Libro Agua: La muerte del avatar

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La noche siguiente, Vegeta se removió en la cama mientras dormía, estaba junto a Bulma ya que ella estaba durmiendo en su habitación. Se había sentido inquieto desde que se había acostado.

*Flashback*

Lo tenemos- escuchó otra voz mientras comenzaba a recuperar la conciencia, aunque no sabía dónde estaba.

No hay manera de que sobreviva aquí, está paralizado- dijo otro de ellos. Sintió un gran calor abajo de donde estaba recostado, parecía ser el suelo.

Adiós avatar Bardock, tal vez tengas más suerte en tu próxima vida. Si es que no te entrometes en el camino del señor del fuego Paragus- se despidió uno de ellos antes de reír.

Bardock despertó de repente, estaba en el suelo. Miró a su alrededor notando que sus captores enmascarados huían de allí, era difícil ver ya que parecía que había mucho humo alrededor.
Levantó la vista lo más que pudo, el humo y el calor del lugar lo hacía pensar que se encontraba en un lugar muy caliente, aunque no sabía dónde era.

Maldición-dijo para sí mismo, intentaba moverse, le era muy difícil. Sentía que la tierra a su alrededor temblaba, eso podía ser una muy mala señal.

Intentó pensar en dónde podrían haberlo dejado así, estaba amarrado con unas cadenas. Trató de moverse otra vez, al parecer uno de sus brazos ya no estaba paralizado completamente.
Logró sentarse en su lugar para poder ver mejor, aunque cada vez había más y más humo. Sentía una gran debilidad en su cuerpo, seguramente lo habían electrocutado de nuevo cuando estaba inconsciente, su cuerpo debía tener heridas internas a causa de los rayos.

Se puso de pie ayudándose con tierra control para levantarse del suelo con el impulso de la tierra. Aunque casi cayó de nuevo al intentar, sus piernas seguían sin tener tanta sensación, no podía caminar.

Miró todo por pocos momentos antes de caerse de rodillas debido a la falta de sensibilidad de los nervios de sus piernas. Miró la mano que todavía podía mover, pudo notar que tenía marcas moradas por los rayos que habían atravesado su cuerpo.

Es un volcán-dijo antes de que lo atormentara un severo ataque de tos. La gran cantidad de humo y calor debía estarle haciendo daño a sus pulmones, no había duda de que intentaban matarlo de verdad.

El volcán estaba próximo a hacer erupción, pudo escuchar unos ruidos provenientes de la tierra que indicaban que la lava comenzaría a salir. No tenía escapatoria, no había forma de que pudiera huir de allí. Esperó allí de rodillas, aguardando su fatal destino a manos de la naturaleza.

Vio algunos charcos de lava que se comenzaron a formar a causa de la erupción del volcán, estaban algo cerca de él. Algunos chorros de lava comenzaban a escapar de aquella montaña ardiente, era consciente de que la nación del fuego era tierra de volcanes.

Lo siento Raava-se disculpó al poder visualizar su triste y trágico destino tan cerca- Espero que encuentres a alguien adecuado que pueda mantener en equilibrio al mundo, perdóname por fallar- agregó en conversación con su propio espíritu, le dolía no poder cumplir con su deber como se había esperado de él.

Sintió un resplandor dentro de él que le indicaba que el espíritu de la luz lo había escuchado.

Otro chorro de lava cayó cerca de él, se aproximaba sin que tuviera posibilidad de poder escapar ya que no podía ejercer ningún tipo de control. Su cuerpo estaba débil y sus pulmones no funcionaban bien por todo el humo tóxico a su alrededor, lo quemaba por dentro cada vez que respiraba.

Levantó su mano tratando de poder retrasarlo un poco, aunque no sabía con qué elemento podría evitar algo así. Solidificó la lava, aunque más de ella logró sobrepasar a la poca a la que había logrado detener.

El Avatar perdido/Vegebul/VxBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora