One Night Only// Rodrick Heffley ♡

~8~

Suelto un alardido de dolor.

-Quejica- se rie Oliver-, solo te has hecho un rasguñ...

Pero no escucho más, porque salgo corriendo de la casa, calle abajo.

-¡Nea! ¡Vuelve aquí! ¡No hemos acabado!

Llego hasta la casa de los Heffley y, volteando el patio, tiro unas piedritas a la ventana de Rodrick, la más alta de la casa, la cual reconozco por que desde el patio se puede ver el logo de los Sex Pistols enganchado en la ventana.

Este, al instante, se asoma por la ventana, me ve y sonríe.

Sonrisa que se esfuma cuando se da cuenta de que estoy llorando.

Desaparece de la puerta y unos segundos después se abre la puerta principal.

-Vamos- dice él cogiendo mi brazo, lo que hace que suelte otro grito de dolor. Me mira asustado y ambos caminamos un par o cuatro casas más abajo, donde en la acera hay aparcada una furgoneta blanca.

Me siento en el asiento del copiloto y es cuando me doy cuenta de que me cuesta respirar y me duele más el brazo que antes.

-¿Qué ha pasado?- pregunta mirando mi brazo- Nea, tienes el brazo girado

No respondo y solo lloro de dolor.

-Eh, eh- dice sujetando mi rostro con ambas manos- no me asustes.

-Me duele el brazo- murmuro

Él arranca la furgoneta y comienza a conducir.

En unos quince minutos llegamos a un edificio blanco.

Allí me atienden, me hacen una radiografía y me dicen que tengo que llevar una venda en el brazo ya que me he hecho un esguince.

Ambos, sentados en la sala de espera, esperamos a que la médico que me ha atendido venga con el informe médico y las pastillas que tengo que tomarme.

Apoyo la cabeza sobre su hombro.

-No puedo más- me derrumbo-, no quiero volver a esa casa

-Lo sé- murmura él, rodeando mis hombros con su brazo izquierdo, y apoyando su cabeza sobre la mia.

-Rodrick, no puedo soportarlo

-Estoy aquí- susurra. Me limpia las lágrimas y me da un beso en la frente.

De repente, aparece la mujer, que me da una hoja con el nombre de las pastillas.

Salimos del edificio cogidos de la mano y entramos en la furgoneta de nuevo.

-¿Qué quieres hacer?- pregunta

-No queda otro remedio, supongo- murmuro-, llevame a mi casa, por favor

-¿Estás segura?

Asiento en silencio y él arranca el motor.

*   *   *   *   *

Al día siguiente, al llegar al instituto, todo el mundo me rodea y me hace preguntas sin cesar sobre la venda.

-Me caí por las escaleras de mi casa- respondo cansada por milésima vez- mi hermano no sabe beber agua sin tirarla por el suelo

Todos rien.

Incluso Ruby... ¿Cómo se lo había creído?

Cuando acaba la primera hora, mientras recojo las cosas en la mochila, un chico de cabello rubio y ojos marrones se ofrece a ayudarme.

-No, gracias- le sonrío- puedo sola

-Soy Brian, ¿cómo te llamas?- pregunta

-Nea- respondo levantándome y colgándome la mochila del hombro.- ¿Has llegado nuevo?

-Sí, llevo aqui una semana- responde acompañándome fuera de clase.

-¿Y qué tal lo llevas?- pregunto- En cuanto a los estudios y eso

-Bien, creo que me estoy adaptando bien.

De repente, los jugadores del equipo de baloncesto pasan corriendo por nuestro lado y me empujan levemente, haciendo que todos los libros que sujeto entre los brazos caigan al suelo.

-Deja, que te ayudo- dice él agachándose a la misma vez que yo para recogerlo todo del suelo.

-Ya la ayudo yo- dice de repente la voz de Rodrick, a mi lado, que sujeta los libros- ¿qué se te ha perdido?

-Rodrick- le susurro con tono de advertencia

-Tranquila- sonríe él-, soy Brian

-De acuerdo, pero no te he preguntado- dice él con una sonrisa burlona. Acto seguido rodea mis hombros con su brazo.- Hasta luego Brian.

Este, colorado por la verguenza y la ira, se aleja pasillo abajo, y me aparto de Rodrick, haciendo que baje su brazo.

-¿Se puede saber que ha sido eso?- pregunto 

-¿Qué quería?

-No puedo creer que seas así de...

-Yo no puedo creer que ligues con otros tios estando tu y yo juntos

-No estaba ligando con él

-Claro- responde

-Eres un idiota- le digo comenzando a caminar dirección contrária a él.

-¡Nea, espera!

Sin embargo hago oídos sordos y me meto en la cafetería.

-¿Dónde estabas?- pregunta Ruby- llevo guardandote sitio casi diez minutos.

-Lo siento, me he entretenido hablando con la profesora de matemáticas de nuevo

Ella me mira con el ceño fruncido, se encoge de hombros y le da un mordisco a la manzana. Luego mira por detrás mio y abre los ojos.

-Nea, ¿podemos hablar?- pregunta Rodrick, que aparece de repente a mi derecha, apoyando el brazo derecho en la mesa

-No tengo nada que hablar contigo- respondo mientras rebusco en la mochila la libreta de apuntes para hacerles una hojeada antes de la siguiente clase.

-Porfavor- insiste

Miro a Ruby, que me mira con unos ojos que reflejan un signo de interrogación, y luego le miro a él

Suspiro y cierro la libreta.

-Ahora vuelvo- le digo a mi amiga. Ella asiente, desconcertada.

Salimos de la cafetería y nos escondemos en la primera clase que encontramos vacía.

-Lo siento, ¿vale?- dice entrelazando sus dedos con los mios.- Tienes razón, soy un idiota... Es que teniendo una novia tan guapa e inteligente se me olvida que puede tener más pretendientes.

-No era un pretendiente- respondo, ignorando sus halagos-, solo estaba conversando con él.

-Lo siento- repite.

-Yo también lo siento- respondo-, sé que mantenerlo en secreto te está matando... Se lo diré a mis padres cuando pueda, solo espera una semana más. Cuando reciba las notas trimestrales, que lo más probable es que todo sea excelente, se lo diré

Él asiente y me alza el mentón para que nuestros labios se encuentren. Comienza siendo un beso corto, pero poco a poco, este se va profundizando y comienza a ser salvaje y apasionado.

Me siento sobre la mesa del profesor y enrollo mis piernas en su cintura mientras él me besa con fuerza y sujeta con delicadeza mi cuerpo por los costados. 

De repente, lo menos deseado sucede; la puerta se abre.

Sé lo que estás pensando: "oh no, un profesor" "oh no, Ruby" "oh no, mamá"

Pero no.

Las personas que entran al aula buscan lo mismo que nosotros.

Y esas personas, para mi sorpresa, son Oliver y una chica pelirroja.