rosita [hyunin]

015

Vete a la mierda.

No tengo mucho que decir de ti, eres el ser menos importante en mi vida porque tu sola existencia me vale.

Te odio, si, pero no por mi, sino por esa mujer a la que le arruinaste la vida.

Te conoció y se terminó destruyendo. Y no, no quiero dejarte todo el cargo de conciencia a ti, porque ella es responsable de lo que hace y con quien se mete. Pero tu ayudaste en que su poco amor se terminará yendo y se pudriera.

Nunca fuiste un buen padre, menos una buena persona. Y no pienso buscar un por qué, porque
poco me importa.

Si te guardo rencor es algo que ya sabes.

Si te tengo asco es algo que ha quedado muy claro.

Si me odias no es algo que me interese.

Si te mueres mucho menos..

Igual si en algún futuro decides cambiar, no te atrevas a buscarme porque tengo más ganas de putearte que de escucharte.

He aguantado mucho por menso, por esperar algo mejor.

Pero la vida no se trata de siempre esperar algo de los demás.

Y yo no puedo estar detrás de ti esperando que te preocupes por mi.

Ojalá algún día te duela tanto como a mi me dolieron tus golpes.

Ojalá algún se te regrese toda aquella mierda que causaste.

Te odio, ya lo sablas pero decirlo me da una calma tan envidiable.

Tal vez algún día la encuentres.

Pero no eres lo suficientemente valiente para ver por ti y tu presente, porque crees que vivir destruyendo tu camino es lo mejor que podrás conseguir.

Y no miento cuando digo que me gustaria verte aún más podrido.

[...]

Hyunjin no dijo nada, guardó el papel retirando las lágrimas de sus mejillas. El psicólogo le sonrió y palmeo su hombro transmitiendole tranquilidad.

Esa misma noche ambas cartas las dejó en su casa. Donde esa despedida era la definitiva.
Porque el seguir un momento más ahí sólo le haría más miserable.

¿Y saben? el salir de ahí, subir al coche con Jake en el asiento de piloto, a Jeongin en los asientos traseros mientras acomodaba un peluche gris entre sus piernas, le hizo saber que había algo mejor por delante. Con caídas o sin ellas. Pero algo mejor al final de cuentas.

Comenzaban a gustarle esos días donde se levantaba temprano, hacia su desayuno de la forma más calmada posible con la compañía de la dueña del local a un lado, donde hablan sobre algunos nuevos cambios e ideas para el mismo, o donde sólo se quedaban ahí ambos sumergidos en lo suyo. Para después ir por Jeongin a su casa y comenzar una charla acompañada de brincos por parte del castaño.

Llegar, dejar al menor en su aula y salir a buscar a Jake, fumar por un rato en lo que la hora de entrada llegaba e ir por Jeongin cuando la hora de receso terminaba.

Salir de la escuela, ir con Jeongin a su casa y después ir a sus consultas para terminar llorando, pero salir con su frente en alto y envolver al menor en sus brazos.

Trabajar con el resto de la tarde hasta que llegue la hora de despedirse de Jeongin, para esperar de
regreso a que amaneciera y tenerlo de vuelta

Era una rutina placentera, una que le indicaba que sus tardes ya no eran grises. Había más colores, unos resaltaban más que otros pero ahí seguían estando.

-¿Entonces por qué la x vale uno y los números se tienen que borrar?

-A mi no me preguntes esa mierda. Yo sólo te estoy ayudando con lo que a mi me enseñaron.- Borró la cuenta de Jeongin y volvió a repetir el procedimiento, el castaño parecía más perdido y sus uñas se encontraban siendo mordidas con desespero. Hyunjin tomó su mano y la entrelazó con sus dedos, nego y volvió acercar el cuaderno a su cara.-La x vale uno, si esta viene acompañada con un número entonces ahí no se toma importancia, pero si esta sola o hay una potencia al lado tienes que tomarla como si fuese un uno.

-Es que no entiendoooo - Cerro el cuaderno, dejando caer su cabeza sobre la pasta con enojo. -Nunca entiendo nada que tiene que ver con cálculo, y tú lo haces ver como si fuera muy fácil y ya me estoy hartando.

-Es fácil cuando le encuentras la forma de resolverta.-Acarició sus dedos mientras con su otra mano jugaba con el lápiz - Te entiendo, amor, a mi también se me complicaba al principio,pero eso no dice-

-Acabas de llamarme "amor".

- Sí, pero Jeongin..

Los ojitos de Jeongin brillaban, y por inercia subió sus manitos a las mejillas del contrario, las cuales apreto con cariño mientras sonreía en grande-Es que, Hyunjin, acabas de hacer que todo dentro de mi se me revuelva y quiera vómitar ¡es que no entiendes lo bonito que me haces sentir!

Hyunjin sonrió bajito, sintiendo las manos del menor calentar sus mejillas.

Él se acercó, acomodando su nariz cerca de la del mayor, mientras la movia de un lado a otro, Hyunjin no decía o hacia algo, y Jeongin había aprendido que debía dejar que él se moviera a su ritmo, porque como podia ser tan lindo, podía ser tan seco. Pero de una u otra forma, le hacia saber que lo quería-Haces que quiera llevarte a mi ranchito y mostrarte todo lo que me hace feliz.

El mayor le besó la boca, cambiando así las posiciones-Podríamos ir si eso te hace feliz.

-No quiero que hagas nada sólo por mi.

-Jeongin lo hago por ambos.-Aclaró.-Me gustaría conocer el lugar donde creciste, conocer más de ti para poder dar ese paso después de dos meses.

-¿Dos meses? ¿tan rápido?-Sus ojitos se abrieron con sorpresa.

-El tiempo se pasa volando cuando estas al lado de personas importantes. - Dejó un golpe en su pomulo izquierdo, para después sacudir sus cabellos. Se terminó por alejar cuando la dueña le pidió que atendiera a la pareja que había llegado.

"Al lado de personas importantes"

Jeongin le dio la vuelta al cuaderno, viendo ese dibujo de los ojos del pelinegro, sus pestañas largas y rizadas a corde con la realidad, su pequeño lunar debajo de su ojo izquierdo, aquel que casi nadie sabía que tenía, esa cicatriz pequeña al lado del ojo derecho, y esas otras pecas regadas en medio de su entrecejo. Pero sobre todo, ese mismo brillo que vio cuando lo conoció.

Se sonrojo cuando sus dedos tallaron por encima de el, y por primera vez quiso que Hyunjin viera lo que le gustaba hacer.