"Todos estamos rotos, así es como entra la luz"
Ernest HemingwayMe despierto por el sonido de la alarma, eran las nueve de la mañana, la hora se había pasado sin percatarme, la ventaja que tenia es que era domingo, así que no me preocupe mucho por despertarme apresuradamente.
El televisor estuvo encendido toda la noche, estaba viendo un programa de entretenimiento, me quedé dormido sin darme cuenta y esta muy claro que se me olvidó apagarlo.
Me levanto de la cama y opto por echar un vistazo por la ventana, asi podria apreciar el dia que me esperaba, era un día soleado, el cielo estaba despejado, había caído algunos chubascos primaverales y tenía que ir al supermercado para comprar las cosas necesarias. Me preguntaba si David ya se había levantado, quizás el me acompañaría hacer la compra.
Me dirijo al baño para cepillarme y así después ir a despertar a David, la persona más burlona que he conocido, ese debería ser su nombre, aunque es un gran amigo nunca dejó de escribirme cuando estuve en Nueva York, gracias a las redes sociales siempre estuvimos en contacto.
Camino por el pasillo y me detengo frente a la puerta de la habitación dónde se encontraba mi amigo.
—¡David!—.lo llamo y toco la puerta—.¡David!—. llamo por segunda vez, es increíble que tenga que hacer esto en mi casa, sin embargo lo hago por si aún esta su novia la preguntona, pareciera que no se cansara de hablar.
—Pasa—.me dice desde adentro.
Abro la puerta y estaba frotándose los ojos, creí que ya estaba despierto y dándole los buenos días a su querida novia, pero estaba el sólo y eso era extraño, según ellos son inseparables.
—¿Y tú novia?—.lo cuestiono.
—Se fue—.responde.
—Creí que se quedaría contigo—. Digo dubitativo
—Yo creí lo mismo, pero discutimos anoche después de cenar y se fue molesta—. Dice bostezando.
—¿De que cena estamos hablando?—.le pregunto—.Mejor no me digas—.reacciono ante la pregunta que había hecho.
—¿Se escuchó?
—Casi nada—. Le digo y el se sienta en la cama—. Más bien parecían leones apariandose.
—Lo lamento amigo—.dice apenado.
—Además le faltaba el té.
—¿por qué?—. Pregunta confundido.
—Porqué hablaron tanto que parecía conferencia de trabajo—.se ríe por lo que dije
—Cómo te dije, discutimos y ella se fue molesta.
—Bueno eso ya no importa. ¿Qué vas hacer horita?—.Le pregunto.
—Iré a mi casa ¿por qué?
—Necesito que me ayudes a sacar la licencia de conducir ¿como sacaste la tuya?—.lo cuestiono
—No te preocupes por eso que yo te lo resuelvo—.saca su móvil y escribe.
—¿Qué haces?—. Pregunto.
—Le estoy escribiendo a mi contacto para que tengas tu licencia lo más pronto posible.
—¿Cuanto cuesta?
—Nada, no cuesta nada—.me dice—.anoche me dejaste estar con Dema y eso me pareció bueno de tu parte, lo digo porque llegaste amargado.
—No estaba amargado, vamos a desayunar y después al supermercado—.Le digo parado en el marco de la habitación.
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Cómo la primera vez
Storie d'amoreUna historia de romance, drama e incluyendo la tragedia. Narra la historia de dos niños que se conocieron en el pasado, pero, de repente sus vidas da un vuelco total. Fueron separados y crecieron en mundos distintos, y esos recuerdos se fueron desva...