rosita [hyunin]

005

Hyunjin lo miraba con sus ojos entrecerrados con notoria molestia, pero Jeongin no parecía verlo
mientras se concentraba en mover sus pies de forma adorable.

-Sigo sin creer que sólo te guste el pan con jamón.

-Bueno, no pensé que traerias sandwiches -Rió con los labios apretados para que no se le viera la comida.- Y perdón, pero mamá sabe que soy muy delicado  para la comida. Y luego pobre, muy mala combinación.

Hyunjin le sonrió mientras tomaba el otro sandwich y le quitaba la corteza porque "no me gusta el tomate, la mayonesa, la corteza, ni la cebolla"-A ti no te gusta nada

-Me gusta el brócoli y el aguacate, pero sí, no suelo comer muchas verduras. Aclaró -A veces como la cebolla, pero sólo si está cocida.

-Eres demasiado exigente. Ya veo porque solo traes fruta de comida.

-Ya! la fruta es rica -Rió  -Creo que mi fruta favorita es la papaya, ¿la tuya?

-¿En serio la papaya?-Lo miró con desagrado y Jeongin asintió emocionado. -Me gustan las manzanas, -Pausó- las rojas-El castaño puso sus labios en "o" y después rió. Más bien, parecia muy feliz para el gusto del mayor, pero este, no decía nada porque escucharlo reir le parecia de lo más adorable, seguido de su tierna carita que le gustaba más el dia de hoy.

Un silencio agradable se formo, Jeongin parecía más entretenido en comer que en su compañero, contrario a Hyunjin que sólo hacía recostado en el tronco duro con ganas de huir lo antes posible. Se sentia cansado, y las ojeras, que Jeongin cubrio nuevamente, volvian a dejar en claro que su noche había sido pésima.

De nuevo sus padres habian discutido, ahora por culpa de su madre, y ya no sabía si debía acostumbrarse a los nuevos gritos, o recurrir a cuando tenía quince años y salía de casa para dormir en la banqueta del parque.

-Hyunjin ¿y si duermes un poco?-Nego, pero el menor no pareció satisfecho aún cuando sus ojos comenzaban a cerrarse. - Hazlo, yo te levantaré cuando el timbre suene-insistió -Siguen faltando quince minutos para que comience la clase.

-No.

Jeongin rodó los ojos y puso de rodillas, camino hasta estar cerca de su cara y con una de sus manos comenzó a cerrar sus párpados mientras que con la otra hacía caricias en su cabello.- Mamá hacia esto cuando tenía pesadillas, creo que funcionará bien contigo - Le habló en susurro con una sonrisa pequeña. Quitó su mano de sus ojos, aunque su cuerpo se quedo donde mismo mientras hacía masaje en su cuero cabelludo. Hyunjin parecia no resistir, menos cuando el sueño comenzaba a dominarlo.

Jeongin sonreía con satisfacción

Y cuando Hyunjin por fin estuvo dormido pudo aplaudir feliz por eso.

Lo observó en silencio mientras terminaba su comida pudo ver los pequeños lunares de su carita, aquellos que nadie más tenia el privilegio de ver, aquella cicatriz en su ceja que era demasiado pequeñita, incluso aquel intento de copete que se perdía entre los cabellos crecidos. Pero principalmente, su rostro sereno, aquel ceño que no se encontraba fruncido, ni aquel cinismo con el cual a veces solia verte.

Pero el sabia bien que es una cáscara dura, porque puede ver que Hyunjin es más flexible de lo que se deja mostrar.

Sacó su libreta y comenzó a trazar lineas para un boceto, observaba a Hyunjin por algunos segundos para no equivocarse por nada, para llevarse toda esa idea de lo que hoy Hyunjin significaba

Este sería su segundo dibujo del pelinegro, pues el primero lo había hecho el primer día que se vieron, porque había notado un brillo en sus ojos dorados que tanto le había gustado, porque Hyunjin tenia una mirada hermosa.

Más bien, Hyunjin era hermoso. Y Jeongin sonreía por tener el privilegio de poder apreciar esa belleza desde muy cerca.

Y le avergonzaba sentir burbujas en su interior.

Entró al salón sin las mayores ganas de estar ahí; las paredes, la escuela, los estudiantes, todo le parecía aburrido y estresante que le daban más ganas de tomar clases en casa. Pero, por algo estaba en una escuela pública, no tenían dinero para darse ese tipo de lujos.

Jeongin parecía no darse cuenta de su presencia.- ¿Qué haces? - Preguntó en un susurro cuando vio a su mejor amigo morder el borrador del lápiz.

Le pidió que se acercara y posó su boca en su oído. -¿Recuerdas a mi crush? ¿aquel chico que te dije que era muy bonito y misterioso? -Ella asintió. Jeongin chilló con emoción causando una mala mirada de Brissia. - Perdón, es que hace poco le hablé porque solía verme, y y y y ahora somos amigos - Cubrió su boca con su mano mientras sus ojos brillaban.

-¿Estás seguro de que son amigos y ese chico no te hará daño? - Jeongin asintió sin perder la emoción.

-No soy tonto, Bri, sé diferenciar cuando las personas se quieren burlar de mi. ¡confía en mi, él se ve muy amigable!

Ella dudosa terminó por asentir, porque no era nadie para decirle a Jeongin que no se juntara con Hyunjin, pero eso no cambiaba que tendría sus ojos bien puestos en el contrario. Por ahora, dejaría que Jeongin disfrutara de hacer nuevos amigos.

Lo atrajo a su pecho y beso sus cabellos, Jeongin no pudo quejarse porque se terminó restregando como gatito en su hombro.

- Te quiero, Innie.

- Y yo a ti, Bri.