10 cosas que odio de ti - Jenlisa G!P

Capítulo 3

Inició el horario de clases del último curso de la escuela. Jennie debía ir a su clase de literatura, de la cual se encargaba el maestro Joss Wayar, alguien bastante joven para su ocupación, pero que igualmente era muy dedicado. Siempre trataba de que sus alumnos vieran desde su punto de vista algunos aspectos de la vida, como por ejemplo, cómo viven los extranjeros y las pequeñas minorías en grandes civilizaciones.

-atención, por favor, atención — comenzó a pedir el maestro Wayar. Una vez que vio a todos sus alumnos dentro del salón, ya sentados en sus respectivos lugares, habló — ¿quién quiere opinar sobre "El sol también sale"?-

Joss observó por el aula, y sólo una de sus estudiantes levantó la mano. Se trataba de Nat, quien inmediatamente se le otorgó permiso para hablar.

-me encantó, fue tan romántico — expresó con una sonrisa enamorada que demostraba que sí le había gustado aquel libro. Sin embargo, fue interrumpida por una voz molesta de alguien en desacuerdo ante su opinión.

-¿romántico? ¿Hemingway? Era un tipo alcohólico y misógino que pasó su vida atosigando a Picasso y garroteando sus desperdicios — dijo Jennie, en desaprobación al comentario que Nat había dado para después regresar su vista a su profesor, chasqueando la lengua.

Otra voz interrumpió la de Jennie.

-en contra posición a una amargada y reprimida y sin amigos.-

Ese fue Sehun, uno de los chicos más populares de la escuela, llevándole la contraria a su compañera con una sonrisa socarrona, disfrutando la mirada de molestia que Jennie le daba. El insoportable chico chocó puños con su amigo, también un chico popular.

Joss vio fastidiado a Sehun.

-basta ya, tonto — dijo joss y Sehun solo guardó silencio ante las palabras de su profesor.

-creo que esta sociedad a los cretinos le dedica tiempo — dijo Jennie alzando la voz, ignoró el comentario de Sehun y volvió a ver a su profesor, tratando de mostrarse de una forma educada ante el mayor — ¿Que hay de Silvia Plath, Charlotte Brontë o Simone De Beauvoir? —

La puerta del salón se abrió, dejando ver a otra alumna que pertenecía a la clase, Lalisa Manoban, o como muchos conocían, "La chica rara" o "La chica con la que no te debes meter".

-¿de qué me perdí? — preguntó, aún cerca de la puerta del salón.

-solo malos valores patriarcales en nuestra educación — respondió Jennie, sin darle importancia a la llegada de su compañera.

-ah, genial....— sonrió Lisa ligeramente y se fue sin más.

-¡hey, tú! — gritó alterado Joss, pero ya se sentía rendido.

-señor Wayar, quiero sugerir que "La Bunny" debería tomar su medicamento antes de venir a clases — volvió a comentar Sehun, riéndose con su grupo de amigos por el apodo usado, apodo que él mismo inventó.

-si te ponen una paliza, no creas que iré a salvarte — Joss sentenció a Sehun, haciendo que nuevamente se callara él y su grupo de idiotas — Y Jennie — volteó a ver a la recién nombrada, quien le seguía prestando atención — Quiero agradecer tu opinión. Debió ser difícil para ti superar todos esos años de opresión de clases media-alta, ha de ser muy duro — comento de forma sarcástica, acercándose de a poco a Jennie — Pero la próxima vez que irrumpas la reunión de profesores reivindicando cualquier cosa que creas correcta, pregúntales por qué no pueden comprar libros con otros escritos.-

-¿algo más?-

Joss asintió y le señaló la puerta del salón.

-sí, ve a la oficina de la consejera, molestas mi vista — Joss comenzó a caminar de regreso a su asiento, dejando sorprendida a la menor.

-¿qué? —soltó una risa seca — Pero, Joss...

-hazlo — sentenció, mostrándole la palma de su mano como si le dijera que le hable a ella.

Jennie se levantó y pasó por al lado del asiento de Sehun, quien mantenía una sonrisa burlona, y lo golpeó con su bolso en el momento que se lo puso. El agredido soltó una queja ante el golpe.

"Wayar, crees que no sé que coges con la consejera escolar" murmuró Jennie mientras salía de la clase.

— ardiendo del deseo, se despojó de su... — Karina seguía en el mismo párrafo de su novela, no lograba avanzar. Fijó su vista en la computadora, intentando encontrar una palabra para describir a su personaje. Tomó un respiro y siguió con su búsqueda — carpa carmesí ante la mirada fija de...¡Sammy! — gritó Karina aún desde su asiento.

-dime — Sammy, su secretaria, se asomó por la puerta mostrando desinterés en su voz.

-dame sinónimos de "Engrosado"—.

-mmm lo buscaré... — dijo, retirándose de ahí con los ojos abiertos y fue enseguida a su computadora.

-está bien — dijo Karina, con una mirada seria hacia donde antes se encontraba su secretaria — Hinchado, grueso... — era algo difícil.

-¿tumefacto?—.

La consejera observó a la persona que se asomaba por la puerta de su oficina, se trataba de Jennie.

-perfecto — sonrió Karina y comenzó a escribir de nuevo — Bueno, me han dicho que has vuelto a aterrorizar la clase del señor Wayar — le echó un vistazo a Jennie quien rodaba los ojos y tomaba asiento.

-expresar mi opinión no es un acto terrorista.-

-no sé si el señor Wayar opine lo mismo — Karina cerró su computador y apoyó su mentón en sus manos, mirando de forma dura a Jennie — por cierto, su testículo pudo ser salvado con la cirugía, por si te interesa saber.-

-insisto con que él mismo se dio el golpe — comentó Jennie.

-el punto es aquí, Jennie... — Karina tomó su taza que tenía caras de conejitos, mostrándosela a la pelinegra — "Conejito" — rió ante su comentario, Jennie odiaba su apodo — La gente te considera como uno — dijo con una risa.

-¿tempestuoso? — dijo Jennie, segura de acertar ante su descripción.

-"arpía, frívola y peligrosa" es la expresión más usada. ¿Debería hacer algo al respecto? — preguntó Karina, Jennie soltó una risa sarcástica al oír eso. Sin decir nada, la consejera dejó su taza sobre el escritorio, y regresó la vista a la pantalla de su computador.

-como siempre, muchas gracias por sus consejos — Jennie tomó su bolso, colocándoselo y levantándose del asiento, olvidando todo lo anterior — La dejo con su novela y su palpitante pene — comentó la pelinegra antes de salir.

Karina vio cómo Jennie se retiraba y analizó las palabras dichas por la estudiante.

-¿palpitante? Me gusta.-

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