Libro Agua: Heridas de batalla

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Buenos días-dijo una sonriente peliazul, estaba esperando hace unos minutos que Vegeta despertara. Se encontraba en una silla que había puesto al lado de su cama hace un rato.

Vegeta se sorprendió un poco al verla allí apenas despertaba, aunque por su expresión se notaba que estaba feliz de poder verla.

¿No estabas entrenando?-preguntó el avatar confundido por la visita, por lo que Milk le había dicho parecía que ese asunto era muy importante para ella.

Sí, pero quería verte-respondió la muchacha. Todavía la impactaba un poco verlo así, el maestro fuego estaba cubierto de vendas en todas partes, incluso tenía algunos en la cara, aunque eran más pequeños.

¿Y dónde está Goku?-preguntó, había visto de reojo la cama que había estado utilizando su compañero y estaba completamente vacía.

Lo eché-respondió la chica con una sonrisa- ¿Te duele?-preguntó señalando su abdomen, era obvio que con eso se refería a sus lesiones en general.

Creo que menos que ayer-respondió el avatar, aunque eso no era una mejoría tan grande ya que el día anterior hasta le dolía cuando intentaba moverse en la cama-¿Qué le dijiste cuando lo echaste?- preguntó Vegeta, no esperaba esa respuesta.

Él ya sabe cosas sobre nosotros, así que le pedí si podía dejarnos solos un rato-dijo la peliazul con una sonrisa-Dentro de poco me voy a ir a entrenar de nuevo, por eso quería verte al menos unos minutos ¿Te disgusta la idea?-preguntó mientras lo miraba a los ojos.

Ven-dijo Vegeta indicándole que se subiera a su cama, Bulma dudó un momento en hacerlo, él todavía estaba muy herido. Temía hacerle daño.

Pero todavía estás adolorido, te haré daño-dijo la chica, Vegeta tomó su brazo y la jaló para que se acostara con él. Ella procedió a hacerlo aunque intentó acomodarse con la mayor delicadeza posible.

El avatar la rodeó con su brazo por la cintura mientras ella se recostaba suavemente cerca de él de espaldas. Ella sonrió al sentir la cercanía con el maestro fuego, por alguna razón siempre que se acercaba a él solía pensar que su cuerpo era más caliente que el de las demás personas.

¿Me extrañaste avatar Vegeta? -preguntó con tono sugerente, sintió un gruñido de Vegeta que la hizo reír. Suponía que era por la forma en la que lo había llamado-No entiendo lo que significan esos gruñidos-dijo como respuesta al sonido que había hecho el avatar.

No me digas de esa forma-le reprochó el maestro fuego, Bulma se estremeció ya que le había dicho eso en voz baja cerca de su oreja.
Vegeta sonrió al sentir a la chica temblar cerca de su cuerpo, había notado que eso había sucedido porque le había hablado muy cerca.

No hagas eso-le dijo Bulma con sonrojo en sus mejillas, Vegeta hizo caso omiso a su pedido y acercó su boca a la oreja de ella nuevamente.

¿Que no haga que?-preguntó con un falso tono de pregunta, su voz volvió a chocar de cerca en el oído de la peliazul. Bulma sonrió mientras sus mejillas aún estaban completamente rojas. Aunque le gustaba estar cerca de él no podía evitar sentirse un poco apenada, esa situación era nueva para ambos.

Ya sabes-dijo la peliazul como respuesta. Atinó a poner su mano sobre la de Vegeta que estaba abrazándola y la dejó allí. Apreciaba mucho poder estar con él y tocar su mano, lo había extrañado mucho mientras entrenaba-Realmente quería estar contigo, no hace mucho que estamos juntos y casi no hemos podido estar a solas-le mencionó, estaba feliz de poder compartir algunos momentos más íntimos con su atractivo novio.

El avatar no respondió, tenía su boca cerca del cuello de Bulma ya que la estaba abrazando desde atrás. Plantó un pequeño beso allí haciendo que la peliazul se retorciera en su lugar ya que le había dado un escalofrío.

El Avatar perdido/Vegebul/VxBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora