Capítulo 9

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Actuando rápido, la reina corrió hacia el rey para enderezarle la cabeza, sintiendo que, si no hacía algo, era muy probable que el rey muriese allí mismo. El eunuco Kang y la dama Kyo estaban a su lado. 

—Hay que hacer que vomite —indica la reina. 

De pronto, la dama Kyo se dispuso a abrirle la boca al rey e introdujo su dedo para hacerlo devolver, pero no estaba dando resultados. De inmediato, la reina miró lo que había al alcance, en el escritorio del rey había tinta y carboncillos para escribir en papel y pergaminos, por lo que le pidió al eunuco que hiciera polvillo unos de esos carbones, lo disolvieron en un poco de agua e hicieron que el rey lo tragase. 

La reina se puso de pie y dejó a los sirvientes permanecer a su lado, observaba al rey allí tumbado, esperando a que el carbón lograra hacer efecto. De repente, el rey comenzó a toser. El eunuco Kang lo puso de lado para que pudiese vomitar dentro de un recipiente que la dama Kyo ya tenía listo. El corazón de Wonyoung corría muy rápido, estaba asustada todavía. 

—Llévenlo a su habitación —ordena la señora Kyo—. El médico lo revisará allá. 

—Mi reina —la pequeña dama Lee Hyunseo se acercó a su ama—. También tiene que ir a su habitación a que la revise otro médico, aún se ve algo alterada. 

La reina asintió sin decir una palabra y se dejó llevar por su gente. En el camino pensaba en muchas cosas como el ¿por qué no le hacía feliz al ver que el rey casi moría? Es muy seguro que antes hubiera querido matar al rey ella misma, de hecho, hoy tuvo la tan esperada oportunidad de dejarlo morir, pero en su lugar, había actuado para impedirlo, ¿por qué lo había hecho? Quería averiguarlo.

—Llévenme al ver al rey —le pide a Leeseo.  

—Pero majestad... —decía la joven dama. 

—Haz lo que te pido... —ordena—, por favor. 

Los sirvientes de la reina tuvieron que obedecer, era evidente que la matriarca quería seguir de cerca el estado del rey, saber si se repondría o lo que sucedería después. Muy pronto, llegó hasta la habitación del rey donde el médico real ya estaba trabajando haciendo un lavado de estómago al rey. Luego de eso vio al doctor dándole indicaciones al eunuco y a la dama para el cuidado de su majestad antes de acercarse a la reina para checar su pulso también; sólo había sido el susto, pero le mandó una receta con medicina para que también pudiera tratarse. 

La reina se acercó a su esposo cuando todo el mundo salió para movilizarse. Analizó la expresión inconsciente del rey. Seguidamente, la anciana reina madre entró en la habitación sin ningún cuidado y corrió hacia su nieto. La reina se levantó para dejar que la reina madre se arrodillase junto al rey. 

—Hijo mío, ¿cómo pudo ser posible? Por favor, debe recuperarte, majestad —lloraba la vieja. 

Hubo silencio en la habitación. 

—¿Qué es lo que estaba haciendo usted con el rey? —cuestiona la reina madre mirando a Wonyoung con recelo. 

—Estaba almorzando a su lado. 

—Y qué coincidencia que usted haya estado allí, ¿no? Tiene razones para odiarlo, eso lo sé, pero para hacerle esto... es deplorable. 

—No se atreva a acusarme por semejante atrocidad. ¡Yo no lo hice! No tengo razón para acabar con la vida de su majestad —se defiende Wonyoung. 

—No puedo creerle, así que le juro que llegaré al fondo del asunto—amenaza la reina, poniéndose de pie a la altura de Wonyoung—. Ni siquiera ha podido darme un nieto, como mujer eres inútil. Claro que tiene razones. 

La Última Voluntad del Rey (Annyeongz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora