Casa de Nana Parte 1

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Algunas horas antes

Wendy: NIÑAS ¿¡Dónde está Bingo!? Preguntó algo exaltada a las niñas.

Judo no quería hablar y la pequeña heeler tampoco, así que esta fue a esconderse detrás de las piernas de su nueva amiga, pues ambas creían que estarían en problemas.

Trixie: Vamos niñas, hablen, esto no es ningún juego.

Judo: Ammm... buenooo... ella, volvió a subirse al auto. Dijo mientras se rascaba su nuca con la mano derecha.

Entonces, tanto como la Heeler gris y la Chow Chow se miraron sorprendidas y con un gesto de preocupación, voltearon en dirección a dónde se fue Bandit.

Wendy: ¡O no! ¡Esto está muy mal! ¿¡Pero por qué haría algo así!?

Judo: Le dijimos que no lo hiciera, pero quería cuidar a su papá.

Wendy: Claro, de tal palo, tal astilla y por desgracia... ya no podemos hacer nada al respecto.

Trixie: Espero que no se metan en ningún problema.

Wendy: Sí... yo también... Luego el silencio se hizo presenté, ya qué se quedaron pensando en lo que sería de los dos heelers y después de unos minutos, se rompió el silencio.

Trixie: Deberíamos continuar e ir a dentro.

Al entrar, el lugar parecía estar abandonado, pues había múltiples puertas abiertas y un montón de cosas tiradas por el piso, sin rastros de algún superviviente o Can.

Wendy: ¿Se - segura que están aquí?

Trixie: No lo sé, no creo que fuera a alguna otra parte sin su auto y... apenas estamos en el primer piso.

Wendy: ¡Espera! ¿A qué piso debemos de ir? Preguntó con algo de inquietud mientras dirigía su mirada al techo.

Trixie: Al cuarto piso.

Wendy: Ufff jaja que alivio, creí que sería al último. Dijo un poco nerviosa.

Trixie:Pero no deberíamos bajar la guardia. Y de su mochila empuño un machete, a lo que la Chow Chow miró asombrada.

Wendy:A... ¿Haces jardinería?

Trixie: Estoy tratando, esto lo usamos para cortar enredaderas y algunas plantas que crecen demasiado.

Wendy: Es que a mí me encanta la jardinería y ya he aprendido muchos trucos para tener un jardín hermoso.

Trixie: ¿En serio? ¿Cómo cuál?

Wendy: Un caso muy común, es cuando van perdiendo su hermoso color verde y sus hojas se vuelven algo amarillas, si eso pasa, es porque les hace falta algo de hierro y lo creas o no, se puede solucionar con un par de clavos.

Trixie: Hay... me hubiera gustado saberlo antes, perdí un par de orquídeas por ese motivo.

Wendy: Si esta locura termina pronto y todo sale bien, con gusto podría contarte todo lo que sé y también podría ayudarte con tu jardín. Dijo con entusiasmo mientras movía ligeramente su cola.

Trixie: Te lo agradecería muchísimo.

Después sus miradas se cruzaron y Wendy decidió sacar de su bolso aquella pistola, para luego extender su brazo con la palma abierta para entregársela a la Heeler gris.

Wendy: Tú - tú deberías tenerla. En sus palabras se podía escuchar arrepentimiento y culpa.

Trixie observó la pistola y volvió a sentir remordimiento e ira, pero después observó a la Chow Chow y algo en su mirada la puso a pensar en todo su conflicto con ella, para empezar, callo en la cuenta de que asta el momento la Chow Chow nunca la había lastimado verbal o físicamente, pero no podía decir lo mismo de sí misma, ya que al inicio si la trato mal y fue grosera con ella, además de que también había logrado herirla físicamente y no solo una vez, sino que fueron dos veces, la primera en su casa, golpeándola directo en su cabeza, sin antes intentar gritarle para tratar de detenerla, ocasionando que callera noqueada contra el piso y la segunda, por su discusión con el heeler azul, que no solo ocasionó su descuido en el volante, sino que también llegó a lastimar la nariz de la Chow Chow.

La última nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora