Extra 2. Especial Minsung

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Les voy a dar este último regalo antes de que ahora si termine esta duología. Lo hago para una seguidora que me dijo que quería saber más sobre la historia de cuando el Minsung eran noviecitos y se estaban conociendo.

Gracias por leer y comentarme (aunque siempre es mentándome la madre jajajaja), ahora si.

Disfruten este especial que es muy largo.

Tomó su mochila y tomó rápidamente sus libros ya que iba un poco tarde a la escuela

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Tomó su mochila y tomó rápidamente sus libros ya que iba un poco tarde a la escuela. El de mejillas sabía que su mejor amigo, Felix, se iba a enojar con el por llegar el primer día de clases tarde y lo peor, en su nueva escuela.

Han Jisung de 11 años bajaba las escaleras corriendo mientras escuchaba a una de las que trabajaban en la casa que se moviera porque iba trade hacia la escuela.

—Joven Jisung, su madre se enojará mucho si se entera que llegará tarde.

—Si, lo siento, Yuqui. Estoy listo. —Sonrió hacia la joven de 24 años que trabajaba ahí desde que el menor tenía solo 6 años.

La señora Han Sienna había decidido cambiar a su hijo de instituto de una vez por todas. Desde que falleció su difunto esposo, Jisung no había asistido a una escuela y ahora por fin dejaría las clases en casa y se uniría a una escuela verdadera.

Jisung trato de convencer a su mamá que la cambiara a la escuela de Felix, y esta no quiso, pero después que la señora Han se diera cuenta que su sobrina también estaba ahí, decidió hacer unas llamadas y el menor estaba ya inscrito.

Subió a la camioneta y su chofer arrancó lo más rápido que pudo, para que el menor llegara rápido a su primer día de escuela. Jisung veía el camino y estaba muy nervioso, ya que por fin estaría en una escuela y en un salón después de casi 4 años sin tener compañeros y solo tener la comodidad de su casa.

Cuando llego, agradeció y bajo corriendo, encontrándose a un pecoso castaño con la sonrisa más grande que había visto.

—¡Lixxie!

—¡Sunggie!

Se abrazaron y fueron felices mientras lo hacían.

El menor se había ido a Australiana un año después de que el padre de su mejor amigo falleciera, dejándolo solo y triste. De vez en cuando, los menores hablaban por celular o por correo, ya que Felix le había creado uno al de mejillas en secreto.

—Te extrañe. —Casi lloraban ahí.

—Igual yo, pero ahora tenemos que ir a clases.

Se tomaron de las manos y se dirigieron al edificio del grado de primaria. Los pasillos estaban vacíos porque ya habían comenzado las clases hace menos de 5 minutos.

Mis veranos sin ti ² Donde viven las historias. Descúbrelo ahora