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-Tarde.

-Lo siento, Marlen.

Abracé a mi hermana y me senté frente a ella. Sí, mi hermana había aparecido repentinamente en Dortmund, me había llamado dejándome preocupada al decir que teníamos que hablar urgente. Eso no pasa todo el tiempo, mucho menos que viaje desde Múnich para eso.

-¿Por qué te tardaste tanto?

Quizás porque Marco no me había dejado salir de la cama con la excusa de que era muy temprano y luego, no quería entregarme las llaves de mi auto. Hasta que se dio cuenta de que llegaría tarde al entrenamiento y se cansó de actuar como un niño de 5 años, él había llegado a una buena hora a diferencia de mí que había llegado ridículamente tarde.

-Tenía que llevar a Reus a entrenar, ya sabes.

-Oh, ¿Cómo está?

-Muy bien, pero eso no importa. ¿Qué era tan urgente?

-Verás, nuestros papás están aquí. -La miré sin entender, ¿aquí se refería a dónde?- Se quieren mudar de Múnich, vinieron a ver algunas casas y quieren hablar contigo.

No respondí. La última vez que quisieron hablar conmigo terminamos aún más distanciados, nunca volví a Múnich después de eso. Mis padres eran muy exigentes y a diferencia de Marlen yo no había seguido sus reglas. Y eso era algo que ellos no podían soportar, puedo recordar las hirientes palabras de mi padre al decirle que me iría de la ciudad y un mes después, las de mi madre diciendo como arruinaba mi vida al gastar mi tiempo en algo que no valía la pena. Para mí lo valía, era lo que me gustaba, lo que quería hacer. Después de eso había perdido todo contacto con ellos. No querían saber de mí y ciertamente no iba a volver para ser humillada de nuevo, amaba a mis padres, eran mi familia después de todo, pero no podía soportarlo más. Hasta el día de hoy solo sabía de ellos por parte de Marlen. Es difícil, pero simplemente comienzas a aceptar que algunas cosas tienen que ser de cierta manera.

-¿Por qué quieren dejar Múnich?

-Dicen que quieren un cambio. Y eso te incluye, quieren hablar contigo.

-¿Para qué? Recuerdo muy bien que mi padre dijo que la próxima vez que habláramos sería cuando me diera cuenta de cómo desperdiciaba mi vida. Ese día no ha llegado.

-Kath, están arrepentidos. Quieren arreglarlo todo.

-No veo para qué.

-¿Quieres dejar de ser tan injusta? –La miré fijamente, ¿yo era la injusta? Vaya.- Kath, no quise decir eso. Lo siento. Es solo que ellos quieren intentarlo, te extrañan. Habla con ellos, diles todo, hazlos entender cómo te hicieron sentir, todo lo que quieras. Pero solo traten de mejorar la relación, si no lo quieres hacer por ti o por ellos, bien. Hazlo por mí, estoy cansada de no poder estar con toda mi familia junta, es un asco sentir que debo estar de un lado.

Suspiré sintiendo un poco de culpa, debía tener en cuenta de que querían arreglar nuestra rota relación, además nunca había pensado en como la pasaba Marlen.

-Bien, hablaré con ellos. Pero cuando yo quiera, te avisaré.

-Es suficiente para mí, ¡gracias!

-

-¡Mats! –Mi hermana saltó a los brazos del castaño, literal. Él la agarró de la cintura para sostenerla.

-Hola, Marlen. También estoy feliz de verte. –Habló Marco llegando a mi lado, Marlen lo había ignorado completamente al ver a Mats.

Habíamos pasado buena parte del día hablando de nuestros padres, luego habíamos ido a hacer algunas compras y así hacíamos tiempo hasta que el entrenamiento terminara y fuéramos a buscar a Marco.

taken | marco reus - erik durm. {Pausada/editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora