028 - extra

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A Jeongin no le gustaba que el tiempo pasará rápido, porque ahora más que nunca pensaba en lobpoco que lo aprovechaba, pero de todos modos a él no le importaba si Jeongin estaba de acuerdo a no como funcionaba.

Y tal vez eso era más que puro relleno en la cabeza del castaño para no estar atento ante el sonido que hacía la garganta de su padre al expulsar la comida

Jeongin estaba sentado cerca de la puerta del baño, John tenia rato vomitando, y este mismo lo había echado cuando Jeongin intentó ayudarlo. No quiso sentirse mal por eso, pero de todos modos la sensación estaba ahí y sus ojos seguían llenándose de lágrimas cuando escuchaba la respiración pesada de su padre.

Hyunjin había dicho que llegaría al salir del trabajo, y Jeongin no había querido eso, no le gustaba que Hyunjin perdiera su tiempo en él, pues sabia que el mayor tenía más preocupaciones que estar al pendiente suyo, pero aunque se quejara y le pidiera que no lo hiciera, Hyunjin no escuchaba.

Se sentía un mal novio cuando le hablaba por las madrugadas por ayuda, pero no tenía a quien recurrir, Brissia jamás contestaba porque su sueño era pesado, Jake, que ahora era su amigo, salia de fiesta y el celular lo mantenía apagado. Así que Hyunjin era la única persona con la cual contaba y eso lo hacía sentir como malo.

-¿Vendra? - La voz de su padre hizo que volteara veloz a la puerta, la cual para su mala suerte
seguía cerrada.

-Si, no creo que tarde en llegar.

-Lo siento. - Jeongin hizo una pequeña mueca ante eso.

-Lo sé, papá. Yo también lo siento, pero no me importa. Quedamos que ibamos hacer esto juntos. -Sorbió sus mocos tratando de no hacer mucho ruido, pegó su cabeza a la puerta del baño y puso la palma de su mano en la madera, Queria creer que su padre estaba haciendo lo mismo, como cuando era pequeño y a lo lejos le decía que lo cuidaría de todos - Aquí estoy, no me iré.

-Tú no te irás...

Jeongin se aguanto las ganas de llorar, sabia que su papá seguía dudando de que se fuera a quedar, pero él estaba dispuesto hacerlo, aunque posiblemente llegara el momento donde tendría que irse de casa, de vivir lejos, pero seguiría estando presente en su vida, siempre lo haría.

Él se juraba así mismo que jamás le fallaría.

La puerta de abajo sono, y Jeongin le avisó a su papá para después irse corriendo abrir, donde una vez que vio el cuerpo del pelinegro, brinco sobre el hasta que Hyunjin lo sujeto contra su pecho.

Le gustaba eso, le hacia sentir más tranquilo después de esos pequeños besitos en sus cachetes, los cuales sin importar el tiempo seguían poniéndose de color rosado cuando se trataba de Hyunjin

-¿Estás aquí

-Prometi que lo estaría, ¿cuándo te he mentido?-Lo puso en el suelo, sin soltar su cintura, porque le gustaba estar así, le gustaba también tallar su nariz con la de Jeongin, o cuando el menor se posaba delante suyo puesto de puntitas para besarlo todas las veces que él quisiera.- ¿Todo está mejor ahora, cariño?

Jeongin alzó sus manitos jugando con el cuello de la camisa de Hyunjin.-Te ves muy guapo así.- Rió acercándose a dejar un besito en el pecho del alto-Me gusta cuando muestras tus brazos.

Hyunjin sabía lo que hacía, trataba de evitar el tema aunque sabía que tendrían que hablar sobre eso. Pero de todos modos no podía negar que le gustaba cuando Jeongin lo hacia sentir guapo, es decir, Hyunjin sabía que era guapo, que entraba en esos estándares de belleza que los jóvenes tenían, pero se la creía más cuando Jeongin le susurraba que se veía hermoso, o cuando poco le importaban sus brazos con cicatrices y pasaba la yema de sus dedos sobre ellas con cuidado.

Hwang amaba que Jeongin hiciera eso, sin querer ayudaba con la pequeña inseguridad que aún le causaba.

