dos pájaros de un tiro), John se alejó a buscar otra pared especial para hacer otra obra de arte. Sin duda, el muro de la Torre de Londres quedaba mucho menos soso ahora. 

Oh, shit!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora