Luego de una fiesta de cumpleaños que se salio de control, Bakugo Katsuki afrontara las consecuencias de haberse pasado de copas. Despertando al lado de un desconocido a las 6 A.M sin saber que es lo que ha pasado la noche anterior, comenzaran a lle...
Una semana después de aquel casi primer encuentro, Katsuki estaba en su habitación preparándose para ir a la oficina de su padre, pues había llegado el gran día donde Masaru al fin cedería la empresa familiar a su hijo para que asumiera como el nuevo presidente. Mientras Katsuki acomodaba su corbata pensaba en aquel momento en aquella cafetería, en lo cerca que había estado de conocer aquel chico, pero también pensaba que era mas que seguro que eso no volvería a ocurrir, así que se dijo a si mismo que era momento de continuar con su vida y hacer de cuenta que lo que paso aquella noche jamas paso. Mientras terminaba de arreglarse su madre entro en su habitación mandando lejos todos los pensamientos de su mente.
Mitsuki: Katsuki, ¿ya estas listo? ¡Ya es hora de irnos!
Katsuki miro sorprendido a su madre, no la había escuchado entrar en la habitación.
Bakugo: ¡Madre! no te escuche entrar....... ¡si ya estoy listo!
Mitsuki: que raro, siempre estas muy alerta......bueno no importa....vayámonos no podemos llegar tarde....
Bakugo: ¡si tienes razón!
Katsuki tomo el saco y se lo puso para salir de la habitación detrás de su madre, la cual al salir se detuvo y giro para ver a su hijo de frente.
Bakugo: ¿que sucede ? ¿Por qué te detienes?
Mitsuki: no es nada, es solo que...... has crecido tanto.... aun recuerdo cuando eras solo un mocoso y te cargaba en mis brazos, y mirate ahora, estas a punto hacerte cargo de la empresa de tu padre
Bakugo: ¡basta! ¿ya vas a empezar con tus cosas sentimentales vieja?
Mitsuki: ¿a quien llamas vieja mocoso engreído?
Ambos dejaron salir una carcajada, seguida de una leve sonrisa de parte de ambos, entonces Mitsuki abrazo a su hijo dejando que escaparan unas pequeñas lagrimas de felicidad, a lo que Katsuki le presto su pañuelo para que se limpiara.
Bakugo: oye vieja, si sigues llorando arruinaras tu cara..
Mituski: tienes razón, sera mejor que nos vamos de una buena vez, tu padre ah de estar esperándonos en la empresa.
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Izuku se encontraba recostado en su cama pensando en aquel día en la cafetería, realmente había estado cerca de conocer aquel chico, pero el pánico que le invadió en el momento le quito esa posibilidad, una pequeña coincidencia que sabia que no volvería a suceder, encontrar a un desconocido en una ciudad tan grande era imposible, mas si lo único que recordaba claramente eran solo sus ojos. Izuku decidió que lo mejor seria olvidar lo sucedido y seguir como si nada de eso hubiese pasado, de pronto sintió que alguien llamaba a su puerta y se levanto de la cama para ver de quien se trataba.
Abrió la puerta y vio a su amigo, el cual estaba muy bien vestido, el cual lo miraba sorprendido y preocupado.
