Inglaterra

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Tres años antes...

—Quédate acá, Yongbok.

—Conseguí habitación en el campus, papá. Te vendré a visitar el fin de semana. —Felix tomaba sus maletas y las subía al coche de su papá.

—Son mayores que tú. Además no son de tu carrera.

—Estaré bien, solo porfavor ya llévame.

—Si cambias de opinión ahí está tu habitación en mi casa.

—Gracias.

Felix había conseguido habitación en un edificio del campus, pero sería con personas más grandes y de diferente carrera ya que acepto ir tiempo después y las habitaciones estaban llenas. Por lo que el señor Lee quería tener a su hijo en su casa para que no estuviera incómodo en el dormitorio que compartiría.

El menor quería adaptarse en su nueva vida en Inglaterra por lo que quería estar en el campus.

Su papá lo ayudaba con sus maletas para acompañarlo a la entrada de los dormitorios de hombres.

—Hasta aquí está bien, no me acompañarás hasta adentro.

—Felix, quiero ver tu habitación.

—Papá, si no me agrada sabes que me iré en cuanto la vea. Se un buen padre.

—Está bien, Yongbok. Cualquier cosa me marcas a mi o a Xiaoting.

—Okay. Adiós, papá, te quiero.

—Nos vemos, Bokkie. —El menor tomaba sus maletas y entraba al edificio para dirigirse a su habitación compartida.

Estaba nervioso por las personas que le llegaran a tocar, no sabía cómo podrían reaccionar al ver un extranjero ahí o simplemente tenía miedo de lo que fuera a pasar.

En cuanto vio en la puerta el número 207 quiso huir, pero no lo hizo. Sacó su llave que le habían dado el día de ayer y abrió.

Lo primero que vio fue la pequeña sala junto a la pequeña cocina. Estaba realmente limpio y además muy callado.

Cerró la puerta por detrás y entró al lugar completamente solo. Con un vacío en su interior y la soledad junto a él.

Dejo sus maletas aún lado para poder admirar bien el lugar, lo bueno que cada uno tendría su habitación con puerta y todo.

Las habitaciones de ahí eran más grandes que las habitaciones que brindaban en Corea.

No se atrevió a abrir las puertas de las habitaciones porque no quería incomodar a sus compañeros, pero quería hablar con uno de los dos.

Así como lo pensó, la puerta de la entrada fue abierta y de ahí entró un chico junto a una chica. Al entrar se besaron, bueno más bien se comieron la boca.

Felix estaba tan avergonzado e incómodo ante la situación que presenciaba.

Carraspeo la garganta y tuvo que hablar.

—Hola. —Le dio tanta vergüenza que habló en Coreano y no en Inglés.

Rápidamente los chicos se separaron y tenían las mejillas rojas.

Mis veranos sin ti ² Donde viven las historias. Descúbrelo ahora