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El hotel iluminado hace que me brillen los ojos.

Ya vestidas, llegamos al recinto y allí, en la entrada, nos dan la bienvenida.

Ruby lleva el cabello suelto bajo un sombrero. Un jersey rojo y negro a rayas y una falda de cuero con unas botas altas. También lleva unos guantes con cuchillas falsas, y las piernas, sobre las medias de rejillas, llenas de sangre falsa.

Por mi parte, llevo un vestido blanco, largo hasta los tobillos y con abierto por la pierna derecha hasta un palmo por debajo de la cintura. También los labios pintados de verde y una diadema de serpientes doradas, del mismo color que mis sandalias.

Una marabunta de gente baila al ritmo de la canción Thriller de Michael Jackson y Ruby y yo nos unimos.

No sé como, pero las horas pasaron rápidamente y cuando menos me lo esperé, ya eran la una menos dos.

-Ruby- grito para que me oya por encima de la gente. Creo que ambas vamos borrachas- Voy a beber algo.

Ella asiente y yo me acerco al bar. Aprovecho para mirar mi borroso aspecto, gracias al alcohol y me doy cuenta de que se me ha borrado casi todo el pintalabios y la diadema está torcida.

Cojo una lata de cerveza de las que hay en el barril del medio de los tres barriles que hay y la abro.

-Dame una, por...- interrumpe una voz a mi derecha. Me giro.

-¡Rodrick!- exclamo. Dios mio, definitivamente estoy muy borracha.

-¡Hola Nea!- exclama él. Dios mio, definitivamente está muy borracho.

Dios mio, definitivamente estamos muy borrachos. 

-¿Dónde has estado todos estos martes?- le pregunto con el ceño fruncido a la vez que le entrego una cerveza.- Tampoco te he visto por los pasillos.

-Te estaba evitando- responde sinceramente. Ambos reimos a carcajadas.- Además, los martes tenia ensayo y estoy cansado de pasarme todas las tardes en esa cárcel.

-Eres increíble- me quejo.

Ambos nos bebemos la cerveza de un trago.

-¿De qué vas?- pregunto mirando su disfraz

-De Axl Rose- dice él- Es el cantante de...

-Los Guns n' Roses- le corto- Lo sé, no olvides que soy más lista que tú

-Sigue soñando, Evans- responde él, dejando ver una sonrisa bobalicona. Justo en ese momento, me quita la lata de cerveza.

-¡Eh!- me quejo con la voz temblorosa.

-¡Joder, estás bocharrísima!- dice él. Yo suelto una carcajada.

-¡Lo has dicho mal! Es bochorrosísima

Ambos reimos como bobos.

-¿Sabes qué?- dice. Dios, incluso me cuesta prestarle atención-  Creía que te iba a odiar para siempre pero creo que me estoy enamorando de ti

Se me para el aliento. Me levanto del bar y salgo corriendo escaleras arriba, en dirección a los desiertos pasillos de la primera planta.

-¡Espera!- grita él

Me detengo en seco y le sujeto de los dos brazos

-¡Estás loco!- grito.

-¿Por qué?

-¡No puedes soltármelo así!- le explico- Oooh...

Me tambaleo a causa del alcohol que corre libre por mis venas y él me sujeta antes de caer.

-Gracias- digo incorporándome- Joder, estás fuerte- dicho eso le toco el bíceps. Dios, ¿le acabo de tocar el bíceps?- En fín- continúo apartando las manos de sus brazos- No puedes, presentarte y decirme que...

-¿Por qué no? Ya lo he hecho

-Eres increíble

-Gracias- sonríe él

De nuevo, me tambaleo y el me sujeta. Joder, que cachonda que estoy.

-Estás muy borracha- murmura él

-Y tú eres gilipollas- le respondo con una sonrisa

-Serás imbécil..

-Capullo

-Lerda

-Inút...

Pero nuestros insultos se ven interrumpidos por un salvaje beso.

Nuestros cuerpos se tambalean hasta un pasillo oscuro que lleva a la sala de empleados y nos besamos con pasión. 

Me apoyo en la pared y él explora mis piernas por debajo del vestido y me besa con fuerza el cuello, dejando marcas.

A causa de la excitación suelto pequeños jadeos, que le incitan a seguir.

-Rodrick...- susurro- ...Para un mom...

-¿Qué?- pregunta desorientada- ¿Estás bien?

-Mejor que nunca- le aseguro- pero no podemos montárnoslo aquí

-¿Por qué no?- pregunta de nuevo- Yo lo veo cómodo

Le río el comentario a la misma vez que le cojo de la mano y ambos salimos corriendo. Entramos en el ascensor y le picamos al último piso, el quinto. 

-No sabes las ganas que tenía de esto- susurra en mi oído, lo que hace que suelte un jadeo de la excitación.

En la tercera planta, las puertas se abren y ambos nos separamos de golpe, y desviamos la mirada, como si no nos conociéramos.

En el ascensor entra una chica rubia disfrazada de policía, que se baja en la cuarta planta. Otra vez solos, nos unimos de nuevo en un salvaje y apasionado beso. Él coloca las manos en mis caderas y yo en su pecho. Hago que suban hasta su cuello y lo rodeo, haciendo que nuestros cuerpos queden más pegados.

Por fín llegamos la última planta y probamos suerte con todas las puertas hasta que, finalmente, encontramos una que cede y la puerta se abre.

Ambos entramos con prisas y cerramos la puerta con pestillo. Luego me acerco lentamente, intentando no caerme, y le siento en el borde de la cama. Me siento sobre sus muslos.

-Voy a hacerte sentir como un hombre- le amenazo-... Rockero

Remarco la última palabra a la misma vez que le quito la bandana roja que lleva en la frente, atada por detrás de la cabeza.

Con un brusco movimiento, me deja a mi debajo y él arriba.

-De acuerdo, diosa mía- responde con voz melosa- esta noche serás mia

Me quito el vestido con prisas a la vez que él se quita su ropa y ambos nos quedamos en ropa interior.

-Espera, espera- interrumpo su besuqueo.- Esta es...

-¿Eres una santa?- pregunta

-Sí- murmuro

-Bueno, ya somos dos- sonríe él

-¿Tú también?- pregunto asombrada

-Mírame- sonríe de lado- ¿quién querría tener sexo con un tio como yo?

-Pues yo- respondo besando su desnudo pecho.-Solo... Pasémoslo bien- susurro, a lo que él suelta un jadeo.

Luego, lo demás es historia.

One Night Only// Rodrick Heffley ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora