SPRING DAY 🍃 ( Jeon JungKook) 🍃[Editado]

Capítulo 23 🍃

Decir que no me sentía emocionada en verlo sería una completa mentira, y que su mensaje me hizo sentir ansiosa y que mi corazón haya dado un vuelco había sido poco comparado con todo lo que sentía en estos momentos. Al principio asustada voltee hacia la persona que estaba a mi lado, era una chica, no de más de dieciocho años de edad, por suerte estaba pendiente de su Tablet y no de mí, así que más calmada pude leer y releer el mensaje, quise responderle, pero me dije que mejor lo dejase así y le escribiera cuando estuviese en el aeropuerto de Estambul. Ya un poco más “calmada” porque odiaba los aviones, puse música para calmarme y ver por la pequeña ventanilla las nubes que poco a poco fue parte de lo único que podía observar.

Un sentimiento de tristeza y añoranza se fue formando, pensar en mis amigos, en cada momento que habíamos vivido, las noches en vela chateando con Lady y Miranda mientras estudiábamos para los exámenes finales, la primera vez que expuse en clases, había sido tan bochornoso, había quedado en blanco. Siempre me dio pánico exponer, al enterarme que era un requisito en mi carrera por un momento me replantee estudiar otra cosa, pero amaba demasiado Psicología, así que ese miedo fue desapareciendo hasta que me vi en una conferencia con muchas personas importantes hablando sobre mi proyecto de grado, proyecto que me abrió demasiadas puertas.

Las veces en donde junto a Rosalind, Yeni y Carol hacíamos travesuras, nos fugábamos de casa y nos adentrábamos en bares haciéndonos pasar como mujeres de veinte, aunque sólo teníamos diecisiete años.
Ñ Mi primer y desastroso beso, mi primer y desastroso encuentro sexual con un chico que creí que no era virgen y al momento de la verdad, yo era la que más experiencia tenía, qué día tan horrible, doloroso y a la vez divertido. Lorenzo… y su sonrisa, Lorenzo y esa manera de observarme y sus labios al moverse cuando me decía que me amaba, cuando realmente no lo hacía. ¡Ah! No me arrepentía de absolutamente nada, ningún momento junto a las chicas fue malo, aunque discutiéramos e hiciéramos cosas que a la otra le disgustara. Caroline, espero que sea feliz, que termine con aquella persona que le hacía un gran mal, que se ame y que encuentre a ese ser especial que la ame y la haga sentir especial. Rosalind, mi pequeña y adorada Rose, espero verla pronto, quiero que sea feliz, que no llore en las noches porque no estoy, que por favor no se sienta sola, que su dolor sea el mío y que pronto pueda verla porque ya la extraño.

Una pequeña lagrima sale de mis ojos, con el puño del sweater la limpio y levanto la mano para llamar a la aeromoza, esta aparece con una pequeña sonrisa.

– ¿Podría traerme un chocolate caliente y una torta de chocolate por favor? – esta asiente y se aleja.

La chica a mi lado me observa y me regala una pequeña sonrisa para seguir viendo por su tableta un video música de… BTS, una pequeña sonrisa se forma en mis labios, pronto estaré trabajando con ellos y mi vida cambiaría para bien o para mal.

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¡Once horas y treinta y ocho minutos!, ¡había sido las once horas y treinta y ocho minutos más largas de mi existencia!, donde solo pude dormir como unas tres horas y las otras restantes me encontré leyendo y quejándome de tanto estar sentada en esos asientos del demonio. No, no le deseo este tipo de vuelo a absolutamente nadie.

Una vez llegado al aeropuerto internacional de Estambul, me toco salir corriendo a sellar el pasaporte, ir por mi maleta y nuevamente sellar salida, para ir hasta el aérea de embarcación para tomar el Corea Airlines, todo en menos de una hora, puesto el vuelo lo tenía pautado para una hora luego de llegar a Turquía, y no puedo mentir, me pasee por varias tiendas a comprar algunas cosas que de seguro luego me arrepentiría por haberlo hecho y también pase por Mc’ Donald a comprar una Cajitas feliz, porque ¡vamos, en Venezuela era imposible comprar alguna hamburguesa o Cajitas feliz!, era sumamente costoso, también aproveche en tomar fotos al aeropuerto porque era hermoso y futurista para así enviárselo a Rose, mis amigas y a mis papás. Con la Cajitas feliz en mis manos y varias bolsas encima de la maleta de mano me siento en el anden de evacuación para ir a Corea del Sur y poder comer.