"Te dije que no quería estar contigo, pero era un invento porque le tenía miedo al amor".
...
Snixe siguió su caminata a solas, sin gorra, la camisa rota y una expresión neutral. Sus labios formaban una línea muy fina. Se encontró con varias personas en el camino, las cuales la veían despectivamente.
—No comprendo. Todo iba tan bien en mi vida, ahora es demasiado dramático. Es como jugar un juego otome siendo la protagonista —comentó y se detuvo a pensar, rió suavemente al escucharse—. Desde que los chicos aparecieron, supongo que me tocó vivir un drama así. Hay muchas cosas que han cambiado.
Continuó caminando sin poner atención a sus palabras.
Se supone que todo debe estar pasando para bien y de una manera dramáticamente romántica, no quedar como vagabunda andrajosa, pensó sin cambiar su expresión.
Quizás debía volver a casa. Estaba cansada, agotada mentalmente y tenía un trabajo que la esperaba al día siguiente.
Normalmente vivía de sus ahorros, pero años anteriores su ex novio la había convencido de tener un trabajo estable y así sustentar ambos la casa.
Snixe tenía los estudios terminados y estaba graduada universitariamente con la Licenciatura en Enfermería y cuidados integrales, pero no le gustaban los turnos de más de doce horas. Sus vacaciones habían terminado rápidamente.
Ni siquiera tengo ganas de trabajar, sopesó de mala gana. Caminaba sin rumbo, hasta que tuvo que cruzar una calle transitada.
Casi fue arrollada de no ser por alguien que gritó y la empujó lejos de la carretera.
—¡Disculpa! ¿Estás bien? —preguntó el individuo al verla tirada.
Gotas de sangre goteaban del brazo del sujeto. Snixe no había reaccionado hasta ver la sangre.
—Por Dios... ¿qué sucedió? —murmuró.
Un chico de altura media, gordito, de piel bronceada y ojos marrón la ayudaba a levantarse mientras se quejaba silenciosamente por el dolor.
—Casi te arrolla un auto. Ten más cuidado, ¿bien? Ya hay demasiados accidentes automovilísticos.
El chico sentía curiosidad por Snixe y su curioso cabello blanquecino. ¿Será teñido?, pensó.
Sintió su pulso detenerse al conectar su oscura mirada con la de ella.
Nunca había visto unos ojos bicolor, nunca había visto a alguien tan exótico. Sus mejillas se sintieron tibias y sus manos temblaban.
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Chocolate con fantasía
RomanceSnixe es fanática de los juegos otome a tal punto de obsesionarse de los personajes 2D. Los juegos lo eran todo para ella, hasta que, en uno de ellos encuentra un extraño minijuego que la hace desmayar, y cuando despierta, su mayor sueño se hace rea...