-Amor

Jeongin rodo los ojos con un pequeño puchero en su boca. -Es que él no habla mucho, sólo lo necesario. Y hace días que comenzó a comer más, se le ve con un mejor ánimo, pero su cuerpo parece rechazar la comida y eso hace que la termine vomitando.

-¿Pero es normal?

-El doctor dice que si, que sólo hace falta que su cuerpo vuelva acostumbrarse fueron tres meses de desarreglos, era obvio que esto sucedería. - Tomo la mano de Hyunjin y comenzó a llevarlo a las escaleras.

-Pero está bien. Cuando sucede esto es cuando su humor baja un poco, pero el psicólogo dijo que era normal.

-Te tiene a ti, amor.

Se escucho la risa de Jeongin y eso hizo al peligro sonreir, jamás se cansaría de ello, había esperado tanto que el tener de una vez su sueño cumplido sonaba tan raro.

-Me tiene a mi y ati. No creas que él no aprecia lo que haces por nosotros.

-Hago lo que se supone que cualquier persona debería de hacer.

Jeongin bufó mientras negaba-No, no trates de rebajar tu apoyo, nadie haría algo como esto, no
todas las personas en el mundo se preocupan por los demás, Hyunjin.- Jeongin se detuvo en medio
de los escalones mientras bajaba sus manos al cuello de su novio, se sentia bien ser más alto, mirar desde arriba los ojitos de cachorro que Hyunjin tenia -Y tú siempre lo has hecho, muy a tu modo, pero aún así sigue valiendo.

Hwang quería besarlo, que Jeongin lo besara, pero contrario a eso recibió una sonrisa, de esas lindas
que hacían notar las mejillas rosas del castaño. Se sentía enamorado, y ante esas reacciones creía caer un poco más por los encantos de su novio.

Sonaba tan bien el  llamarlo de esa forma.

Su novio

-¿Cuándo volverás a casa?-La pregunta salió de sus labios sin que él la hubiera pensado, pero de nuevo era su cerebro jugandole en su contra.

A veces se sentía muy solo ese cuarto, y aunque la ropa de Jeongin seguía estando en los cajones de la cama, aún cuando Jeongin iba por las tardes a visitarlo, no se sentía lo mismo que al llegar a casa y saber que lo estaba esperando para hablarle de su día .

La sonrisa del castaño decayó un poco, y Hyunjin tratando de hacerle subir el ánimo comenzando a dejar pequeños besos en el lunar de  su cuello, los cuales hicieron reír al menor que se retorcia entre los brazos del mayor.

John veía todo desde arriba, sonriendo al ver a su hijo de esa forma, aunque por un lado sentía que estaba estorbando.

De todos modos él no pensaba decirlo, le gustaba que su hijo estuviese en casa, que le hiciera sentir amado porque hacía mucho que no se sentía de esa forma.

Eso en parte había sido su culpa, porque hubo días en las cuales alejaba a Jeongin, aún cuando escuchaba su llanto atraves de  la puerta y las llamadas por la madrugada con Hyunjin.

Pero de eso ya no quería saber más.

Y tal vez, quizás, era momento de dejar todo atrás. Porque en todo este tiempo estuvo ocultando sus emociones de Jeongin porque no quería verlo deprimido por culpa suya. Pero ya, ya se había cansado de llorar y de sentirse culpable. La culpa no era sólo suya, esta venía compartida.

Y el no tenía porque destruirse siendo que la otra persona seguía viviendo su día como si nada malo le hubiera hecho.

El quería lo mismo, merecia ser feliz después de tantas mentiras.

Y lo prometió ahí, mientras escuchaba a Hyunjin hablarle a su hijo; decirle lo bonito que se veía con ese delineado chueco, de sus labios manchados de rosita por el labial esparcido, o esos brillos disueltos de forma tonta en las mejillas de Jeongin.

Porque quiso seguir ahí para mirar en silencio como su hijo era amado por alguien que él siempre había buscado.

Y es por ello que se dijo que ya no intentaría recordar, que seguiría adelante, porque aunque doliera, eso no tenía porque interferirse en su presente.
 

[♡]

Gracias por leer <3

rosita [hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora