Capítulo 22 🌸

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- ¡Dios mira como te dejo el rostro! - una preocupada Rosalind veía con ojo clínico mis magullado rostro.

Sí, sobreviví.

¿Cómo?

La verdad es que ni siquiera recuerdo, todo había pasado tan rápido, solo sé que al abrir los ojos sentía como si me hubiese atropellado un auto - nunca me había pasado, pero pienso que así se debía de sentir -, una preocupada y llorosa Rosalind me veía preocupada.

- Tranquila Rose, tampoco es para tanto - tenía que hablar con la boca ligeramente abierta porque dolía al abrirla, también dolía hablar porque la garganta se encontraba aporreada por haber sido ahorcada hasta perder la razón - ¿Qué fue lo que sucedió? - Rose me acerca agua fría para aclarar mi garganta, veo a una de las enfermeras, esta se encontraba en la otra camilla recibiendo atención también.

- Luego de que Mauro me lanzará a la cama, se acercó a ti y te lanzó a la pared, para golpearte y ahorcarte diciendo que eras un demonio y debía matarte, por suerte el vigilante actuó rápido y te lo quito de encima, yo aproveche y le suministre el medicamento, pero tu habías caído inconsciente al suelo.

- Pero no entiendo, ¡ah duele! - me quejo puesto había mordido mi labio inferior olvidando que este estaba golpeado.

- ¡No hagas eso se te pondrá peor Alexa! - se queja Rosalind al borde de un ataque de nervios.

- Luego de dormir lo enviamos a otra habitación y revisamos en la que estaba anteriormente, descubrimos al lado de la cama había un hueco, allí metía las pastillas que le dábamos, olía asqueroso por cierto, era como si las vomitara una vez tragadas - arruga la frente recordando.

- Por lo menos no pasó a mayores - respondo preocupada por el paciente, aún me dolía dejar a mis pacientes, pero era algo que debía de hacer. Aunque me daba risa la cara que ponía Rose al escucharme hablar tan tranquilamente, aunque, que te llamen en la madrugada diciendo que tu mejor amiga había sido atacada por un paciente hasta llegar al punto de perder la consciencia era entendible que estuviese como loca y con los nervios a flor de piel, pobre de mi mejor amiga - por cierto ¿Qué hora es?

- Son las seis de la mañana, ya es momento de que se vaya a su casa, señorita Alexa - la sonrisa que me dio la enfermera fue tan cálida y también triste que me dieron ganas de llorar, ya era mi último día, sentía como si los días hubiesen pasado lentos y a la vez muy rápido.

Mayo era un mes de estaciones cambiantes, puesto habían días en los que el calor era insoportable, pero habían otros en los que había lluvia y era frío, así que siempre era recomendable andar con el paraguas, vestir ligero ya que era incierto como estaría el día. Por ejemplo hoy: el calor era tal que solo deseaba darme un baño por tercera vez de lo que iba de día. Durante el camino a casa, Rosalind me había regañado ya que una vez me habían dejado salir fui a la habitación de Mauro para verlo por última vez, capaz y Rose se encontraba asustada, pero ella no entendía que para mí dejar a mis pacientes, personas vulnerables psicológicamente que lo único que necesitaban era ayuda y no todo el mundo se los daba, dejándolos en la deriva, cuanto quisiera hacer más por ellos. Rose al ver mis lágrimas se había calmado un poco, ¡Ah como voy a extrañar todo esto!, ya solo faltaban menos de veinticuatro horas para irme.

Al quitar mi mirada del ventanal y posarla en mi habitación me hizo suspirar, se veía tan vacía, aunque aún estuviesen los muebles y mis libros - mis adorados libros que me tocaba dejarlos ya que era sobre peso en mis maletas -, las susodichas se encontraban listas al lado de donde anteriormente se encontraba mi portátil, al igual que aquella chaqueta que cierto chico dejó hace meses atrás, aun no creía que ya mañana me iría a Corea del Sur, a ser parte de algo mucho más grande que yo.

SPRING DAY 🍃 ( Jeon JungKook) 🍃[Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora