ASFIXIA 窒息; HOPEV

Capítulo 13

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𝑨𝑺𝑭𝑰𝑿𝑰𝑨 | 𝑿𝑰𝑰𝑰

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Respingó cuando se dio cuenta que se encontraba detrás de la espalda de Hoseok, hundiendo la nariz en su fragancia por sobre la camisa blanca que se había dejado para dormir. Se alejó de inmediato dándose la vuelta y cubriéndose por completo con la pequeña frazada que le habían dado para la noche. Pensó que el gesto podía pasar desapercibido si fingía seguir durmiendo, pero la voz de Hoseok en un susurro le impidió la omnisciencia.

Lo sintió acomodarse lentamente a su lado y después lo escuchó —¿Señor Kim?

Taehyung canalizó sus nervios en la aprehensión de su labio inferior entre los dientes, quizás no debía voltear, pero moría de ganas por mirar. Giró sobre la cama otra vez. La conciencia de saber que compartían ese tipo de objeto le hizo aferrarse a la frazada y solo dejó sus ojos asomarse por sobre la tibia tela con timidez.

—Señor Jung —Murmuró lo suficientemente alto para que Hoseok pudiera escuchar. Temía en todo caso, romper con estruendo esa gentil atmósfera.

—Creí que se había dormido otra vez. —Su jefe le sonrió ligeramente. Taehyung a penas correspondió

—Necesitamos volver.

—Sí. Volver. —Escuchó el desánimo con el que aceptó sus palabras, pero en un santiamén resolvió su conflicto y preguntó: —¿Tiene hambre?

—En absoluto, ¿y usted?

—Creo que puedo soportar hasta Alas Rotas.

Levantarse de la cama fue extraño. Por primera vez, en mucho tiempo, fue consciente del cuerpo que se desperezaba a su lado. No tenía prisa por asearse y salir a la cocina porque de lo contrario alguien podría enfurecerse. Hoseok le dijo que la ducha la podían tomar una vez volvieran a la ciudad, pero debían apurarse si querían hacerlo antes del mediodía y ocupar la oficina.

No hablaron mucho y sin embargo Taehyung sintió el cambio de la dinámica entre los dos, incluso con su falta de respuesta. Jung Hoseok parecía no reprimirse en cuanto a atenciones se trataba, el cuidado con que su brazo todo el tiempo lo resguardó hasta llegar al auto no solo le hizo sentir nervioso, las miradas de Hoseok y su sonrisa cada vez que podía se hacían presentes sin importar quién estuviera ahí. Trató de justificar el hecho con la mentira que mantenían hasta entonces: estaban casados. Eran un alfa y un omega que podían compartir cama porque eran pareja. Taehyung no pudo reprimir la curiosidad por saber cuál sería el trato que les dieran si confesaran que en realidad no eran nada... Ni siquiera amantes... Uno entre los dos casado... El alfa gustando del omega sin importar el detalle...

—¿Taehyung, sucede algo?

La casera les miraba curiosa, Taehyung no había dejado de mirarla. Espabiló.

—No. Nada.

—Vámonos. He pagado.

—Gracias... Yo... —Silencio.

Bajo la presión de hacerse tarde, aceptó una pequeña caminata hasta el auto con el brazo de Hoseok impulsando desde la espalda. El alfa le abrió la puerta del auto. Taehyung apenas pudo mirarle y volver a agradecer en un susurro. Emprendieron viaje imperiosamente. Regresaron a Alas Rotas y ahí fueron recibidos por algunos empleados, se reunieron en una improvisada junta para poner sobreaviso de inaugurar el sitio cuanto antes. Finalmente obtuvieron un rápido desayuno en las nuevas instalaciones de la propiedad.