Pequeño juego

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Australia, en la Ciudad de Brisbane, se encuentra pequeña colina donde hay una casa de color amarillo con tejado rojo y en su patio trasero, se encontraban dos pequeñas heelers empujando una gran tina de plástico con algunos juguetes dentro.


Bluey: ¡Muy bien Bingo!! ¡Solo un poco más! Decía mientras jadeaba un poco.

Bingo: Lo intentó Bluey, pero es muy difícil ¿Por qué tenemos que llevarla al patio? ¿No sería mejor ir a jugar con la bañera del baño?

Bingo se detuvo mientras se recostaba en la tina.

Bluey: Bingo!! ¡Por favor, ayúdame con esto!! Decía mientras la empujaba por su cuenta. ¡Vamos Bingo!! Será como tener nuestra propia piscina, además mamá dijo que mojaríamos toda la casa.

Bingo se levantó y continuó empujando.

Bluey: Gracias Bingo.

Siguieron empujando la gran tina hasta que estuviera lo suficientemente lejos de las escaleras.

Bluey: Creo que con eso será suficiente, ahora sí podemos llenarla.

Bingo se alegró y fue corriendo por la manguera, pero antes de poder abrir la llave, se vio interrumpida por una mano azul.

Bandit: A, A, A, ¿Qué crees que haces con eso?

Bingo: ¡Papá! ¿Por qué? Solo tratamos de tener nuestra propia piscina.

Bandit: Mmmmm... ¿¿Enserio?? Dirigió su mirada hacia la gran tina. Bueno, supongo que podría ser divertido, además del calor que está haciendo el día de hoy. Tomo la manguera y le abrió a la llave para empezar a llenar la tina. Muy bien niñas, yo me encargaré de esto, les hablaré cuando esté a punto de llenarse.

Bingo: Gracias Papá.

Las pequeñas heelers entraron a la casa y después de un par de minutos la tina se llenó.

Bandit: ¡Muy bien niñas, está listo!!

Bandit se escondió detrás de la casa para jugarles una pequeña broma.

A lo lejos se escuchaban a dos pequeñas heelers gritando de la emoción y corriendo al patio.

Bluey: Sí!! ¡Esto será grandioso Bingo!!

De repente, Bluey cae al piso.

Bandit: ¡Ha, ha, ha las tengo!!

Bandit comenzó a mojar a las pequeñas con la manguera mientras se reía y las pequeñas heelers empezaron a correr mientras eran atacadas por los chorros de agua, después decidieron esconderse detrás de la gran tina para evitar que las ataquen de nuevo.

Bandit: ¡No importa donde se escondan, no podrán escapar de mi asombroso poder!!

Bluey: Vamos Bingo, tenemos que hacer algo para detenerlo.

Bingo: ¿Pero qué? No podemos acercarnos a él o nos mojará de nuevo.

Bluey: ¡Tengo una idea!! Se acercó al oído de Bingo y comenzó a susurrarle su plan.

Las pequeñas heelers se subieron en su pequeño carro y comenzaron a conducir directo a Bandit, estaban decididas a chocar contra él.

Al principio Bandit comenzó a mojarlas de nuevo, pero comenzó a correr al darse cuenta de que no sé y van a detener.

Bandit: ¡O!! ¡No, no niñas!! ¡No!! ¡Esperen!! ¡Deténganse por favor!!

Las pequeñas heelers comenzaron a reírse y continuaron persiguiendo a su padre. Bandit ya no tenía a dónde ir y salto directo a la tina salpicando a las niñas.

La última nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora