12.

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-Solo una tienda más.

-Te odio. -Y en serio lo hacía. No podía decirle que no a Erik con su cara tierna, su mirada, su sonrisa y todo él, ¡no se vale!- Pero luego vamos a McDonalds.

-De acuerdo. -Sonrió pasando su brazo por mis hombros y besó mi mejilla.

Erik había ido por mi al trabajo, diciendo que lo acompañara a hacer unas compras y ya que no tenía nada que hacer, acepte. Aunque disfrutaba la compañía de el chico, comenzaba a arrepentirme.
Habíamos entrado a tantas tiendas que ya había perdido la cuenta, a Erik no le gustaba absolutamente nada.
Y yo pensaba que la diva del Borussia era Marco.

-Mira esos. -Señalé unos zapatos verdes realmente horribles. Él los agarró y los acercó a su rostro.

-¿Combinan con mis ojos? -Me reí y se los quité para devolverlos a su lugar. Seguimos viendo hasta que encontró unos rojos que le gustaron y después de pensarlo un rato, se decidió por esos y fue a pagarlos.

Seguí mirando por la tienda mientras lo esperaba y me encontré con una escena no muy agradable.

¿Qué hacía Marco aquí con esa perr...persona indeseable?

Me giré tratando de salir de ahí sin ser vista, pero choque con el pecho de Erik.

-¿Listo? -Sonreí, quería salir de ese lugar.

-Sí, vamos. -Agarró mi mano con la que tenía desocupada y suspiré de alivio.- Mira, ahí esta Marco.

Y aunque le recordé que yo lo veía más de lo que desearía, él insistió en ir a saludarlo.
¿Por qué Erik tenía que ser tan decente y amable?

Nos acercamos más por deber que por querer. Bueno, yo.

-¡Reus! -El chico se giró ante la mención de su nombre con una sonrisa, pero cuando me vio y bajó la mirada hacía nuestras manos, la borró.

-Durm. -Respondió con un tono para nada amable. La chica a su lado me miró de pies a cabeza y luego agarró el brazo de Marco.

-Kathleen. -Dijo mi nombre con una media sonrisa hipócrita.- Tiempo sin verte.

-Carolin. -Respondí de la misma manera.

Y es que Carolin Böhs y yo no podíamos respirar el mismo aire. Al principio de su relación con Marco éramos algo como amigas, pero con el tiempo fue cambiando.
Ella amaba ser el centro de atención y con Marco era algo que consiguió muy fácil, pero al parecer eso no fue suficiente para ella, porque la buscó en alguien más.
Ese fue el motivo por el cual todo se terminó, tanto su relación, como nuestra amistad. Y con eso, Marco había renunciado a las relaciones formales, era más fácil estar con una chica diferente cada vez, que volver a confiar en alguien de esa manera. Y es que cuando te rompen el corazón una vez duras un largo tiempo en volver a unir las piezas y aún más permitir que alguien vuelva a jugar con él.
Y una infidelidad es realmente difícil de perdonar.

Quería entender qué hacía con ella y aún más por qué dejaba que sujetara su brazo como si se le fuera a perder.

-¿Qué hacen aquí? -Preguntó Marco sin dejar de mirarme.

-Viendo la variedad de animales que hay. -Respondí con cierta ironía, ¿qué se hace en una tienda de zapatos? Aunque mi comentario al parecer fue interpretado de otra manera, porque él y su acompañante me miraron realmente mal. Sonreí y Erik rió mejorando la situación.

-¿Podemos hablar? -Marco se dirigió a Erik sin esperar una respuesta real a su pregunta anterior, el chico soltó mí mano y ambos se alejaron un poco.

-Él es demasiado para ti. -Miré a Carolin con odio, no la soportaba, ¿por qué no se quedaba ahí callada y pretendíamos que la otra no existía?- Tu y Marco, por favor. -Se rió.- Él no caería tan bajo.

-No sé de que hablas. Pero ya salió contigo, nada más bajo que eso.

-No te hagas la tonta conmigo Kathleen, sé exactamente lo que pasa entre ustedes.

¿Qué? ¿De todas las personas Marco se lo había contado a Carolin? Manuela lo dejaba caer de bebé, seguro.

-¿Y a ti qué te importa? Tu solo eres su ex.

-No por mucho.

Puso una gran sonrisa digna de comercial de crema dental y volvió con los chicos. Dijo algo y besó la mejilla de Erik, después se acercó a Marco y agarró su rostro entre sus manos para darle un beso también pero durando más de lo necesario, pero Marco de nuevo, no hizo nada para alejarse. Cuando se separó, una gran marca roja quedó en su mejilla, ugh. Le dijo algo a la rubia y ella sonrió, luego se giró hacía mí y movió su mano despidiendose. Falsa.

Me acerque cuando la rubia tonta terminó de irse y de inmediato agarre el rostro de Erik y limpie la leve marca de labial rojo de su mejilla.

-Todavía tienes un poco de labial de puta aquí. -Iba a dejar al pobre sin mejilla si seguía así.

-Gracias. -Respondió con cierta diversión.- ¿Vamos a comer?

-En realidad prefiero ir a casa.

-Esta bien, vamos. -Comenzó a caminar saliendo de la tienda y lo seguí, pero Marco sujetó mi brazo para detenerme, su otra mano la acercó a mi rostro y pasó uno de sus dedos por mis labios.

-Creo que le quedó un poco de este en la boca.

Entendí lo que quería decir, así que aparte su mano de un manotazo.

-Y en otras partes. -Apretó su mandíbula y antes de llevar este tema a más, lo cambie.- ¿Por qué no te vas con Carolin?

-¿Celosa? -Sonrió y ni siquiera me detuve a pensar las palabras que salieron de mi boca.

-Con alguien como Erik, no se necesita a alguien como tú.

Finalmente me solte de su agarre y me aleje de él, viendo como mis palabras no le hacían ningún bien, pero era tarde para arrepentirme, así que solo aparte la mirada y alcance a Durm.

Bien hecho Kathleen, bien hecho.

taken | marco reus - erik durm. {Pausada/editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora