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𝟢𝟦. Tentación rosa

Hyunjin bebía de su vaso con casi nada de alcohol y jugo, sintiendo el líquido rasparle la garganta y el calor de verano aunque era de noche, tentado a meterse en la piscina que tenía enfrente llena de personas de todas las edades divirtiéndose.

Tres meses eran los que llevaba en la mafia CB y hasta ahora no había podido conseguir nada de información importante.
Al menos ahora Christopher ya lo incluía en muchas otras tareas, como en el principal encargado de sistemas al darse cuenta que era muy bueno con las máquinas y tecnología.

A veces lo invitaba a reuniones importantes a las que sólo lo acompañaban Minho, Changbin y rara vez Maya y Jisung, que es donde se encontraba justo en ese momento.

Ninguno sospechaba de él, sólo Minho pero aun así nunca decía nada.

El líder se hallaba dentro de la mansión a la que habían asistido para cerrar un trato o algo por el estilo, no tenía conocimiento de ello pero honestamente no lucía muy legal.

En cambio, el hijo del dueño de la residencia estaba montando una gran fiesta que a decir verdad, se veía bastante común, como una celebración normal de adolescentes con dinero; lo único que destacaba eran los hombres armados que vigilaban fuera de la propiedad.

Estaba aburrido, ya había notado a varias chicas interesadas en él pero su mirada sólo estaba fija en el pelinegro que yacía recargado en uno de los muros que rodeaban la mansión, sumergido en su teléfono desde que llegaron.

Se debatió mentalmente si debía ir o no, Minho tenía un aura tan inexplicablemente atrayente que resultaba adictiva y comenzaba a asustarlo, siempre caía en ella y cuando estaba cerca sentía que no tenía control de su propio cuerpo, como si en realidad le perteneciera a Lee y recién lo haya descubierto, como si hubiese encontrado la pieza de su rompecabezas extraviada, lo que le faltaba para estar completo y que su vida tomara forma.

Cuando menos se percató de su alrededor, sus pies ya estaban avanzando y su cuerpo dirigiéndose tal cual imán al del mayor, en trance y dejándose guiar a donde su mente quisiera, porque era realmente lo que quería. Ir con él.

«Es simple deseo y atracción física, sólo eso. ¿Pero entonces por qué se siente tan intenso?»

---- ¿Puedo ver qué te tiene tan entretenido en el teléfono o es confidencial? ---- inició preguntando con sarcasmo, ya cuando estaba a su costado.

El pelinegro sonrió y guardó su teléfono.

---- En realidad sólo estaba jugando, estoy aburrido.

---- También yo... y con calor.

Minho rio ladino, entendiendo el tono con el que lo dijo a la primera pero no haciendo nada, sólo metiendo las manos a sus bolsillos.

---- Entonces deberías meterte a la piscina como el resto.

---- No tengo traje de baño.

---- Entra sólo en ropa interior.

---- ¿Eso te gustaría?

---- ¿Tú qué crees? ---- respondió con otra pregunta a cambio, su mirada y toda su atención en los ojos almendra.

Hyunjin se mordió el labio nervioso y dio un paso lejos del mayor, dirigiendo sus largos dedos a su propia camisa y desabrochando botón por botón. Minho permaneció viéndolo recargado en la pared y de brazos cruzados, sin embargo él lo vio claramente pasar saliva y remojar sus labios con su lengua.

---- ¿Dónde está tu novio? ---- cuestionó retirándose por completo la prenda y mostrando su lechoso y liso torso, con abdominales apenas ligeramente marcados y piel erizada no por el frío, sino por el calor que sentía emerger en su vientre.