Estoy sentada en un gran sofá de cuero negro en el piso de Nathan Varius.
Miro a mi alrededor nuevamente y solo puedo ver lujo por todos lados.
Delante de mi se situa una gran chimenea de marmol blanco, que hace juego con el sofa, por lo que he visto por ahora predomina el blanco y el negro en el lugar.
Nathan se sitúa sentado a mi lado, ha permanecido callado, no me ha dirigido la palabra desde que subimos a su piso, que se sitúa en la última planta y a través de lo grandes ventanales puedo observar la gran via de fondo.-¿He hecho algo para molestarte?- Le pregunto tímidamente, mirando hacia mis manos.
-Si no te importa me voy a dar una ducha, hoy a sido un dia ajetreado- Me contesta secamente, sin ni siquiera mirarme.
Se levanta y puedo ver como si va quitando la camiseta según avanza por el pasillo, pudiendo verle su musculada espalda.
Me he quedado sola, me levanto del sofá y con una gran curiosidad voy obserbando el resto del salón.
A mi izquierda se sitúa una gran cocina de diseño junto con una barra americana de marmol también y a mi derecha se encuentra un expositor lleno de bebidas alcohólicas. Me acerco y abro la puerta de cristal sin hacer ruido, y me detengo a leer las etiquetas.
"Whisky, Ginebra, ron y oh dios mio, una botella de vino rose rose"
No probaba esto desde hacía cuatro años, antes de conocer a Darek, gracias a él me había olvidado completamente de esta maravillosa bebida.
Pero hoy se me ha tenido que poner delante nuevamente, insitandome a probarla.La cojo entre mis manos, y puedo saborear su interior sin probarla, voy deprisa hacia la cocina en busca de un sacacorchos. Deja la botella encima de la barra y me pongo como una loca abriendo y cerrando cajones. ¿Donde esta ese endiablado sacacorchos?
Y porfin lo encuentro, doy saltos de alegría, pero sin hacer ningún ruido, no quiero que Nathan se de cuenta.
Cuando por fin consigo abrirla,me dispongo a buscar una copa.
No tardo en buscarla ya que las havia visto antes.Con botella en mano me dirigo lentamente al salon,una vez sentada le doy un pequeño sorbo para parpar su agradable sabor.
Llenandome la copa,me la bebo de un solo trago, y así repetidas veces, esta riquísimo.
Sin darme cuenta me he bebido media botella, con cuidado y sin hacer ruido la dejo donde estaba, para que Nathan no se de cuenta de lo que he hecho.
Una vez guardada la botella , me dirijo al sillón como puedo ya que no paro de tropezarme con mis pies.
Me detengo ya que algo me llama mucho la atención, cuando consigo llegar a la chimenea veo una foto de Nathan con la barbie ¿Sera su prima?, aunque por la forma en la que se abrazan en la foto parece aver algo más que una simple relación familiar.
Cansada de seguir mirando me dirigo a la cocina para beber un poco de agua, pero me quedo en shock, ya que Nathan aprece por el pasillo con tan solo una toalla enrollada en su cintura.
No puedo apartar mi mirada de sus tonificados bíceps y de su pecho. Me quedo embobada mirandole sin saber que decir ni hacer.
Se acerca a mí despacio, sin quitar sus ojos de los mios.
-Has estado callada y sin hacer ruido, estaba preocupado, pensé que te habías desmayado.- Me dice mientras acaricia mi mejilla.
-Ahora si que me podría desmayar si sigues acariciándome.- Le digo sin pensar. Asimilo mi contesta y me arrepiento en el acto.
Nathan aparta su mano bruscamente y toma una actitud seca y distante hacia mí, creo que hubiera sido mejor estarme calladita.
-Por favor, no pares- Le digo en un susurro. Necesito sentirme querida y más esta noche que nunca.
- Esto no esta bien Alexs, no soy una buena persona.- Me da un ataque de risa al oír sus palabras, y más me rio cuando veo su cara, con el gesto fruncido.
- Lo siento- le digo entre risa y risa- No puedo evitar reírme, deberías haber visto tu cara. Además, ¿Quien ha dicho que yo soy una buena persona?-
Me acerco a el lo más sensualmente que puedo, pero el estar ebria que no me ayuda para nada, pues tropiezo con mis pies y acabo finalmente en los brazos de él.
Me sujeta fuertemente por la cintura, sentandome en la encimera, se coloca entre mis piernas y lo rodeo con ellas acercándose más a mi, notando su evidente ereccion.
Me agarra fuertemente por el pelo y me acerca a su boca, separándonos unos milímetros y me susurra;
-¿Que me estas haciendo, Alexia?
No me da tiempo a reaccionar a sus palabras pues nos envolvemos en un apasionado beso. No siento nada más que sus manos recorrer mi cuerpo, adentrándose en lugares inexplorados.
Tengo tantas sensaciones nuevas para mi, que noto como me mareo.
Y es ahora cuando me doy cuenta que estoy a horcajadas sobre Nathan en el sofá. ¿Como habremos llegado?.
Nathan me quita la camisa y noto sus manos recorrerme la espalda.
Se queda mirando el sujetador de encaje y ahogo un grito cuando me agarra con fuerza los pechos. Me libera los pechos y gimo cuando me devorame un pezon, jugando con el otro con sus dedos.
Algo por dentro me empieza a quemar y noto como se va liberando, agarrandome del respaldo del sofá me muerdo el labio para no gritar.
Estaba tan absorta adorando su cuerpo, que no me daba cuenta que sonaba un teléfono de fondo, pero Nathan si lo oye y aparta de encima de él con brusquedad.
Se levanta a cogerlo y me quedo en shock en el sofá.
Lo veo alejarse por el pasillo contestando a la llamada, dejándome sola.
Busco mi sujetador y mi camisa y me los pongo rápidamente, estoy furiosa y avergonzada, y me siento a esperarle.
Después de veinte minutos aparece vestido y con el semblante serio. Me mira de arriba a abajo.
Me acerco a el, pero no llegó muy lejos.-Lo siento, pero tu tienes que ir. - Me dice Nathan dándose la vuelta y dándome la espalda.
-¿Pero, porque? ¿Que ha pasado?- Le digo rogándole el hombro.
Se gira nuevamente y apartando mi mano bruscamente.
-Largate, Alexia, esto ha sido un error-
Noto como se avecinan las lágrimas, pero me contengo, no lloraré delante de él. No entiendo lo que ha pasado.
-William, te espera en hall, te llevará a tu casa, buenas noches- y sin más se larga, desapareciendo por una de las puertas del final del pasillo.
Corro rápidamente a coger mi bolso y salgo por la puerta, derramando las lágrimas que me ahogaban.
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Confía en mí
عاطفيةLa vida de Alexia Green hasta ahora había sido monótona y aburrida. Si no hubiese sido por su mejor amigo Darek, hubiera caído en una terrible depresión. Alexs se quedo sin ningún familiar a la edad de 20 años. Pensaba que en su vida no había sitio...