It's a fairytale I can't explain...
Full of words I don't know how to say...
And without a little twist of fate...
I know I'd still be searching, baby...
I swear that you've been sent to save me...
You're the only one that my heart keeps coming back to...
It's always been you, it's always been you...
Sana caminaba rapidamente. Quería que todos ya salieran, ella quería salir corriendo. Necesitaba salir. Otro rato más en ese avión y juraba que intentaría abrir una de las ventanillas sin importarle nada.
Algunos la miraban con molestia. Otros con extrañeza. Sana sólo miraba la salida, tan lejana aunque sólo faltaran 3 personas delante de ella.
Por otra parte, Tzuyu había enviado un mensaje a las chicas, su último mensaje por ahora.
"Gracias por hacer esto por ambas. No sabemos cómo vaya a continuar todo. El plan era que yo regresara a Taiwan y reportara cómo enferma. Ustedes son las únicas que saben dónde estamos, pero mientan, digan que en Japón o alguna otra parte del mundo. Sentimos mucho este desastre, yo lo siento mucho chicas, sé que nos esforzamos mucho. Estaré en deuda con ustedes toda mi vida. En cualquier momento haremos el desastre más fuerte y veremos qué ocurrirá.
Quisiera confiar en que no perjudicaremos sus carreras. Lo siento chicas. Las amo. Y amo tanto a Sana. Siempre me ha costado expresarme, pero ahora ya no perderé más tiempo con Sana.
Cuídense mucho. Estaremos en contacto."
- Deben admitir que esto sería un buen kdrama.- dijo Chaeyoung llorando.- dos chicas queriendo amarse, pero no pueden por sus carreras, sin embargo no se rinden y ahora están en Italia y van a llenarse de pasta, pizza y visitar villas italianas, tomar vino bajo la luna.
- Y tener mucho sexo.- expresó Momo llorando también.
- ¡Les gustas arruinar los momentos!.- les gritó Nayeon.
Todas se rieron, volvieron a ver el mensaje y sonrieron orgullosas.
- Las apoyaremos siempre.- dijo Jihyo, todas se miraron y asintieron.
Al fin había salido, se encontraba cruzando el túnel de abordaje para pisar el aeropuerto. Le cosquilleaba todo el cuerpo, las manos le sudaban, no paraba de morderse los labios, no paraba de sonreír debajo de la mascarilla.
Imaginó mil escenas de reencuentro y lo que vivirían de aquí en adelante.
Imaginó su futuro.
Esto es un cuento de hadas que ella no podía explicar.
Ponerse de puntas es todo lo que hacía, dando vueltas y vueltas buscando a Tzuyu.
- En buen momento tu altura no es suficiente, Chou.
Después de esto chocó con alguien.
- ¿Entonces no tenemos una linda diferencia de alturas? ¿necesitas que vea la forma de estirarme más?
Sana estaba de espaldas, rápidamente se dió la vuelta y vió como Tzuyu bajaba su mascarilla y le sonreía con ese hoyuelo que le volvía loca y esas sonrisas que se formaban en sus ojitos.
No lo dudó y saltó sobre ella. La alta la cargó.
- Vámonos Shasha, vamos a disfrutar de Italia y Europa, porque en mi hogar ya estoy desde que te conocí.
- ¿Por qué tan cursi, Chou?.- decía entre lágrimas aferrándose más.
- Te debo tanto amor, Shasha, tantos abrazos, tantos besos, tanto romanticismo. Te voy a enamorar cada día.
- Te juro que con sólo sonreírme haces que me enamore cien veces más de ti, y si las miradas embarazaran, ya tendríamos muchos Chous y Minatozakis por aquí.
Tzuyu río, tomó la maleta de Sana y comenzó a caminar aún cargando a Sana. Esta se aferraba cómo koala.
Antes de salir, Sana pidió una foto. Una de cuerpo completo, así con Sana cómo koala sobre Tzuyu y otra más de sus ojos felices.
Al llegar a casa publicaron la segunda foto, apagaron todo, se deshicieron de los celulares por ahora y se quedaron en su mundo.
Las chicas vieron todo y sólo dieron su apoyo, cada una en sus cuentas publicaron fotos de ellas individuales junto a la pareja y otras que les habían tomado a la pareja consientes o desprevenidas y una más en la cuenta oficial del grupo.
El desastre comenzó. Pero todas estaban bien. Y las chicas sabían que volverían, pero Sana y Tzuyu por ahora querían recuperar tiempo perdido antes de trabajar de nuevo.
En el pequeño departamento que se encontraban, acurrucadas cerca de la ventana, viendo como las calles italianas se humedecian por una leve lluvia.
Ambas se sentían tan bien, Sana entre las piernas de Tzuyu, acurrucada en su pecho y Tzuyu acariciando el abdomen de su chica haciendo círculos o corazones o escribiendo una t.
Sana se rió.
- ¿Quieres que me tatué tu nombre?.- pregunto la nipona.
- Prefiero hacerlo yo misma con mis besos todos los días.
Sana soltó un chillido de emoción y se mordió el labio al imaginar aquello.
- Me gustas tanto, Tzu.
- Eso es increíble porque tú también a mí.- amabas se rieron. Luego se hizo el silencio, hasta que Tzuyu quiso decir algo más.- esto es un cuento de hadas, lleno de palabras que no sabría que decir...
Sana se separó de Tzuyu, se giró y la miró. Tzuyu le sonrió y siguió.
- ...y sin un pequeño giro del destino, sé que todavía seguiría buscando, bebé. Te juro que has sido enviada para salvarme.
- Eres la única a la que mi corazón sigue regresando, Tzu...
- Siempre has sido tú.
- Siempre has sido tú.
Ambas con unas lágrimas en sus mejillas, se tomaron del rostro al mismo tiempo, riendo, eliminaron las lágrimas con sus pulgares y sellaron ese para siempre con un beso.
Al fin tendrían la vida que quieren, ninguna seguiría en busca de alguien más y ya no más saludos como si no se conocieran.
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Why
FanfictionI know a girl, she's like a curse We want each other, no one will break first So many nights, trying to find someone new They don't mean nothing compared to you Si no te agrada que se ocupe la imagen de estás idols para representar historias, mejor...