Monos místicos y lo que quieras, ¿pero cómo llego a casa?

Nace un Héroe 1° Parte

Muy bien, gracias al voto conjunto de mis amables seguidores, hoy presentamos el primer especial (y piloto de la serie) de Monkie Kid: Nace un Héroe

Lloyd: ¡Y no soy yo!

Lloyd, ¿qué te dije de interrumpir las presentaciones?. Y de todas formas ¿por qué sólo haces hincapié en éso?

Lloyd: Por qué al fin alguien más a parte de mis hermanos y yo, sobre todo yo, quedará traumado por la sobre exposición al peligro, a las responsabilidades y prejuicios de ser el gran "salvador" de tu Reino.

. . . ¿Sabes qué? Iba a decir algo pero mejor me calló.

Lloyd: Sí, sí, como quieras, ya deja de hablar y comienza con el capítulo.

Ya escucharon al niño ¡comencemos!

Notas abajo:
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Las dudas en su mente no cesaban, navegando rápidamente sobre las nubes y aterrizando cerca de la pagoda encargada del destino de Ninjago, entrando y exigiendo que le explicarán que estaba pasando, tenía que haber una respuesta lógica para tal acontecimiento.

— Gran Escritor, — llamó uno de los monjes — le pedimos perdón, todavía no sabemos lo que está pasando o cómo revertirlo.

— Gran Escritor, los destinos del ninja se están desvanecido y siendo reemplazados por la tinta roja — otros dos monjes se acercaron a él, ambos mostrando sus respectivos pergaminos, claramente con escrituras de color rojo siendo trazados en él sin la necesidad de las plumas —. Ninguno se ha detenido en la búsqueda del joven ninja y éso está afectando lo que se tenía planeado.

— Señor, perdone la interrupción, pero todavía nadie a sido capaz de encontrar la ubicación del ninja verde, — esta vez habló uno de los guardias de escritores, su tono era firme pero también preocupado — no hemos podido localizarlo en ninguno de los quince Reinos restantes conectados a Ninjago, es casi como si hubiera desaparecido.

— Gran Escri-

— ¡Suficiente! — todos callaron ante el llamado de atención, retrocediendo un poco del espacio del hombre mayor quien se pelliscaba el espacio entre los ojos, eran demaciadas cosas, demaciados a su alrededor a la vez, se recompuso rápidamente mientras levantaba la vista — ¿Quién es el encargado del destino del joven Garmadon?

— Yo, Señor. — un joven monje de cabello rojizo se levantó de su haciendo he hizo una reverencia formal hacia el mayor, el Gran Escritor lo reconoció rápidamente como el chico que había ayudado al ninja con el asunto de Morro hace tiempo.

— ¿Podrías mostrarme su pergamino? — pidió amable y sereno, de nada servía alterarse si éso no le daba las respuestas.

El joven monje no tardó en cumplir su pedido, entregando en pergamino que tenía la vida y el distinto de Lloyd Garmadon escrito en el, el Gran Escritor asumió que si iba a encontrar repuestas, o al menos una ubicación aproximada del joven híbrido, lo más probable es que se halla escrito en el papel.

Las manos y ojos del Gran Escritor brillaron en un dorado opaco, mientras que el pergamino parecía responder a tal reacción enrollando y desarrollándose. Lo que él quería era una pista clara, y ser el gran escritor le daba el don de poder encontrar lo que quería en todo que tocaba, ya sea un pergamino del destino, un libro de historias o un ser pensante, y así su poder lo llevó a un diálogo en particular de lo que cálculo eran los primeros cuatro días desde la desaparición del joven Garmadon en Ninjago.

Sin tiempo que perder leyó tal intercambio.

— ¿Qué es lo que estás viendo Lloyd?